Capítulo 3

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                Vine exhausta de mi aburrido, pero primer día de clase en el que me dieron la charla más pesada y larga de mi corta vida de tan solo dieciocho años. Por lo menos me tocó a una compañera genial. África era fantástica. Mi infancia exactamente no estaba llena de muchos amigos y África ha sido la única que se ha interesado en conocerme. Espero que no la pierda nunca.

Mi padre tan puntual como siempre fue a recogerme a la universidad. La próxima semana, hasta creo que más o menos terminar la universidad, estaré viviendo en el piso que tiene mi tía ya que esta se ha mudado a Madrid. Me da mucha pena porque era como la hermana que nunca tuve. Le contaba todo lo que me pasaba, que chico me gustaba y con quien me había peleado. Estar ahora muy lejos de su lado me va a costar.

Nada más llegar a mi casa mi madre tenía la comida encima de la mesa. Ya no tendré más la comida preparada al mismo llegar al piso cuando viva sola. Pero llegar a ser independiente resta todo lo demás. Es lo mejor, el saber que has crecido, que has madurado y que has llegado hasta ahí con buenas etapas y con malas también.

Comí lo más rápido posible ya que quería ver vídeos en YouTube. Nunca me viene mal y siempre me sacan esa sonrisa que tantas veces necesito.

Busque en la barrita de arriba "Celopan". Subió nuevo vídeo ¡Perfecto! Este se titulaba "ARENA LEGENDARIA O ME PINTO!! - Clash Royale con Ollie" y sin pensármelo dos veces pinche en este.

Salía con un chico que me sonaba mucho. Estuve mirando todo el rato al sujeto de ojos azules y cabello castaño. No encontraba la razón de por qué me sonaba tanto. Después de ese vídeo busque el canal de aquel chico. Me mire algunos vídeos y parecía bastante gracioso y también guapo. Bueno, bueno, Alya no te flipes, es uno del montón y con suerte.

Me quede alrededor de tres horas seguidas viendo vídeos de Ollie, si así era su canal, bueno en realidad era OlliegamerZ, pero eso da igual.

-Alya, sal a darte una vuelta, ¿no?- Puedo decir con seguridad que mi madre me pego uno de los sustos más grandes de mi.

-Joder, mama me asustaste. ¿Quieres llamar antes de entrar?

-Y tú, ¿Quieres quitarte los cascos para poder oírme?- En esta discusión gano ella, pero en la próxima estaré mas atenta y en mi cabeza me empecé a reír como una malvada. Si alguien me estuviese leyendo el pensamiento se estaría riendo de mí.

-Si tú lo dices.

-Venga sí, que te hace falta. Por cierto, yo me voy a Murcia a comprar unas cosas que me dijo tu padre ya que el no puede ir. ¿Vienes?

-Bueno, vale.- Le sonreí.

-Pues vístete rápido.- Solo asentí.

Tras tardar media hora entre llegar y aparcar donde hubo espacio llegamos al establecimiento donde compraría mi madre lo que quisiese comprar. Me estaba empezando a cansar de estar ahí y no llevaba allí ni quince minutos. Quería darme una vuelta ya que Murcia me gusta mucho y aunque viva cerca casi nunca vengo aquí.

-Mamá, ¿puedo darme una vuelta? Te prometo que no estaré más de media hora.

Mi madre pasaba completamente de mí. Se lo volvería a decir pero me dirá que no, la conozco. Mamá por favor que tengo dieciocho años que equivale lo mismo que ser adulta. A sí que solo le diré "¿Me dejas?" a ver si pasa de mi o para que la deje en paz me dice algo.

-¿Me dejas?

-Por favor, Alya déjame comprar. Mira para que me dejes tranquila, si, date esa vuelta. Pero aquí en menos de media hora.

¿Qué? ¿Me había escuchado? Confirmado, mi madre pasa de mí hasta cuando me escucha. Cuando me respondió solo moví mi cabeza con una especie de asentir mezclado con algo de confusión.

