Especial San valentin:

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este es una especial que llego algo tarde, en el Tsu tiene 10 años;

San valentin era un dia hermoso el cual lo pasabas junto a tu enamorado y hacian varias cosas romanticas y rositas por decirlo lo menos. Que lindo ¿no? Pues no. Ella odiaba el dia de san valentin, algo en ese dia la ponia de los nervios, quizas porque nunca desarrollo esa parte de su cerebro que le decia que el rosado era mas que un estereotipo y que regalar chocolates no era exclusivamente par sobornar a alguien. En pocas palabras ella no entendia el dia y tambien le molestaba el ser obligada a regalar chocolates a los demas. Es decir eran sus dulces ¿porque deberia darselos a alguien mas? No tenia sentido.

Suspiro mientras terminaba de envolver los ultimos chocolates que le habia dado su Mama para que repartiera. Chocolates que deberian ser suyos, pero que debia compartir. No debia ser egoísta. Bla puras tonterias, no era su culpa que sus amigos y conocidos fueran tan asociales que las personas tenian miedo de acercarseles. A fin de cuentas ella les habia conseguido amigos, raros y de dudosa reputación pero amigos después de todo.

Volvio a suspirar y comenzó con su labor de repartir chocolates. Primero a Xanxus-nii y a todos su amigos locos que mas que amigos parecian sus lacayos, pero ya que fue ella quien le consiguio esos "amigos" se mantendria callada sobre el asunto. Luego venia su Dino-nii a quien no le veia el punto de darle chocolates si cada año llegaba con un saco de regalos pero segun su Mama su hermanito se deprimiria mucho si no le daba. Bah puras patrañas, el rubio era un codicioso al que le daria diabetes por tanto chocolate. Tambien estaba su Alaude-niisama y sus amigos o conocidos... No estaba muy segura pero si le seguian a todas partes significaba que se llevaban bien ¿cierto? Eso asumia ya que todavia no los habia arrestado... Que ella supiera. Aunque debia admitir que le gustaba darle dulces a su Alaude-niisama porque el era como un ¡Principe! Y era todo suyo, siempre era bien recibido el beso en la mejilla y el agradecimiento. Por otra parte ya le habia enviado a Shi-chan y a Haya-chan sus chocolates a Italia, estaba emocionada por verlos de nuevo en sus vacaciones.

Ya solo faltaba entregarle los chocolates a su hermana y ¡Aun le sobrababa una caja! Viva, si podria comer chocolates a final de cuentas. A paso lento y tranquilo fue a la escuela de su hermana, su Mama le habia dado permiso de ir a recogerla sola, ¡Ya no era una niña Tenia 10 lindos añitos! Por lo que podia andar sola por la calle. Ya solo faltaban un par de cuadras para llegar cuando vio algo que le llamo la atencion ¿una lagartija? No era algo mas... ¡Un camaleon! Si, era eso. Con curiosidad siguio al animal por un callejon donde se encontro con algo inesperado. Un chico bastante maltratado e inconsciente. Su primer instinto fue llamar una ambulacian pero cuando el camaleon se subio a su celular y nego con la cabeza creyo que quizas no seria una buena idea.

Se mordio el labio y saco el botiquin de primeros que siempre cargaba con ella-  Que podia estar o no relacionado directamente con el que sus hermanos se pelearan todo el tiempo- y comenzo a tratar sus heridas una a una, asegurándose de desinfectar bien las heridas antes de vendarlas y aunque le llevo un tiempo logro atenderlo debidamente. Para cuando termino el azabache se veia mejor y su respiracion era mas tranquila y no parecía medio muerto. Sonrio satisfecha por su trabajo colocandose de pie. Cuando estaba por irse miro una ultima vez al extraño de patillas y suspiro, si alguien iba a necesitar chocolates para alegrar su dia hoy, en definitiva era ese tipo. Con pesadez coloco su caja de chocolates bajo sus manos y se fue dando saltitos sintiendose como una buena persona ¡Mama estaria orgullosa de ella!

Decir que le habian dado un paliza era poco. Pero tampoco era como si le importara demasiado. Desde niño habia estado solo teniendo que aprender a defenderse por su cuenta. Aunque ya habia logrado crecer mucho desde entonces y se habia vuelto alguien de temer, todavia no era imbencible, por lo que no era inmune a emboscadas como la que le habian preparado. La vida era una mierda... Siempre tuvo que pelear con uñas y dientes para salir adelante y ahora que finalmente lo estaba por lograr estaba al borde de la muerte. Este era un mundo cruel lleno de personas aun mas crueles.

De repente noto como su cuerpo era movido con suavidad y cuidado y aunque quiso abrir los ojos estos no respondieron. Aun asi se mantuvo quieto y se dejo ser, ya nada peor podian hacerle. Una sorpresa fue cuando se dio cuenta que en lugar de hacerle mas daño le estaban curando. No sabia quien era pero su toque se sentia calido y reconfortante. El alivio llego a el cuando sus heridas fueron curadas, pero tambien un nuevo sentimiento invadio su ser. El no deseaba que esa calidez se fuera, pero aun asi se mantuvo estático en su puesto. Hasta que pudo sentir como dejaban algún tipo de caja debajo de sus manos y escucho unos pasos que le hicieron abrir los ojos. Una niña de brillante y largo cabello chocolate. Ja una niña le habia salvado y ademas le habia regalado unos chocolates... Quizas este dia no fuera una perdida despues de todo...

De Amor, Guerra y Otras Disputas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora