IV. SABE A...SANGRE?

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Dejé a Lizbeth con mi hermana y el niño lobo, tendré que vigilarla ya que es tan estúpida que puede dejar que media discoteca tenga lo que por territorio me pertenece. Veo que la está pasando bien... o eso creo.
La muy maldita es un manjar y ella ni siquiera se imagina en dónde se ha metido.
Desvío la vista y miro el apartado V.I.P. donde me encuentro. No hay nadie que llame mi atención.
- Oh Keitan...tanto tiempo sin verte- sentí unas manos enredarse en mi cuello y una voz seductora- Date la vuelta a verme o ya no quieres verme -me giré y ella estaba ahí...la hija del clan lobuno de París. No mentiré, es una mujer de desear y estamos en lo que podría llamarse el fin del mundo.
Anaïs y yo tuvimos unos encuentros...sí de lo que están pensando. Era divertido, ella podía soportar mi morbosidad y yo...tenía su sangre.
- Anaïs. Tanto tiempo.- le respondí con una mueca.
- Creo que tenemos algo pendiente...- sus ojos ya mostraban lo que su mente quería pero yo debía cuidar a Lizbeth- Dime que no quieres y me iré. No necesito perder el tiempo, Keitan.
- Mira An- antes de terminar de hablar ya la tenía encima mío. Me empujó en uno de los sillones del V.I.P. y se sentó sobre mi. Instintivamente mis colmillos rozaron su piel y cuando quise cobrar sentido ya era tarde para reprochar.
Salimos hacia la limusina y todo sucedió allí. Liz no existía, ahora An estaba haciendo estragos de mi y de la mejor manera. Bebí su sangre y de verdad sabía asqueroso, no podía comparar el sabor de Lizbeth...en ese momento recordé que ella estaba con Kim y eso significa que la muy zorra debe estar quién sabe dónde con un lobito de por ahí, Danveer seguro que esta ganando territorio con la princesa.
Anaïs se dio cuenta de mi exabrupto y se quitó de mi.
-¿Qué sucede K?¿Ya no te gusta divertirte conmigo?- se estaba poniendo la ropa y me miró con ojos entre tristes y pícaros.
- Es que tenía cosas que hacer allí dentro.- acomodé mi ropa y salí del automóvil ella me tomó del brazo.
- Hace un momento eso no estaba en tu cabeza- me soltó al ver que no volvería- Si no querías verme no hubieras venido- salió de la limusina y se acercó- No me gusta no recibir atención cuando el juego es de dos.- dijo y se fue hacia la disco.
Me quedé fuera intentando acomodar toda mi mente. An era hermosa, tenía un cuerpo escultural y unos ojos bonitos, su cabello era sedoso y tenía unos bellos labios; las noches con ella siempre eran de lo mejor. Pero su sangre...en verdad pareció como si sorbiera jugo podrido, por demás de asqueroso.
Por mucho tiempo ella había sido como mi sumisa y es chistoso que Liz piense que pretendo lo mismo con ella, yo sé que nunca podría ser como An; también sé que la "princesa lobo" jamás tendrá el sabor de Sweetheart.
"¡Demonios Keitan.¿Qué te pasa?", revolví mi cabello y entré a la disco. En este momento de la noche ya todos estaban sumidos en alcohol y bebiendo unos de otros, calculo que esta escena debe ser espantosa para la invitada de honor.
La busqué con la mirada y veo que está con el hermano de Anaïs, Sirhan, por lo visto la pequeña Liz se lleva de maravillas con la especie lobuna masculina. Busqué con la vista a Kim o a Dan, no estaban por ninguna parte y ellos tenían órdenes de no dejarla sola.
Me tranquilicé al recordar que ella tenía mi anillo y que cualquiera respetaría los pactos. Volví la mirada a Liz y Sirhan...estaban bailando demasiado juntos y eso es tentar contra mis límites. Decidí observar hasta dónde es capaz de llegar con la pequeña. Miré la mano de ésta y en ella tenía un vaso con un líquido rojo; yo sé mejor que nadie qué es eso y a decir verdad no creo que Sweetheart lo beba. Quedé atónito cuando llevó sus labios a aquel vaso y creí que escupiría, en cambio bebió como si fuera lo mejor del mundo. Sirhan besó la comisura por la cual caía el líquido y la abrazó, Liz no se resistió para nada.
¿Qué le han hecho que ella no ha reaccionado como una loca? Cuando me disponía a ir hacia la parejita, veo a Kim que se acerca limpiándose la boca y se queda observando la escena. Creo que ella sabe bien que tendrá una charla conmigo por lo que está ocurriendo. Danveer también se es acercó acomodándose la ropa, sonríe y les dice algo; acto seguido Liz se despide con un beso de Sirhan y salen de la discoteca.
Iba a ir tras de ellos pero quise hablar con el "lobo". Me acerqué a él que estaba en la barra y toqué su hombro, este se volvió sobre mi y le hice una seña para hablar en una oficina que tenían los de la disco que se usaba en estos casos de que los clanes tengan cosas que "resolver".
- Cuñado- dijo Sirhan riendo-¿Qué se te ofrece?
- Por favor sabes que An no me considera su pareja así que no digas estupideces- le hice seña para que se sentara en unos sillones que había en la oficina- Me interesa saber qué relación tienes con mi "cena".
- Oh, vamos cariño. Si ella fuera tu cena no estaría en una disco con tu hermana y el niño lobo- soltó una carcajada.
- Sabes que no puedes tocar nuestras cosas, es parte del tratado y ella tenía puesto mi anillo- lo penetré con la mirada.
- Keitan, sólo me gusta la chica y ya. Nada del otro mundo. No pienso matarla ni hacerle daño a tu "reservorio de sangre"- se levanta como para irse.
- Sirhan esto es serio. No quiero que contamines su sangre. Sabes que hay ciertas prácticas, que a ustedes los lobos les va muy bien, que pueden hacer que su sabor cambie- le dije cuando él ya me estaba dando la espalda para irse.
-¿Por qué quieres tener todo? No busco una aventura de una noche como lo haces con mi hermana- dice todavía estando de espaldas.
-¿ No me digas que descubrirste que la pequeña princesa es tu "media naranja"?- reí y éste se dio vuelta súbitamente.
-¿Cuál es el problema si es así? No veo el por qué de esto Keitan. Quédate tranquilo no es mi...- vuelve sobre sus pasos y se va.
Salí de la oficina y fui hacia la limusina, An me estaba esperando allí. Subí y fuimos al hotel. Debía dejar de pensar y qué mejor que saturar mis instintos con Anaïs.


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