Te han querido hundir. Nunca te han apoyado. Llegaste a creer que no valías nada. Llegaron a quebrar tu propia autoconfianza. Te hirieron sin motivo y sin compasión, pero a pesar de los golpes del destino, aún sigues en pie con tu dignidad e integridad intactas. No se cómo te valorarás ahora a ti misma, pero, si te sirve de algo, yo...te admiro y es un honor que me sigas como vas.