Ira

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Seung esperaba sentado sobre una vieja poltrona que Choi regresara. El Sr. Park continuaba a su lado con el rostro ilegible, en verdad no comprendía porque cuando estaba cerca del maestro Choi, su lado estúpido salía a flote a sin problemas, no solo era la verborrea si no también la torpeza los que lo habían puesto en esta situación tan compleja. Bajo la cabeza esperando fundirse en la alfombra persa bajo sus pies, antes de venir confiaba en que las cosas iban a salir a su favor, pero después de lo que hizo, se sentía bien servido con no ser expulsado de la villa a escobazos por el mayordomo, se concentró en analizar el intrincado diseño de las mándalas que no noto como el maestro Choi regreso a la habitación, luciendo ya sus ropas usuales y con una expresión estoica.

--Lamento la demora— Las palabras hicieron eco entre las paredes adornadas con exquisitas pinturas.

Di un respingo, al escuchar la voz de la persona que admiraba y con miedo levanto el rostro esperando encontrarse con una expresión nada amigable, sorprendiéndose al ver que este lucia sereno.


Se levantó de la silla y como si fuera un niño pequeño, bajo su cabeza disculpándose a grito herido con el mayor.

--¡Lo Lamentó! No fue mi intención faltarle al respeto Maestro, disculpe a este pobre idiota que desde que lo conoce lo único que ha logrado es convertirse en una carga e insultarlo continuamente—Continuo cabizbajo esperando una respuesta por parte del otro.

Choi observó a la criatura frente a él con desdén, si quería que ese niño se convirtiera en su musa, tendría que educarlo tal y como lo hizo con los dos anteriores. No podía darse el lujo de tratar con un chiquillo que vivía avergonzándose.

--¿A qué viniste Seung?— Pregunto, notando como el otro temblaba bajo su voz.

---Yo...mmm... la verdad—No sabía cómo explicarle al mayor que después de todo lo que ya había hecho por él, necesitaba de nuevo de su ayuda.

--No tengo tiempo para perder joven Lee. Si no me necesita para nada, le sugiero que se retire—Espetó de forma seca.

--¡No señor!—Se irguió de inmediato mientras con sus manos negaba.

--Venía solicitar de su ayuda, de manera urgente. En verdad usted es el único que me puede salvar en este momento—Le miro a los ojos recordando las palabras de su maestro y decano.

--¿Por lo visto tu no conoces la palabra limites Seung?, ¿consideras acaso que soy una beneficencia?— Respondió con evidente molestia.

--¡NO!, nunca maestro Choi, es solo que debido a que llegue tarde a clase y el Sr. Park amablemente apareció, tanto mi decano como mi maestro se enteraron de que éramos conocidos y me indicaron que para no perder la monitoria debía convencerlo de ir a la universidad a dictar una charla—bajo su rostro al recordar los rostros de sus superiores.

Seung Hyun observo como el menor se retraía. Claro, que se encontraba molesto por causa de la actitud anterior del menor pero el verlo en tal estado de indefensión le provocó malestar. Suspirando se acercó hasta este y sin notarlo le acaricio la cabeza con suavidad.

--Seung me encantaría ayudarte, pero no me agrada el estar rodeado de personas y más si estas son extrañas. Con los años he aprendido a sobrellevar mi vida solo, lo que me pides me temo que esta fuera de mi alcance— movió su mano hasta depositarla en el mentón del menor para luego levantar su rostro y ver esos hermosos ojos que lo hipnotizaban.

--Lo entiendo... señor—Seung susurro mientras trataba de apartar la mirada de los ojos del mayor –Debo marcharme, no debí venir a incomodarlo con mi presencia maestro Choi. Le agradezco su tiempo y me disculpo de nuevo por mi actitud—Se apartó y sin voltear a verlo camino a prisa hasta la salida.

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⏰ Última actualización: Sep 27, 2016 ⏰

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