A Weird Love ♡ Un extraño amor

28 ~ FAMILIA

FAMILIA

POV Alex
¿Han sentido un dolor físico al mismo tiempo que uno sentimental? Pues es lo que me ocurre ahora, no quería creer que Cedric había muerto ni mucho menos me esperaba empezar el trabajo de parto el mismo día. Las contracciones eran cada diez minutos al llegar al hospital -no soportaba aquel dolor- y apretaba las manos de los gemelos cada que tenía una.

Molly llegó minutos después, cuando ya estaba dentro de la habitación maldiciendo.

— Mamá... Mamá... No puedes pasar.

Las palabras se escuchaban como murmullos al estar alejados, impidiendo hacer de mi conocimiento  quién hablaba con la señora Weasley.

Una medimaga se acercó a mi camilla, preguntando cada cuanto tenía las contracciones. Fue George quién respondió, mientras yo apretaba la mano de Fred por el dolor que me invadió en ese momento. Al momento la medimaga se marchó, indicando que vendría alguien para empezar con el 'proceso'.

*

Estaba agotada, mis parpados se sentían pesados.

— Tenemos que revisar sus signos vitales —todo parecía borroso, sólo distinguía las voces sin saber quien hablaba.

Alguien se acercó a mi con un bulto blanco en sus brazos, era mi bebé. Apenas lo pusieron en mis brazos le sonreí.

— No respira bien, llevenlo al área de observación.

Al escuchar aquello me preocupe, aferrando a mi bebé. Ahora sólo había un gemelo a mi lado, sujetando mi mano, pero no veía al bebé en mis brazos sino al frente.

Quise levantarme pero George me lo impidió diciendo que Fred se encargaría. ¿De qué  se encargaría? Mi bebé estaba bien y su respiración era normal, ¿por qué se lo querían llevar?

— Pensé que habían dicho que sólo era más pequeño... ¿Estará bien?

— No podemos dar un veredicto hasta terminar con los estudios.

El diálogo que se efectuaba en aquella habitación aumentaba mi miedo, mi bebé estaría a salvo, tenía
el tamaño normal y no sabía porque decían lo contrario...

— Estará bien. Pronto estará con su hermano, ya verás —Fred regresó a mi lado.

Su... Ahora tenía sentido, y me arrepentí de no venir antes al hospital de San Mungo. En la enfermería de Hogwarts no podían más que decirme si estaba saludable pero si hubiese tomado la decisión de venir al hospital no sólo me habría enterado de que eran dos sino que también hubiera sabido del estado de salud de ambos.

Supongo que me deje llevar por la preocupación del torneo y no pensé en que serían necesarios otros chequeos aparte de los que me practicaba la señora Pomfrey.

La culpabilidad y tristeza no querían salir de mi interior. George y Fred intentaban tranquilizarme diciendo que todo mejoraría pero sabía de antemano que eran promesas vacías, cosas que se dicen en los peores momentos con la esperanza de que así sea pero el futuro es incierto.

Cada tanto uno de los gemelos iba al área de observación para estar al pendiente de lo que pasaba con el otro bebé, no decían nada al regresar aunque sus ojos rojos me decían que no iba bien. Lo único reconfortante fue cuando vi a mi padre, lo abracé con toda la fuerza que me quedaba e intenté sonreír cuando me dio la buena noticia de que lo habían dejado libre.