A Weird Love ♡ Un extraño amor

16 ~ ¡SCABBERS!

¡SCABBERS!

POV Fred
La copa de quidditch era nuestra, habíamos ganado y celebrado como nunca.

Desde la entrada de Sirius a los dormitorios no se había sabido nada de él.

— ¿A dónde van? Creí que hoy sería la ejecución de buckbeak.

Harry, Ron y Hermione iban en dirección a la casa de Hagrid.

— Tal vez quieren ayudar —respondo con una mueca.

— Voy a seguirlos —Alex avanzó hacia ellos.

George y yo le seguimos de cerca. El trío de oro estaba hablando con Hagrid cuando llegamos.

— Después de todo, Scabbers sigue viva —comentó George viendo como el guardabosques se la daba a nuestro hermano.

Alex volteó asustada, reclamando que no debíamos seguirle a todos lados. Después se quedó viendo a un punto fijo, ella señaló algo pero cuando volteamos no había nada.

— Vengan conmigo —ordenó— Aquí estaba mi padre, debe buscar algo y averiguare lo que es.

— ¿Tú padre? —preguntamos George y yo al unísono.

Si de verdad su padre estuviera ahí, Dumbledore u otro profesor lo hubieran visto.

POV Alex
Hermione, Ron y Harry habían salido de la cabaña de Hagrid con Scabbers. La rata parecía inquieta, retorciendose entre las manos de su dueño, y se movía cada vez más conforme avanzaba hacía nosotros.

Todo pasó tan rápido. Detrás de una columna salió un perro negro, Scabbers comenzó a chillar. El perro negro, mi padre se abalanzó sobre Ron y se lo llevó hasta el sauce boxeador.

Hubo gritos. El sauce boxeador no dejaba de lanzar golpes en el aire, tenía que arriesgarme. Hermione y Harry lograron entrar, siguiendo a mi padre.

— Esperen aquí, quédense vigilando.

— No te dejaremos ir sola, es peligroso —George se apresuró a decirme.

Si, era peligroso. Precisamente esa era la razón por la que quería que se quedarán, no arriesgaria sus vidas.
Los abracé y corrí directo al sauce boxeador, casi me derriba pero me sujete de una de sus ramas. Mi puse de cuclillas sobre ésta y salté para acercarme a la entrada.

— ¡Es un animago! —exclamó Ron, con la voz temblorosa.

Me acerqué al lugar de donde provenían las voces, ahí estaba mi padre, cubierto de suciedad y desnutrido.

El lugar era una casa antigua. Las voces se filtraban con bastante claridad entre las paredes. Para cuando llegué todos estaban sin varitas.

— Si supieras toda la historia...

Escuche a mi padre decir en voz baja, dirigiéndose a Harry.

— ¡Los entregó a Voldemort!

— Al menos escuchalo, Harry. —hablé poniéndome entre mi padre y él.

— Tienen que escucharme —dijo mi padre— Lo lamentaran si no... si no comprendes...

De pronto, el medio de la discusión, se escucharon unos pasos amortiguados.
Era el profesor Lupin, quien despojó a Harry de su varita, y con emoción contenida preguntó:— ¿Dónde está Sirius?

Mi padre señaló había Ron. Lupus comenzó a hablar con él, no entendía a que se refería y probablemente no era la única. Lupin bajó la varita, acercándose a Sirius y abrazandolo.