AVISO: la historia es la misma solo modifique unas pequeñas cosas en los capitulos espero les gusten, me disculpo por tanto tiempo sin actualizar, los años y la vida pasaron, creeo que luego hare una historia sobre eso jajaja
Difruten la lectura!!!
A pesar de ostentar el título de la mejor abogada en la bulliciosa Ciudad de México, estar casada con un hombre extraordinario y tener a su lado a una hija encantadora, a quien ama con devoción a pesar de no ser su hija biológica, Victoria Mendoza se ve asediada por una sensación de incompletitud. ¿Qué será lo que le falta?
V: Buenos días, mis amores. (Le da un beso a Paula y otro a Enrique).
E: Buenos días, mi vida. ¿Cómo dormiste?
V: Bien, aunque ya no alcanzaré a desayunar. Nos vemos; tengo una cita en el juzgado.
P: Está bien, mamá. (Victoria la observa, y sus ojos se llenan de lágrimas).
V: Como me dijiste... (Es la primera vez que Paula la llama "mamá"). Me dijiste mamá.
P: Sí. (Se abrazan, y Victoria se marcha).
En el coche de Victoria, suena el teléfono.
Llamada.
C: Familia Mendoza.
V: Soy yo, Carlota.
C: Sí, dígame, señora.
V: Hoy tengo las entrevistas para el puesto de asistente. Si llegan, diles que no tardaré mucho, por favor.
C: Sí, señora Victoria, no se preocupe. Yo les diré.
Fin de la llamada.
Victoria dejó temporalmente su carrera, pero cuando Enrique cae en una depresión, se ve obligada a regresar al trabajo para salir adelante. En el trajín de la vida urbana, Victoria se sumergió en sus pensamientos mientras conducía hacia el juzgado. La radio emitía una suave melodía que se mezclaba con el constante murmullo de la ciudad. ¿Cómo había llegado a sentirse tan vacía a pesar de tener una vida envidiable?
En el juzgado, las horas transcurrieron entre reuniones y argumentos legales. Victoria, con su aguda perspicacia, dejó claro por qué era conocida como la mejor en su campo. Sin embargo, a medida que avanzaba el día, una inquietud persistente se instaló en su mente, recordándole que algo fundamental le faltaba.
De vuelta a casa, el atardecer tiñó el cielo de tonos cálidos cuando Victoria se enfrentó nuevamente a su papel de madre y esposa.
V: Hola, familia.
E: ¿Cómo fue en el juzgado?
V: Lo de siempre, Enrique. Pero hay algo que me inquieta.
E: ¿Qué sucede, Victoria?
V: No lo sé exactamente. Siento un vacío, como si algo importante estuviera ausente en mi vida.
P: (prestando atención) ¿Te sientes bien, mamá?
V: Sí, cariño, solo es una sensación extraña. Pero cambiando de tema, ¿cómo estuvo tu día en el hospital?
P: Bien, mamá. (Sonríe, pero sus ojos reflejan preocupación).
La noche cayó, y Victoria, inquieta, decidió abordar el tema con Enrique.
V: Enrique, ¿crees que todo en nuestra vida está en su lugar?
E: (pensativo) ¿A qué te refieres?
V: No sé, siento que algo falta, como si hubiera un vacío que no puedo identificar. Aunque tengo una familia maravillosa y una carrera exitosa, hay algo que no cuadra.
E: (tomándola de la mano) Tal vez solo sea cansancio, mi amor. Has estado trabajando mucho últimamente.
V: Puede ser, pero quiero descubrir qué es. Necesito respuestas.
En ese momento, tocan la puerta. Era Carlota, la leal compañera.
C: Señora Victoria, los candidatos para el puesto de asistente han llegado. ¿Desea que los haga esperar?
V: (mirando a Enrique) No, por favor, llámalos. Estoy lista para enfrentar lo que sea que el destino tenga preparado.
Mientras los candidatos aguardaban en el vestíbulo, Victoria se preparaba para recibir a aquel que sería su nuevo colaborador, sin saber que esta decisión cambiaría su vida de maneras impredecibles.
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Amor eterno
RomansaLa vida te pone a muchas personas en tu camino pero solo las correctas permanecen en el.....