Kill Me«Black Gochi» [Terminada]

Confundida

Me levantaba torpemente. Limpiando la sangre de mi boca. Escupiendo un diente bañado en rojo.

Con esas capacidades jamás podrás aguantarle un minuto de pelea a Trunks

Lo miré enojada. Una semana había pasado. Siete días sometida a él. Tratada como sirvienta, como escoria. Entrenando hasta que mis fuerzas se terminaban.

¡Esto no era parte del trato!

No podía hacerle daño a Trunks. No quería herir a Bulma. Nunca accedí a algo como eso. Estaba harta.

¿Y cómo planeas atraer a Kakarotto si no peleas?

Estaba en lo correcto. Las lágrimas comenzaron a brotar de nuevo.

Los humanos siempre están llorando por cosas estúpidas. Es una de las razones por las que los odio.

¿Ser tratada como basura toda tu vida es una estupidez?

Zamasu me dijo que solías ser una princesa. Solías ser la mujer más fuerte del mundo.  Abandonar todo eso fue una estupidez. Los humanos son estúpidos.

Sus palabras me dolieron. No por los insultos. No por la forma en la que las dijo.

Si no porque era verdad. Fui una estúpida toda mi vida. Y lo seguía siendo en ese entonces.  Reuniendo mi energía, canalizándola en una sola mano. Mi puño fue a dar en su rostro. Logrando una hemorragia en su nariz.

Me dedicó una sonrisa. Me hizo temblar ante su mirada penetrante. Me felicitó.

No pelearé con Trunks, no te ayudaré a matar ni a él ni a Goku

Me arrepentía de mi decisión. Los remordimientos jamás me dejarían en paz si seguía con ese juego. No valía la pena aguantar sus exigencias.

Ya no es una opción ahora. No hay vuelta atrás.

¿Porqué insistía? ¿Porqué no me dejaba ser libre? Quería huir. Quería matarlo. Me desplomé en el suelo. No me avergonzaba llorar frente a él. Demostrarle que era débil.

Jálandome con fuerza del brazo, dejando una marca roja en este. Me obligó a levantarme y mirarlo a los ojos. Sintiendo mis mejillas arder. Mi corazón palpitar con gran velocidad. Me sentía extraña a su lado.

Estoy harto de que llores. No vale la pena que llores por alguien que no lo merece.

Se alejó. Dejándome confundida. Sin aliento. Extrañada tras su reacción. Esperando que la noche cayera, rogando por que volviera. No quería que se alejara, que me dejara como todas las personas que conocí. 

Él era diferente. Lo odiaba, lo odiaba por el trato que me daba, lo odiaba por parecerse a mi esposo, lo odiaba por sumergir nuestro mundo en terror, lo odiaba por hacerme sentir especial. 

Me hacía sentir útil. Sentía que podía hacerle un favor. Que era un apoyo para él. Que el hecho de entrenar junto a él era ya un logro para mi vida. ¿Porqué?

Prometiéndome a mi misma que no lo decepcionaría más. Que lograría que se enorgulleciera. Buscándolo a través de su ki, encontrándolo perdido en sus pensamientos.  Estaba lista, entrenaría para hacerme fuerte, ya no quería llorar más.
Después de todo teníamos algo en común.

Ambos odiábamos a Son Goku.