ángel caído » liam dunbar

capítulo 7

Estaba sentada en el baño de los chicos, con la cabeza entre mis rodillas y agarrandome el pelo.

— No puedo creer que por poco me convierto en un monstruo delante de toda mi clase —dije— ¡Soy terrible, joder!

— Deja de decir que eres un monstruo, porque no lo eres, —dijo Liam— no todos los monstruos hacen cosas monstruosas.

— ¿Me estás vacilando? —le dije— Tu perfectamente sabes que podía haber hecho alguna locura allí dentro sino fuera porque tu estabas sentado al lado mío.

— No lo sabemos Leyla, no has atacado a nadie en las ¿dos, tres? veces que te has convertido sacando las garras. Y eso que dices de que gritaste... ¡solo le escuche yo! ¡Nadie más!

Suspiré y le miré. Él estaba arrodillado enfrente mío, mirándome preocupado. Pero de repente sonrío.

— ¿Ahora por qué sonríes? —dije intentando esconder mi sonrisa.

— Me gusta verte con el entrecejo, realmente pareces seria.

— Estoy seria.

— No lo creo —dijo— No deberías, no has hecho nada malo. No estabas bajo tu control.

Le miré de nuevo a los ojos, los cuales no podía dejar de pensar que eran preciosos, y una sonrisa involuntaria que salió de mis labios. Palmeé a mi lado para que se sentara ahí, y lo hizo, pasando su brazo por encima de mis hombros.

— ¿Por qué eres tan bueno conmigo? No tienes porque serlo —dije— No me conoces de nada.

— No, no tengo porqué. Pero quiero serlo, quiero ayudarte —dijo.

Y por un momento en los pocos días que llevaba aquí, me sentí segura. Así, entre sus brazos. Me sentía en el cielo, incluso habiendo sido desterrada de este.

Y no sé por qué me sentía así, pero quería sentirme así para siempre.

Hasta que alguien abrió la puerta del baño. Y ese alguien, era Stiles.

— ¡Dios, perdón! —dijo casi en un grito que hizo que nos separáramos ambos de golpe— ¿Qué digo? ¡No lo siento! ¡Sois pequeños, muy pequeños! No tenéis edad de estar solos, ¡y menos en un baño! Dios, que pens...-

— Leyla casi se convierte en medio de clase —soltó Liam como si nada.

Stiles me miró, ahora con el entrecejo fruncido, y se acercó a mi.

— ¿Estás bien?

Oh, Stiles...

🐺

Todavía no había tenido el gusto de hablar con la tan famosa Lydia, hasta hoy. Por ser más concretos, hasta ahora mismo.

Malia, ella y yo nos encontrábamos en el campo de Lacrosse, viendo como los chicos entrenaban.

— ¿Y cómo se siente ser una banshee? —le pregunté.

— Es... raro —contestó— A veces bien, porque puedo ayudarles, y créeme, necesitan mi ayuda, —reímos— pero otras... cuando siento las muertes... es horrible, porque no sé si es una advertencia o si de verdad va a pasar.

— Me imagino —dije mostrando media sonrisa.

— ¿Y cómo se siente el no recordar nada? —me preguntó esta vez ella a mi.

Y lo pensé, seriamente lo pensé. Ya que no tenía una respuesta exacta para ello. ¿Qué sentía?

— No se siente nada —dije, sonando más fría de lo habitual— No sé nada de mi pasado, y eso a veces me agobia, pero otras veces simplemente lo dejo pasar... Tal vez sea mejor así.