No conocía mucho Murcia a sí que fui a "explorarla". La verdad es que Murcia es preciosa, no sé que tiene la gente con que es horrible. Decidí ir a la plaza que no anda muy lejos de la catedral. Cerca de allí vi a unos chicos montando en skate y he de decir que no lo hacían nada mal. Había cuatro chicos los cuales dos de ellos era evidente que son menores que los otros dos.

Me quede un rato mirándolos, pero aparte la mirada cuando vi que me mandaron un mensaje. El emisor del mensaje era mi tía Sara la cual me decía que si algún día quería pasarme por Madrid que ella no tendría problema en dejarme una de las habitaciones de su casa. Yo le conteste con un "Okay" y dos emoji lanzando besos. Soy bastante sosa a demás no me quedan nada de datos a sí que elimine el mensaje ya que con mi falta de Internet no le iba a llegar. Cuando llegue a mi casa le diré algo menos aburrido.

Al levantar la mirada de mi móvil vi como uno de los chicos me mira y retiro sus ojos de mí. Me puse nerviosa, nunca he tenido novio y solo tuve un amigo chico. Mi vida no había estado muy llena de socialización. Soy muy introvertida en cuanto a relaciones con los chicos.

Vi como uno de ellos posaba su chaqueta en un banco. La verdad es que hacía mucho calor no voy a negarlo. Murcia es muy calurosa, pero muy bonita también.

Después de quince minutos o así los chicos se fueron. Lo recogieron todo menos la chaqueta de uno de los mayores. Se iban riendo y sonriendo seguro por tonterías y coñas de amigos. Ojalá eso. No pude evitar mirar la chaqueta mucho rato. ¿Y si se la roban? Voy a cogerla y devolvérsela.

Cogí la chaqueta y me encamine para llegar a ellos lo antes posible. Pero... ¿ahora como se la doy? Soy demasiado tímida. Venga Alya, tú puedes. Me arme de valor y ande más rápido para poder alcanzarlos. Una vez que lo hice tartamudee, como siempre.

-Pe-perdón. T-te has de-dejado la chaqueta en el banco. Vi-vine a devolvértela.- El chico que se la dejo miro para atrás.

-Oh. Muy amable de tu parte.-Me sonrió, no pude evitar sonreírle yo a él también.- Un momento. ¿No eres tú la chica con la que tropecé en la universidad?

No puede ser. No me di cuenta, era él, era Ollie. Me daba corte no saber su nombre.

-Si, parece que si.- Me extendió la mano.

-Encantado, soy Sergio.- Sergio. Bonito nombre, me gusta mucho. Le extendí mi mano y le dije igualmente.- ¿Quieres venir a darte una vuelta con los tontos de mis amigos y yo?

Dios. ¿Y ahora que digo? No les voy a decir que no, sería muy maleducado de mi parte.

-Bueno, pero dentro de quince minutos o así me tengo que ir.

-Perfecto. Al menos nos dará tiempo a conocernos.

Verdaderamente parece muy simpático como en sus vídeos. Hizo una mueca de estar pensativo y al cabo de segundos me dijo.

-Creo que nunca había conocido a una pelirroja con ojos azules tan claros y piel tan pálida...- ¿Se estaba burlando de mi o algo?-...y tan mona.- Mis mejillas se coloraron hasta alcanzar el color del mismísimo fuego, ya que mi piel, como dijo él, es muy pálida. Me agache para que no se diese cuenta y después de eso nos dimos una vuelta, los conocí bastante bien y eran majísimos. Sergio y yo no superábamos los tres años de diferencia de edad. Descubrí que no tenia veintiún, como aparentaba, sino veinte, pero pronto cumplía los veintiún a sí que no me había equivocado tanto.


~Nunca pensé que mi vida se derrumbaria por ti~Where stories live. Discover now