15

250 25 20
                                    

Narra Laura

No sé si mi agrada mucho Carol. Pero intentaré ser lo más amable y comprensiva posible, para ver si yo le agradó por lo menos.

—Déjenme ver si entendí—dijo Carol—Laura lleva viviendo aquí dos meses, ustedes no son nada más que amigos y su sirvienta renunció.

—Aja..¿Tienes alguna pregunta sobre tu trabajo?—preguntó Ross.

—Si ¿Que tengo que hacer exactamente?

—Cocinar, limpiar, y atender a nuestras necesidades—dijo Ross enumerando los tres temas—En cocinar me refiero a hacer las tres comidas del día, ir al mercado y comprar lo que necesitas en la cocina—explicó Ross con sumo cuidado, para que cada letra de cada palabra de lo que decía se entendiera—En limpiar, me refiero a lavar la ropa, y limpiar la casa..y por último atender a nuestras necesidades, como pedirte alguna bebida, o botar la basura, cortar el césped, regar las flores y muchísimo más ¿Estás de acuerdo con todo esto?

—¡P-Por supuesto! Sería un HONOR hacer todas y cada una de sus peticiones..estoy a tu servicio Ross—sonrió Carol agradecida, como si fuera un regalo.

—Señor Lynch para ti—la reprochó juguetonamente.

Al parecer se llevaban bien, ya que por lo visto fueron grandes amigos en el pasado ¿Porque no serlo ahora? Pero la verdad es que no entiendo por qué me afecta tanto..y ni siquiera se de que manera me afecta.

—Pues iré a cambiarme la ropa—se levanto Carol y se fue a el baño de visitas.

Por fin tiempo para hablar.

—Creo que ella está bien, me retracto de haber dicho que es una mala idea, pues tiene mucho entusiasmo en hacer los quehaceres—dijo Ross con una pequeña sonrisa de lado.

—¿Ah si? Que bien, ya que me intriga mucho tu interés ¿Podrías decirme desde cuando se conocen?—pregunte intentando sonar normal.

—Pues..estuvimos en la Universidad juntos, fue mi novia y perdimos el contacto ya que me había mudado algo lejos de su casa, pero ¿Porque tan..Sherlock Holmes?—me preguntó alzando una ceja y cruzándose de brazos.(Sherlock Holmes fue un gran detective)

—¿No puedo preocuparme por mi amigo?—cuando dije amigo, me sentí..vacía—¿O es que acaso debo dejar que una desconocida para mí sea nuestra sirvienta?

—Deberías confiar más en mi Laura, si yo la dejo trabajar aquí es porque le tengo confianza, con eso basta y sobra—dijo algo rudo, mirándome con una mirada..distinta.

Este Ross que está a mi lado, no es mi Ross.

—Eres como Courtney, un estupido bipolar sin corazón que no entiende mis sentimientos..—dije fría.

—¡¿QUE DICES?! ¡Pues yo pienso que aquí la que no entiende mis sentimientos eres tú!—grito exhausto de mis quejas.

—¡Ya me tienes harta!—exclamé levantándome del sillón con brusquedad.

—¡PUES VETE!—grito Ross levantándose con brusquedad, quedando al frente mío.

—¡SI TUVIERA CASA LO HARÍA!—grite con las lagrimas saliendo de mis mejillas.

—¡OJALÁ QUE EN VEZ DE TÚ CASA TE HUBIERAS QUEMADO TÚ!

Grite. Un grito de rabia, dolor y tristeza. Le di una bofetada, es un maldigo idiota que no merece mi amor. No sabía que hacer. Así que corrí hacia la puerta de la casa y la lluvia me empapo por completo.

—¡LAURA!

Corrí aún más rápido, mis zapatos resonaban con la lluvia. Escuche sus pasos seguirme detrás de mi. No iba a parar. No iba a voltear. No quería ver su rostro. Por fin llegue a mi destino, mi departamento. Empuje la puerta de cristal y corrí escaleras arriba como una estupida que había perdido a su marido, con el maquillaje corrido y sin saber por dónde iba.

Llegue a mi departamento, que no tenía puerta, ya que se había quemado. Todo estaba negro y podrido, desde el techo hasta el suelo. Me tire en el suelo tan sucio y empecé a llorar aún más fuerte. ¿Porque lloraba? ¿Que estaba haciendo ahí? Solo me sentía mal. Pero..¿Porque el me lo ha dicho? Si hubiera sido otra persona, me hubiera importado un pepino, pero ¿Ross?

Ross entro aún más empapado que yo, su cabello estaba goteando. Y respiraba pesadamente.

—L-Laura yo..—no podía hablar bien, respiraba con dificultad—Losiento mucho bi-bichito..lo dije por qué estaba enojado, quería que me tuvieras confianza, que supieras que soy alguien en quien tú puedes confiar, no quería que tú fueras la única así, quería devolverte el hermosisimo favor..—dijo llorando, al parecer era lo mejor que sabíamos hacer.

—Ross..eso me dolió bastante, y solo porque salió de ti, una persona súper importante para mí, que me presto su hogar, su hombro, y su tiempo—dije sentándome en el suelo—Claro que te tengo confianza, pero yo quería formar parte de aquello, conocerla como tú la conoces, no solo saber si es de confianza.

Limpiamos nuestras lágrimas. Mi ropa estaba sucia, del color del carbón. Ya no me importaba tanto mi blusa, ya que se había ensuciado de café mucho antes.

—¿Sabes porque lloraba?—preguntó Ross tirándose de espaldas al suelo—Porque pensé que perdería a mi bichito, a mi mejor amiga y..

¿Que más soy yo para el? ¿Que más..?

—Y quería decirte lo mucho que te quiero—sonrió nervioso.

Claro, como amiga. Y lo divertido es, que no sabía porque estaba tan triste por aquello.

—Yo también te quiero mucho gatito bonito—sonreí dándole un abrazo, acostándonos en el suelo.

No sé cuánto duramos ahí acostados, pero me sentía bien. De repente empecé a pensar en Courtney ¿Que habrá sido de ella?

—¿Crees que Courtney vuelva?

—Supongo que no, después de todo ella cambió completamente.

—¿Crees que si me voy, ella volverá a ser la de antes?—pregunte tímidamente mientras me aferraba a su cuello.

—Ni lo sueñes, tú ahora eres lo más importante para mí, que ella se vaya a la mierda—me estrujó como si yo fuera un peluche.

—Alguna vez la amaste, de seguro la seguirás amando en tu interior.

—Te prometo que ya no la amo, tú eres la única chica en mi corazón, mi mejor amiga.

Una lagrima se resbaló por mi mejilla. No sé si lloraba por tristeza o por felicidad. ¿Porque la palabra amiga me hiere tanto?

ParisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora