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Narra Laura

Me sentía mareada, y me dolía bastante el cráneo. Con los ojos cerrados, intente levantarme de el acolchonado lugar en donde estaba. Pero mi mano resbaló en el suave colchón haciendo caer. El piso no estaba frío, era de..alfombra, si eso. Por alguna extraña razón no quería abrir los ojos.

Sentí a alguien entrar corriendo hacia la habitación, a pasos pesados.

—¿Quién anda ahí??—dije con una voz temblorosa, pero a la vez curiosa.

—Soy yo, Ross—dijo con una voz afirmativa—¿Estás bien?—escuche su voz preocupada.

Lo sentí acercarse a mí. No me moví, pues no sabía en qué parte de la habitación estaba. Creo que al lado de la cama.

—¿No puedes abrir los ojos?—me pregunto, a lo que asentí con la cabeza—Osea, si puedes pero no quieres—dijo con duda.

Yo asentí y estire mis brazos. Me tomó de las manos y me ayudo a levantarme. Me ayudo a caminar hasta infinidades de Narnia hasta que no sabía dónde quedamos.

—¿A dónde me llevas?—pregunte—¡Además, no me has dicho porque me espiabas!—exclamé recordando todo.

—¡No te espiaba, tonta!—exclamó frenando el paso.

—¿Ah no?—frene mis pies—¿Y qué hacías? ¿Limpiar el polvo?—pregunte sarcásticamente.

—No..sólo tenía un mal presentimiento y quise ver si estabas bien—soltó avergonzado—¿Es un delito preocuparme por ti?—preguntó harto.

—N-No, Losiento mucho—me disculpe avergonzada, bajando la cabeza.

Me jaló continuando el paso. Me cargo como una princesa, no me queje, ya que estaba avergonzada y suponía que estábamos en las escaleras. Camino un poco más hasta dejarme en el sofá.

—Hola—escuche una voz femenina.

—¿Zoe?—pregunte temblorosa, aunque intente esconderlo.

—No, Courtney—me corrigió—Soy la novia de Ross, y la que por accidente te golpeó la cabeza con una puerta—dijo con humor.

—Ahh..Laura, mucho gusto—extendí mi mano hacia enfrente, esperando la suya.

Al fin la tomo y nos saludamos.

—Laura, abre los ojos ya—se quejó Ross—¿Te duelen o algo?—preguntó Ross preocupado.

Sentí su peso a mi lado.

—No es eso, solo se me hace difícil abrirlos—respondí.

—¡Zoe, llama a el Oftalmólogo!—exclamó Ross con urgencia—¡Que venga lo lo más pronto posible!—exclamó con prisa.

—Ah..¿Ross?—escuche la confundida y apagado voz de Courtney.

—¡Resiste, Laura!—dijo Ross dándome ánimos.

Narra Ross

Después de unos minutos, el timbre sonó. Zoe abrió la puerta y dejó pasar al Oftalmólogo.

—Agente Lynch, ¿Cuál es el problema?—preguntó el Doctor familiar.

—Doctor Batista, ella es el problema—señale a Laura, la cual estaba sentada tranquilamente con los ojos cerrados.

—Bien, ¿Qué sientes?—preguntó el Doctor Batista.

—Pues no quiero abrirlos, porque se me hace difícil—afirmó Laura.

—¿Cómo ocurrió?—preguntó alarmado.

—Pues una puerta me golpeó en el cráneo o en la nuca, no recuerdo bien—expresó sincera.

—Creo que ya se lo que pasa—dijo el Doctor Batista sentándose en un sofá—La puerta te ha golpeado en un nervio que controla al ojo, te recomendaré unas gotas y me visitaras de vez en cuando a mi consultorio—dijo el Doctor.

—¿Cuándo cree que se sane?—preguntó Laura preocupada.

—Tal vez en unos tres días o menos—respondió—Bueno yo me retiro, que pasen un buen día, Ross llévala a mi consultorio mañana—me señaló.

Yo lo miré sin decir nada, buscando en mi mente que era lo que tenía que hacer mañana. Ahh..ya recordé.

—¿Qué le hace pensar que Ross es responsable de ella?—preguntó Courtney.

—Ross me dijo que tenía una novia muy hermosa, es ella ¿No?—señaló a Laura, la cual se encontraba aún sin abrir los ojos.

—Debería chequearse lo ojos antes de hablar, Doctor—dijo Courtney engreídamente—Yo soy su hermosa novia.

El Doctor la miro por unos minutos. Y se veía una mirada como de ¿Enserio?
Luego me miró a mi y fingió una sonrisa.

—Gran elección compañero, de las chifladas—palmeo mi espalda antes de irse del lugar.

—¡Cómo te atreves, insensato!—exclamó Courtney aventando un cojín en la dirección en la que se había marchado—Ross, deberías buscarte otro Doctor.

No era extraño que el Doctor hablara así conmigo. Pues era unos dos años mayor que yo y éramos buenos amigos. Derek Jones Batista. Aunque él prefiere que le diga Doctor.

—¿Porque? Es un buen amigo mío, y no me cobra las secciones—me hice el inocente.

—Pero, ¿Es que acaso no viste como me trato?—exclamó sorprendida, y molesta—Creyó que Lara era tu novia—me recordó, lo que ya sabia.

—Es Laura—dijo Laura con una sonrisa traviesa, como si disfrutará escuchar, ya que no veía, a Courtney así.

—Como sea—le restó importancia—Tal vez te trate bien en un principio, pero ahora ni se te ocurra hablarme—dijo Courtney poniendo su tercer dedo (🖕🏻)
en la cara de Laura.

Laura no veía pero saco una sonrisa de agradecimiento y también sacó su tercer dedo. Yo reí con ganas, revolcándome en el sillón.

—¡Tú sí ves maldita mentirosa!—exclamó Courtney acusándola.

—No veo, pero sentí una horrible atmósfera cerca mío—respondió Laura.

—¡Eres una puta asquerosa!—grito Courtney saltándole arriba a Laura.

ParisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora