Reborn era uno de los hombres mas deseados que podia llegar a existir. Era sexy como el demonio, tenia dinero de sobra - solo trabaja por ocio-, era inteligente, carismatico, encantador, y un millon de cosas mas que lo volvian un iman para las mujeres - y a veces hombres tambien-, por eso es que su cabeza no lograba concebir el como una adolescente que deberia estar en plena etapa hormonal - Lo que haria que le viera como una especia de Dios-le fuera totalmente indiferente.
Por que el lo habia notado desde un principio, mientras que la mayoria de sus estudiantes practicamente babeaban por el - incluso a veces habia visto a unas limpiar sus pupitres humedos despues de su clase-, la morena jamas ni una sola vez, le habia dirigido una mirada que no fuera de cortesia o respeto, es decir para ser mas claros, en sus ojos no habia ningun brillo especial como el que solian tener las mujeres a su alrededor, al principio lo atribuyo a su mente y corazon inocentes que no conocian de maldad y de temas "Pecaminosos" - un par de veces se la imagino como monja o algo por el estilo-, pero luego del pequeño Show que habian protagonizado ayer, y la mirada altanera, llena de desprecio y fastidio, se dio cuenta que su teoria estaba muy equivocada. Esa chica solo fingia ser toda dulzura e inocencia, era un cordero disfrazado de lobo, de eso estaba seguro, esa aura de superioridad que emanaba de ella cuando estaba enojada o a la defensiva se lo decia, y eso le resultaba en extremo interesante, o al menos lo suficientemente interesante como para prestarle mayor atencion a la menor y probar sus limites...
-Señorita Sawada por favor pase a resolver el siguiente ejercicio - Le llamo y vio como la morena le miraba con fastidio y caminaba hacia la pizarra
-No puedo - Dijo con seguridad mirandole directamente a los ojos sin bajar la mirada
-¿Acaso no estaba prestando atencion? - Pregunto con la ceja alzada y se pudieron escuchar varios murmuros en toda la sala
-Creo que el que no estaba prestando es usted profesor - Le contesto con una sonrisa, que estaba lejos de ser amable - Debido a que el inicio de la ecuacion es negativo, el producto seria un numero imaginario y como usted explico antes el resultado debe pertenecer al conjunto de los reales - El azabache reviso el ejercicio y logro notar su error, la verdad habia estado tan metido en sus pensamientos que no le tomo mucha atencion a lo que hacia... - Quizas si no estuviera tan distraido pensando en su "proxima victima" no cometeria este tipo de errores - Varios murmullos se hicieron escuchar nuevamente y el profesor ni se inmuto
-La ecuacion estaba destinada para que fallaran era para que entendieran que a veces no todo tiene una solucion o al menos no una que nos guste - Se justifico y la cara de la menor decia "No te creo ni media palabra" - Hizo un excelente trabajo al darse cuenta Señorita Sawada puede volver a su puesto
-Con su permiso - Mascullo entre dientes y se fue a su asiento, maldito mentiroso...
Una vez la clase termino el profesor fue a tomarse un cafe en el aula de profesores y por primera vez decidio quedarse junto a la ventana y mirar a los estudiantes. Por un momento una mata de cabello castaño se le cruzo y se le quedo viendo. Por lo que podia ver la morena no tenia muchos amigos o mejor dicho no tenia ninguno, simplemente estaba sentada sola debajo de un arbol comiendo unas galletas y escuchando musica con sus grandes auriculares naranjos. Era extraño se habia imaginado a la castaña como alguien mas popular, es decir era linda, dulce y amable ¿Por que el resto parecia alejarse de ella como si tuviera alguna enfermad contagiosa? Curioso...
-Te advierto que si sigues por este camino no te ira bien - Escucho decir a su espalda y al girar la mirada se encontro con el profesor de filosofia y psicologo escolar, Fon
-¿La conoces?- Pregunto interesado y el de rasgos chinos suspiro
-Ella es la hermana menor de mi sobrino la conozco desde pequeña
ESTÁS LEYENDO
De Amor, Guerra y Otras Disputas
Romance-Vete al diablo - Dijo la morena con una sonrisa que mostraba fastidio -Sólo contigo - aprisiono con sus brazos el cuerpo de la castaña contra la puerta -Se Mia - Susurro coqueto en su oido disfrutando el pequeño estremecimiento en el cuerpo de la...