Kill Me«Black Gochi» [Terminada]

Él

No quiero que te acerques a Son

Fruncí el ceño. ¿Acaso eran celos? O quizá quería protegerme, a fin de cuentas tenía sus razones para prohibirme tal cosa. Deteniendo el vuelo en medio del cielo, acercándose para sostenerme de la cintura.

Quiero pelear con Goku

Cambiando la expresión de su rostro, apretando su agarre. Estaba enojado.

No pelearás con él y es una orden

Continuó su camino. Llamándole por su nombre, esperando que se detuviera y me escuchara. Siendo ignorada. Hablamos minutos antes sobre la misión, me encargaría de Trunks y él de su padre y de Goku, órdenes con las cuales no estaba de acuerdo. Cruzándome de brazos, resignada a seguirlo.

Tiempo después llegamos a las ruinas de la ciudad. Deteniéndonos en seco, lanzando un rayo de energía hacia lo que solía ser la Capsule Corporation. Dos hombres de la resistencia surgieron dispuestos a combatirnos.

Edificios cayeron, levantándose una nube de polvo como resultado de un ataque de Black. Cubriendo mi nariz, sintiendo mis ojos lágrimar a causa de los escombros. Zamas apareció, dedicándonos una mirada seria, sonriendo con malicia cuando la niebla se dispersó.

Mirando de reojo a Black quien mantenía la vista fija en una dirección. Dirigí mis ojos hacia donde él miraba. Observando con detenimiento, pestañeando creyendo que era un sueño. Los vi, busqué sus ojos.

Los ojos azules de Trunks mostraban miedo, desconfianza, no estaba seguro de ganar la batalla. Los ojos del príncipe no tenían expresión, dispuesto a luchar y desde luego a ganar la batalla, no me podía esperar menos de un hombre orgulloso. En los ojos de Goku no encontré esa inocencia que lo caracterizaba, estaba confundido, sorprendido, decepcionado. Éramos tres contra tres.

Comenzando la batalla, siguiendo el plan al pie de la letra. Enfrentándome al pelilila. Deteniendo sus golpes, esquivando con facilidad, nos buscaba herirme, no aplicaba toda su fuerza. Preguntándome varias veces porqué me encontraba del lado del mal, ignorando y sin responderle. Mirando de reojo las batallas de los demás. Vegeta peleaba contra Black, Goku contra Zamasu.

Cansada de pelear con Trunks, sin duda mis entrenamientos eran más divertidos. Derribándolo de un golpe, haciéndolo caer al suelo. Notando a Goku distraer a su oponente, acudiendo al auxilio del ojiceleste.

Dispuesta a largarme de ese sitio, comenzaba a aburrirme, cambiando de dirección para emprender el vuelo. De imprevisto alguien interrumpió mi camino. Levantando la vista para encontrarme con aquellos ojos negros que me hipnotizaron a los doce años, sentimientos que enterré bajo el rencor.

Fuera de mi camino

Se acercó, retrocedí. Extendió sus manos.

Chi Chi...

¡Te dije que te quitaras de mi camino!

Sosteniéndome de los hombros. Zarandeando. Sus ojos se encontraban vidriosos. Levanté una ceja.

¡Cuando Trunks me contó que estabas del lado de Black no le creí, esta no eres tú, no eres así! ¿Porqué Chi Chi? ¡¿Porqué?!

Se mordía el labio aguantando las lágrimas. No respondía a sus preguntas. Sujetándome de los brazos, atrayéndome hacia él. Desabotonando la parte baja del cuello de mi traje, dejando al descubierto mi hombro derecho, golpeando su pecho exigiendo que me soltara. Sentí el ki de Black elevarse.

Deslizando sus dedos sobre una mordida que tenía en aquella parte, quejándome del dolor que aún me causaba, observándolo afligido, desconcertado. Gruesas lágrimas surgieron de sus ojos. Sintiéndome arrepentida.

Te dejaste marcar por él