Broken Hearts

Como Pedir Disculpas Parte 1

-Eli, ponete a limpiar el taller, cuando termines ya te podes ir.

La persona que dio la orden fue Damián, el mejor amigo de mi padre desde siempre, un hombre adulto de treinta y nueve año, dueño de una humilde carpintería y en este momento mi "jefe"

Más bien profesor, ya que me enseña muchas cosas del oficio los finés de semana.

-¿y vos que vas a hacer?- pregunte mientras buscaba la escoba que se encontraba al fondo del taller, colgada en la pared junto a otros elementos de limpieza.

-bueno, esas notificaciones no se verifican solas.

-¿vas a entrar a Facebook? Y... ¿no me vas a ayudar a limpiar?

-no, soy el jefe- replico en un tono arrogante mientras se sentaba en su escritorio frente a la pantalla de su computadora.

-pero, ¿no se supone que me tienes que enseñar sobre carpintería?

-mira, joven Elías, mi querido ahijado, cuando eres carpintero te la pasas limpiando, hay que mantener las máquinas impecables en todo momento, te estoy enseñando una importante lección- la silla rechinaba cuando se reclinaba en ella.

-¡pero si el que uso las máquinas fuiste vos! ¡Yo estuve barnizando todo el día!-

-buen bueno, no te enojes ¡jaja!- su risa condescendiente me enfurece todavía más -igualmente soy tu jefe y te digo que vayas a limpiar el taller, así que convirtamos esto en una lección sobre el liderazgo, yo te digo que hacer y vos lo haces.

-¡ug!- me queje -está bien...- resignado acepte mi derrota y me puse a limpiar todo el taller de arriba abajo.

-¡eh! ¡Te falta por ahí, cerca de la cepilladora!- de vez en cuando mi padrino se da la vuelta y me dice en donde me falta limpiar, lo hace con el único propósito de hacerme rabiar, cosa que logra hacer bastante bien, pero trato de no mostrarle que estoy enojado para no darle el gusto.

Cuando termino ya está atardeciendo, el cielo se pone color naranja y las luces se empiezan a encender, las calles no están tan concurridas como al mediodía pero igualmente se ven muchos peatones.

-¡ring!-me llega un mensaje al celular, un mensaje de una persona a la que conozco muy bien.

-"¡hey! Ven al mismo lugar de siempre, tengo que hablar con vos"