A Weird Love ♡ Un extraño amor

35 ~ ¿QUÉ ESTÁ PASANDO?

¿QUÉ ESTÁ PASANDO?

6 años antes

Alex Beckham acaba de cumplir los once años, constantemente siente la presencia de alguien observandola, vigilando sus pasos. Ha salido corriendo de la escuela siendo perseguida por algunos compañeros quienes la culpan por lo ocurrido en clase de química.

Ella jura no haber hecho nada fuera de lo normal a su mezcla, más sin embargo ésta explotó llenando la piel de los estudiantes cercanos de ronchas. Los afectados eran los que iban detrás de ella, sus compañeros exigían saber que había hecho, conocer si les había caído algo tóxico. Alex sólo respondió "si me alcanzan les dire" y emprendió carrera, ni siquiera ella sabía que componente de la mezcla había causado tal efecto en sus compañeros.

Faltaba un buen tramo antes de llegar a su casa y tenía que despistados de alguna forma. El tiempo se le había ido cuando escucho voces e intentó conseguir donde esconderse, la calle contaba con una cabina de teléfono y al no haber otra posibilidad de escondite cerca se quitó el suéter para tapar su mochila e ir hacía la cabina.

Cerró los ojos concentrándose en las voces y cuando dejó de escucharlas se giró sobre su eje. Una expresión asustada al ver un mechón de cabello verde cayendo sobre su hombro, caminó hasta su mochila en busca de tijeras para cortar el mechón pero esté se había ido.

Esa tarde al llegar a su casa, su hermano le anunció que había correo para ella. Las cartas estaban en la mesa, un sello rojo destacando entre las últimas cartas. Buscó su nombre en casa una y al estar a dos cartas de ver aquella con el sello rojo, vio desaparecer ésta con un clic soñando en su cabeza.

¿Acaso estaba alucinando?

Lo mismo ocurrió durante un tiempo y el día que dejó de "haber una carta para ella" se extraño. En realidad existía aquella carta con el sello rojo pero siempre que intentaba agarrarla desaparecía.

Sin embargo no era lo único extraño. Ahora su lista de reportes había incrementado, llevaba un historial de bromas a los estudiantes y cada vez que negaba haber hecho algo en específico (de lo que ciertamente desconocía la causa) le daban doble reporte. Algunas veces, dónde había aparecido el mechón verde, aparecía un color rojo o azul al cual dejó de tomarle importancia.

*

Al pasar el tiempo se había propuesto descubrir sus habilidades -el cómo funcionaban-, frustrandose cada vez que fracasaba. Una vez, resignada, pateo un bote y enseguida su interior se incendió dejando sólo cenizas y la alarma contra incendios sonando escandalosamente entre los pasillos.

Su amigo le insistió toda la tarde en que le dijera como lo había hecho, sin ningún agente de combustión. Alex sólo se podía concentrar en lo que había pasado, no entendía el funcionamiento de aquellos 'poderes' como ella les llamaba. Su único amigo había visto el contenido del bote encenderse de la nada, perturbando la mente de Alex son dejarle posibilidades de analizar claramente lo que había ocurrido.

Llegando a su hogar se paró en seco antes de abrir la puerta, sintiéndose observada. Buscó por los alrededores, por un segundo creyó ver unos ojos detrás de la barda pero al volver la vista a ésta no habían tales ojos.

La noche cayó y ella aún seguía pensando en todos los sucesos extraños que habían ocurrido. Dejó escapar un suspiro de resignación antes de cerrar los ojos, durmiendo a los pocos minutos.

POV Alex
Desperté por el sonido de un llanto, intentando no moverme mucho me coloqué unos zapatos, acercandome a la cuna donde Cedric aún dormía mientras su hermano sollozaba. Cargué a Draco para darle de comer y arrullarlo.

Pensando en mi reciente sueño, me preguntaba si en efecto lo era o si se trataba de un recuerdo.

Cuando dejé de escuchar sonido alguno me levanté para dejarlo con su hermano sin embargo no estaba en mis brazos, traía puesto un uniforme y me encontraba en el pasillo del sueño.

— Alex. Alex, ¿cómo lo hiciste?

— ¿Qué haces? ¡Detente Alex!

Llamas frente a mis ojos.

— Ibas a chocar con la pared ¿te sientes bien?

Parpadee en confusión. Estaba devuelta, con Cedric en mis brazos y a unos pasos de distancia de la pared.

— Estaba viendo mi sueño, parecía que estaba en el pero se sentía como algo más... como sí

— Fuera real —completó George.

Con un movimiento de cabeza rectifique lo que había dicho y puse a Cedric de vuelta en su cuna.

Fred estaba recargado sobre el barandal de la cuna, observando a nuestros hijos dormir. Hablando sólo para mostrar que está de acuerdo con lo que decimos.

— No éramos unos expertos en el hechizo desmemorizante cuando te lo hicimos —se encogió de hombros— Era probable que esto pasará.

— Son como lagunas. Podríamos utilizar un pensadero para librarte de esos recuerdos y sólo vernos cuando lo desees. —George me tomó de los hombros haciéndome caminar de vuelta a la cama.

— Ahora de vuelta a la cama. Tenemos que descansar  e ir a comprar la túnica que será tu uniforme.

— Como digas —bostece— George.

No estaba muy segura de seguir reteniendo aquellos recuerdos. Me hacían sentir incompleta al saber que estaba lejos de lo que durante la mayor parte de mi vida había considerado hogar. A la vez no quería perderlos y olvidar como crecí.

Tenía una batalla mental hasta que volví a caer dormida, recostada sobre el pecho de Fred, con George abrazandome por la cintura.

Debía tomar la decisión con la que me sintiera cómoda porque en este caso no había una decisión incorrecta, al menos no para mí.

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Sólo falta el epílogo 😆

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