Kill Me«Black Gochi» [Terminada]

Kill me

Vida me has quitado tanto, ¿Qué más puedes quitarme ahora?

Quise correr a su lado, tomarlo de la mano y observarlo, mis piernas no reaccionaron. Mi corazón se había destrozado. Siempre alguien terminaba dañándome, ¿acaso nadie se preocupa por alguien además de si mismo?

Sintiendo una presencia frente a mi, me extendió una mano en un intento de levantarme. Elevando la mirada, encontrándome con Goku. Por primera vez no sentí nada, y tomando su mano me levanté de aquel frío suelo.

Con sus pulgares secó mis lágrimas, con sus brazos me rodeó, con su ki me brindó algo de fortaleza. Y con los ojos vidriosos, me hizo desvanecerme.

Fui un tonto al no demostrarte lo mucho que te amo, Sé que te he perdido en este mundo, sé que te he hecho daño, pero quiero que sepas Chichi, que juro que acabaré con Zamasu, y regresaré con mi esposa para enmendar los errores del pasado

Me aferré a su pecho, envolviéndome en un cálido abrazo que ansiaba de su parte. Las lágrimas me hacían compañía. Se colocó los dedos en la frente. Aparecimos en otro lugar, no muy lejos de donde nos encontrábamos en un principio. Acariciando mi mejilla, haciéndome mirar a otro lado, encontrándome con el cuerpo herido de mi guerrero. Me había teletransportado a donde Black.

Ve a hacer lo que tengas que hacer

Dedicándole una pequeña sonrisa, era su forma de disculparse, se lo agradecía. Depósito un pequeño beso en mi cabeza y regresó a la batalla.

Corriendo hacia su cuerpo, su presencia se debilitaba, intentado detener la hemorragia con el listón de mi vestimenta, pidiéndole que no me dejara.

¿Porqué te negaste a matar a Goku?

Levantando su brazo, recorriendo mi rostro con la palma de su mano, manchando de su sangre cada centímetro de mi mejilla. Mirándome con los ojos vidriosos, hablando con voz débil.

Si lo hiciera, te quedarías sola en ese universo, y esta vez yo no estaría ahí para tí

Ahogándome en las lágrimas, tanto sufrimiento, tantas pérdidas a lo largo de mi vida, no soportaría perderlo, no a él. Tirándome sobre su pecho, respirando agitadamente, recorría mi cabello con sus manos. Las opciones a salvarlo eran casi nulas. Coloqué su mano en mi pecho mientras observaba sus oscuros ojos.

Mátame

Frunciendo el ceño, apartando su mano. Volviendo al principio del asunto, volvió a negarse.

¿Porqué te sigues resistiendo? Era una promesa, cumplí ¿Acaso no tienes palabra guerrero?

Sin él ya no valía nada, si se iba yo también lo haría. No soportaría estar más tiempo sola, cargando el peso de los años, con la mente llena de recuerdos tristes. Ya nada me ataba al mundo. Había perdonado, había revivido los sentimientos del amor, mi corazón volvía a ser puro, volví a ser libre.

Se lo volví a pedir, se negó. Rogué, no cedió. Armándome de valor, preguntándole a gritos la razón. Bajando su mano, posándola en mi vientre, mirándome con lágrimas en los ojos. Palidecí.

Porque mi hijo necesita una madre; Perdóname por haberte preñado

No había nada que perdonar, yo lo quise así. El ciclo volvía a comenzar, colocándome en el punto de partida, criaría a mi hijo sola. Pero ahora era diferente, tenía una nueva razón para vivir, para ofrecer mi vida. Aferrándome a sus brazos, sintiendo su débil aliento sobre mi piel. Hablándome por primera vez por mi nombre, haciéndome estremecer ante algo que sus labios jamás habían pronunciado, para después cerrar los ojos.

Te amo ChiChi