Gonzalo llegó en el momento en el que yo estaba tocando fondo.
Como he explicado, Sam solía ser la de los problemas (sobre todo familiares) y yo la de la vida fácil. Pero cierto era algo que nadie conocía.
Mi vida interna sufría un gran descontento diario, acompañada de la visita continua y diaria de demonios, los cuales me comían por dentro.
En el verano donde conocí a Gonzalo y al "chico de la playa" (Adrián) fue lo que necesitaba para darme un respiro de mí misma, de la Inés de invierno, de la Inés de siempre. En el mes de junio intenté suicidarme. De pequeña sufrí continuos cambios en mi entorno familiar, lo cual cambiaron continuamente mi forma de ser, que ha llevado a que, a día de hoy, sufra tanto traumas como trastornos mentales, psicológicos y psíquicos. Adrián fue un paréntesis que me hubiera gustado más que pasara en otro verano, pero de lo cual no me llego a arrepentir del todo.
Gonzalo, como primera persona, conoció mi historia desde dentro, viendo cómo yo la estaba sufriendo y siendo él mi mayor punto de apoyo desde entonces hasta ahora.
Gonzalo ha sabido tratarme, ha sabido lidiar conmigo aun cuando yo misma le decía que era imposible. Ha sabido quererme, cuidarme, abrazarme y quitarme los males cuando nadie más ha podido, haciéndole falta solamente su personalidad y su cariño hacia mí, a lo cual le estaré eternamente agradecida, estando en un futuro juntos o no.
Debía poneros al día con mi situación sentimental porque Gonzalo es una de las personas mas importantes que existen ahora mismo en mi vida, siendo así alguien protagonista en esta historia.
