Capítulo 9.

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El tiempo pasaba cada vez más lento, ya habían pasado 4 horas desde la hora acordada de su llegada, me dispuse a prestar atención al noticiero, quizá ahí saldría algo acerca del vuelo.

-Periodista: Les informamos que el vuelo B324 con recorrido Argentina-California fue encontrado hace pocos minutos totalmente destruido debido a una falla en los motores, la catástrofe ha sido lamentable, no hay sobrevivientes.
Mi corazón se rompió en mil pedazos, Isabella estaba muerta.
No lo podía creer, mi mente no podía asimilarlo, estuve 3 horas más en el aeropuerto, quizá se confundieron de vuelo y el de Isabella y sus padres sólo se había retrasado, existía la posibilidad, ¿no?
Estaba llorando desesperadamente, me acerqué a un guardia de seguridad y me confirmó lo dicho en las noticias, los 98 pasajeros del vuelo B324 estaban muertos. Mi mente se resignó a pensar que en algún momento ella llegaría; salí del aeropuerto hecha un mar de lágrimas, y es que cuándo comienzas a extrañar de verdad, sientes un dolor inexplicable en el corazón y un gran vacío entre las manos. Tomé un taxi y me dirigí a casa, las cosas empezaban a ir mal de nuevo.

-Continuará.

Muñecas de porcelana.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora