Capítulo 10

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Cuando me bajé del auto recordé que no llevaba conmigo las llaves de casa,  pero sabía que bajo la alfombra de la entrada había una llave de emergencias escindida,  la busqué, ¿y que creen? No estaba la maldita llave. Bien ahora que hago-me pregunté. La puerta trasera- pensé,  rezaba para que estuviera abierta.
Cuando me salté la cerca para llegar al patio, caí en un charco que se había hecho, genial, algo peor no me puede pasar- pensé.  Y si, si pudo pasar,  la puerta estaba cerrada. Definitivamente,  el universo en éste momento no está de mi lado, en el patio trasero habían mesas,  de esas cuando se hacen asados familiares, y había un pequeño cuarto o bodega donde se enconraban las cosas de papá,  o de esas que usan algunos hombres para cortar césped, o cosas de jardín.  Entré a la bodega y había una escalera,  nunca he subido una escalera, realmente yo era una niña mimada, era más tipo princesa, ya que somos una familia de uma buena clase económica pero no me gusta que todo mundo se de cuenta de eso.  Para mi suerte en ese lado del patio se encontraba mi habitación,así que puse la escalera de la manera más silenciosa posible y escalé poco a poco hasta llegar a la ventana de mi habitación, lo bueno es que había dejado mi ventana sin seguros,  la abrí y caí al suelo como basura,  éste día terminó raro,  dí mi primer beso y ahora me encuentro cubierta de lodo todo mi cuerpo,  y me dolía más mis tenis, eran blancos ahora son cafés ya tornándose grises. Cuando pienso en ver la hora en mi teléfono que lo andaba en mi bolsa del vestido, me doy cuenta que ya no está.  Y ahí me asusté, corro hacia la ventana y veo abajo, y olvidé que lo había puesto ahí cuando fui a sacar la escalera, ¿Qué más le hace falta a éste día? -pensé. 
¿Adivinen que? Volví a bajar sólo para traer mi bendito teléfono,  regresé a mi habitación, lo revisé y miré que seguía funcionando ¡gracias al cielo! No le pasó nada a mi bebé.
Decidí tomar un baño, ya que, lo necesitaba por éste lodo en mi cuerpo. Así que, me bañé, me puse mi pijama y cepille mis dientes.  
Cuando bajo a la cocina a tomar un baso con agua, me doy cuenta que mis padres no se encuentran en casa, osea hice ésas maniobras para nada, que raro es estar sola, si, la mayoría del tiempo he estado sola,  pero nunca en las noches. Decido ir a dormir porque sé que papá y mamá llegarán pronto,  o sino mañana en la mañana. 
Antes de dormir me pongo a pensar en todo lo sucedido de hoy, y así me quedé dormida.


A la mañana siguiente encuentro muy raro que mamá y papà no han regresado a casa,  y me empiezo a preocupar por ellos. Decido llamarle a mamá,  y no atiende, le hice 15 llamdas, su teléfono sonaba pagado, pero igual tenía la esperanza que me iba a atender la llamada,  y no fue así. Así que, opto por llamarle a papá y pasó lo mismo.  Tenía miedo que les haya pasado algo malo.
A los 5 minutos veo que tengo un mensaje, lo abro  y comienzo a derramar lágrimas, me da un piquete en mi corazón, y mi vista está nublada, siento como mi corazón se va congelando por lo que leí antes. Estoy en shock, no puedo con esto.
Sólo logro admitir.
-Mis papás están secuestrados.

Cuando admití eso entre dientes,  me llega otro mensaje y me dice que no le debo avisar a la policía, porque sino vendrán por mí,  y que la única manera de dejar a mis padres libres es pagándole una suma muy grande de dinero.

Estoy en shock, apenas tengo 16 años, no sé dónde tienen mi papá esa cantidad tan grande de dinero. Estoy sola.- pensé.

Destino InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora