Dino-nii

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Para Dino habían muchas cosas que le eran preciadas e importantes. Su familia, la empresa que le habian legado sus padres, sus subordinados, sus amigos, entre otras. Pero habia una sola cosa que era mas importante que todo, su mas grande tesoro y ese era nada mas ni nadie menos que su adorada hermanita menor Tsunange o su Tsu-chan como preferia decirle. Quizas se pregunten. ¿Porque esta joven era tan importante en la vida del rubio? Bueno la respuesta era simple. Ella le salvo...

Despues de la muerte de sus padres Dino estaba perdido, solo y sumido en una profunda oscuridad de la que no creyo nunca salir.... Hasta que la conoció a ella. Podia recordar perfectamente aquel maravilloso dia...

Flash back:

Ya habían pasado unos dias desde el funeral de sus padres y hoy el abogado de la familia debia hablar sobre los terminos del testamento, y sobre  quien se quedaria con sus custodia, a el realmente no le importaba nada de eso, tan solo deseaba desaparecer y huir de aquellos atemorizantes adultos, pero ahora que sus padres no estaban debia hacerse cargo de la empresa familiar, debia ser fuerte y enorgullecer a sus padres o al menos eso le habian dicho...

-Lamento la demora pero Tsu-chan vino a italia para ver a su Papi y no la pude dejar sola - Se explico el rubio con ojos brillante mirando a su tesorito que seguia detras del- Espero que no sea un inconveniente que la trajera conmigo

-oh asi que esta es la famosa Tsu-chan - Hablo el mayordomo de Dino, un pelinegro de nombre Romario-Muchas personas me han hablado de ti ademas de tu padre, es un gusto poder conocerte finalmente - se agacho a su altura y la menor salio de detras de su padre

-El gusto es mio - hizo una leve reverencia con una dulce sonrisa en su rostro

-Es un hermoso vestido el que traes puesto - le dijo logrando hacerla sonreir mas grande. Traia puesto un Kimono rojo de seda con flores naranjas y amarillas, de mangas largas que sobrepasaban sus manitas, con falda redonda de varias capaz de distintos tonos de naranjos. Era el verdadero vestido de una princesa

-¡Muchas gracias! ¡Fue un regalo de Papi! - sonrio con un hermoso brillo en sus ojos, que logro sorprender al rubio menor que estaba escondido mirando todo detras de la puerta entre abierta del despacho

-¿Y quien es este amiguito?- pregunto haciendo referencia a un conejo de peluche negro con un traje rojo y blanco que la menor sostenía con cuidado

-Es Kuro-chan, es mi mejor amigo, el me protege de la oscuridad y de las cosas que dan miedo - sonrio abrazando al conejo de felpa con cariño

-Oh es un caballero muy valiente entonces - comento viendo como la pequeña se aferrava con infinito cariño a su conejito

-Bueno, Tsu-chan ¿Porque no vas a jugar al jardin? Los adultos tenemos que hablar-  le hablo su padre

-¡Si Papi!- Respondio la pequeña de manera obediente

-Muy bien, te ire a buscar cuando termine la reunion ¿entendido? - La menor asintió

-Hasta pronto señor, espero que tenga un buen dia- se despidio con un leve reverencia y  se dio la vuelta para aventurarse en el jardin

-Es una niña muy especial - Dijo Romario viendo como la pequeña se iba con una sonrisa

-Ella es mi pequeño milagro

-¿Y sus otros hijos tambien estan aqui? - preguntó con cortesia

-¿Quienes?- alzo la ceja y medito un poco las palabras del azabache - oh ellos, no, se quedaron en Japon con Nana

-Debe sentirse bastante solitaria al estar sin sus hermanos

-No los necesita me tiene a mi-Su mirada se volvió algo extraña y Romario prefirio no abordar mas el tema -¿Comenzamos?

De Amor, Guerra y Otras Disputas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora