Capítulo 10

270 12 0
                                    

                    Por fin en donde quería estar después de tantos años. El lugar en donde te encontré a ti, mi maravillosa Alya. No he podido olvidarte después de tanto tiempo y mira que lo he intentado. He salido con muchas chicas que no han conseguido que salgas de mi cabeza. Y aunque solo fuimos algo tan simple como mejores amigos llegaste a mi corazón como si fueses mi alma gemela.

Puede que seamos eso o únicamente conocidos que no se ven en cinco años, pero Alya, te amo.

No tengo ni idea de donde puedes estar, preguntaré a todo el mundo si es necesario para poder encontrarte. No descansaré.

En un lugar no demasiado alejado del anterior.

No tenía apenas ganas de tener que ir a cenar ahora con Pablo. No es que me caiga mal ni nada solo que no quiero nada con él y tener que estar dos horas o más desaprovechando mi tiempo para decir que no quiero salir con él lo veo bastante innecesario, pero bueno ya me comprometí a sí que voy a prepararme.

Después de peinarme y que mi madre me diera consejos de belleza tocaron al timbre y era Pablo. Solo le sonreí.

-Hola.- Dijo él muy feliz.

-Hola.

-Estas guapísima.- Dijo algo sonrojado.

-Gracias.- Dije sin que mis mejillas se colorasen ni un poco y eso era muy raro en mí, siempre que me decían algo los chicos me solía poner colorada. ¿Eso significa que voy cogiendo más confianza por decirlo así o cómo va esto? Espero y deseo que sea así. Estoy harta de ser la Alya tímida que con la mínima palabra se sonroja.

-¿Vamos?- No me acordaba ya que Pablo estaba aún allí.

-Sí, claro.

Tras estar como quince minutos en el coche y sin decir ni una palabra llegamos a nuestro destino. Un hermoso, pero algo antiguo restaurante de la ciudad. Solía ir siempre a cenar con mis padres aquí.

Pablo me abrió la puerta del coche para que bajase, entramos y nos sentamos en una mesa que estaba al lado de una ventana enorme en la que de pequeña solía quedarme embobada cuando la gente pasaba. Él se quedó de espaldas a esta. Ahora tocaba estar unas dos horas interminables con alguien que apenas conozco. Va a ser una noche muy larga.

Una hora después.

Ya habíamos comido y él me empezó a contar su vida.

-Buen, yo nací en Madrid, pero tuvimos que venirnos a Murcia porque era el único sitio en el que mi padre pudo encontrar trabajo.- Apoyé mi codo en la mesa y deje caer mi cabeza en mi mano mientras asentía a todo lo que me decía. Centré mi mirada en la ventana. Pablo seguía contándome su vida sin cesar. Entonces vi a un hombre que le preguntaba a una mujer algo relacionado con una foto. Me fijé en esa foto era...¡Yo! ¿Qué mierda estaba preguntando ese hombre? Le miré y me resultó tan familiar.

La mujer le negó con la cabeza y él hizo un gesto de frustración. Luego miró por la ventana y nuestras miradas se cruzaron. Por uno segundos se paró el tiempo. En ese momento me di cuenta de quién era. Alex, mi antiguo mejor amigo. Salí corriendo del restaurante para encontrarme con él mientras Pablo me pregunta que adónde iba.

Al salir nos abrazamos. Era uno de los tantos abrazos que recordaba. Se sentía genial, parecía que no había transcurrido tiempo alguno desde que no nos veíamos, pero al recordar que me abandonó sin decirme absolutamente nada me separé inmediatamente y retrocedí.

-¿Qué pasa?- Dijo él algo confuso.

-¿Qué haces aquí?- Dije mirando al suelo y cogiéndome el brazo izquierdo con la mano derecha.

~Nunca pensé que mi vida se derrumbaria por ti~Where stories live. Discover now