Capítulo 3.

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Fue así como volví a California y supongo que Crystal igualmente volvió a su ciudad; luego de platicarlo bastante con mis padres decidimos volver a mi país natal, estábamos en temporada navideña y antes del 24 de Diciembre viajamos, dejando atrás toda mi pasado, mis amigos, mi demás familia, la secundaria, pero en especial a Sebástian.

Cuándo llegamos no dejaba de pensar en la posibilidad de volverla a encontrar, recordaba su sonrisa, su cabello, el color de sus ojos y el vació que se reflejaba en ellos, nunca me atreví a decirle algo de aquel vació que le había visto por miedo a su respuesta, o qué sé yo. Al ya acomodarnos en una nueva casa salimos a buscar un instituto, y allí me inscribí con mi hermanastra, Dakota.

Llegó año nuevo y esperaba empezar una vida nueva, Dakota y yo entramos al instituto normalmente, viviendo ahora en la misma ciudad que Crystal esperaba poder encontrarla en algún momento.

Mis nuevos compañeros me dieron una bienvenida bastante agradable, e incluso conocí a un chico que también era nuevo en el instituto, es bastante simpático, estuvimos coqueteando toda la jornada y a la salida me acompañó a coger el bus para regresar a mi casa, antes de ello me acerqué amablemente a despedirlo de beso en la mejilla, pero me agarró de la cintura, me acercó a él y me besó, joder, era el primer día de conocernos, no tenía ningún derecho de hacer eso, me separé bruscamente de él, y al darme la vuelta pude distinguir a una chica caminando rápidamente, parecía estar enojada...

Nota: este capítulo está narrado desde el punto de vista de Scarlett.  

-Continuará. 

Muñecas de porcelana.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora