Capítulo XIV

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Antes de que pudiera mover algún músculo, un alarido en la lejanía llamo la atención de los hombres que se hallaban en la estancia.

Agradecí en silencio por ello, ya que me había evitado una batalla que no sabía si podría ganar.

Me levanté de allí lo más silenciosamente que pude, pues sabía que aún había gente en los alrededores que me estaba buscando mejor dicho yo suponía que me estaban buscando a mí, pero no tenía una prueba para probar mi teoría.

No necesariamente me buscaban a mí pero si no me buscaban a mí a quien estaban buscando o que estaban buscando.

Me puse en pie y camine hacia la puerta por donde habían salido los hombres.

Justo al poner la mano en la perilla, se escuchó otro alarido en la lejanía seguido por un disparo.

Abrí la puerta y me apresure por seguir de donde venía aquel alarido de dolor, camine por el largo pasillo y salí a la zona de los salones del instituto.

El instituto era de dos pisos, bastantes amplios la verdad no es sorpresa pues habían al menos 300 estudiantes en este instituto.

Empecé a caminar, por el pasillo viendo a mi izquierda puertas y puertas que indicaban entrada a los salones.

Todo era parcialmente iluminado por la luz que entraba por las ventanas a mi derecha, aunque sea de noche al menos todo estaba bañado por la luz lunar lo que me permitía ver los movimientos que daba.

En la lejanía, oí unos murmullos seguidos por unos pasos que parecían dirigirse hacia donde yo me hallaba.

Entre por la puerta más cercana que tenía, buscando un refugio quería en lo posible evitar cualquier contratiempo innecesario con esas personas porque a pesar de tener un arma ellos deberían ser profesionales y aunque supiera como disparar el arma dudo mucho que en mi primera vez le pueda ganar a un veterano en eso.

Recorrí con la vista toda la habitación y una luz me cegó había una linterna en uno de los escritorios

Salí de la habitación y empecé de nuevo a recorrer el pasillo.

Luego de unos segundos caminando y ver muchos otras puertas, salí finalmente al exterior estaba fuera de todo eso ya.

Pero había algo que me inquietaba, me olvidaba de algo importante empecé a pensar para saber qué era y lo supe Logan.

En donde se hallaba Logan, no estaba en la masacre del gimnasio pero debía seguir dentro del instituto.

Entonces como por designio divino, la luna iluminó por completo el edificio y pude distinguir en las ventanas del segundo piso, una sombra corriendo por el pasillo siendo perseguida salvajemente por otras sombras más atrás.

Un pensamiento vino a mi mente acompañado por un escalofrío que me hizo temblar, era Logan esa sombra tenía que serlo.

Entonces corrí de nuevo hacia el instituto, entre por la puerta y me dirigí hacia el pasillo derecho en busca de las escaleras que conectaban con el segundo piso.

Iba corriendo como si mi vida dependiera de ello y en parte así era, ya había perdido a Logan una vez aunque solo fue una ilusión se sintió real y no quería que pasará de nuevo y que está vez no fuera un sueño.

Subí los escalones casi saltando diablos parecía que fuera un atleta en los juegos olímpicos.

Estaba en el segundo piso, escuché unos disparos en la lejanía y fui lo más rápido que pude hacia ellos, llegue y estaba ante una puerta los disparos ya habían cesado para cuando llegue allí.

Las manos me comenzaron sudar, todo mi cuerpo empezó a temblar, un escalofrío recorrió mi espalda y me puso la piel de gallina al tocar la fría perilla de la puerta.

Sabía que podía ser Logan, pero también podía ser alguien más pero sabía que la suerte hace rato que no estaba conmigo.

Entonces entre a tientas, en la oscuridad con la linterna en mano y temerosa por la escena que podría ver.

Una vez dentro use la linterna para ver cada rincón de la estancia pero en un momento la linterna se apagó y un rayo de luz entró por la ventana que se hallaba a la izquierda.

Toda la estancia se iluminó por aquella luz y pude ver observar lo que temía, la pesadilla revivida Logan tendido sobre un charco de sangre, con unos disparos en su estómago, en su pecho y en su cabeza.

Al ver semejante escena, solté un alarido de dolor, un grito desesperado por ayuda y caí desplomada sobre el suelo.


Illusion: ¿Cual es la realidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora