Álvaro y yo fuimos al hotel agarrados de la mano, pero cuando íbamos llegando, nos separamos, ya que todavía no queríamos decir nada a nadie de nuestra relación.
Llegamos a la puerta de mi habitación y me giré para despedirme.
--Te amo Álvaro.-- Dije sonriendo mientras me mordía el labio.
--Y yo a ti pequeña.-- Dijo abrazándome y miró hacia los lados, y al no haber nadie me besó.
Le seguí el beso y puso sus manos en mi cintura, mientras yo rodeaba su cuello con mis brazos.
--Buenas noches Lucía.-- Dijo dándome un beso en la nariz.
--Adiós.-- Dije mirándole a los ojos.
Se fué por el pasillo hacia su habitación y yo me metí en la mía. Me puse mi pijama y me hice una coleta alta para que el pelo no me molestara al dormir. Me metí en la cama y me dormí.
Al día siguiente...
Hoy era el día, hoy jugaba el París Saint Germain contra el Real Madrid, y Álvaro era titular, ya que Benzema estaba lesionado.
Me di una ducha rápida y me vestí. Me asomé por la mirilla, ya que eran las 8:00 y hasta las 8:15 no bajaban a desayunar. Bajó todo el mundo menos Álvaro, entonces salí de mi habitación hacia la suya.
Toqué la puerta y al los pocos segundos me abrió.
--Hola cielo.-- Me dijo sonriendo y yo le besé, rodeando su cuello con mis brazos.
--Buenos días.-- Dije mientras le daba pequeños besos
--¿Bajamos?--
--¡Sí!-- Dije y bajamos hasta el comedor en el que ya estaban todos.
Todos nos miraron cuando llegamos al comedor, ya que tardamos como cinco minutos más que los demás.
--Uy, ¡vienen tarde y encima juntos!-- Dijo Isco, a lo que yo le fulminé con la mirada.
--Isco, ya.-- Le dijo Sergio, por la forma en la que lo dijo parecía que estaba enfadado.
Álvaro y yo nos sentamos y empezamos a desayunas, y para cuando terminamos eran ya las nueve.
Todos nos subimos a prepararnos, ya que a las once el Real Madrid tenía entrenamiento y yo tenía que trabajar.
Yo no me cambié de ropa, ya que la ropa que llevaba estaba bien para ir a trabajar, lo único que me hice fué una coleta alta.
Yo estuve tumbada en mi casa jugando con el móvil y hablando por Whatsaap con Irene, Alejandra y con Paula, ya que a Irene y Alejandra, las conocía desde hace muy poco, pero parecía que las conociera de toda la vida, y a Paula la hechaba muchísimo de menos, ya que se fue de vacaciones con su hermana a las Maldivas.
Eran ya las diez y media y ya nos teníamos que ir al entrenamiento.
Para las once ya estábamos allí e hicimos lo que siempre: ellos entrenar y yo hacerles foto, pero mi mirada siempre estaba en él, en Álvaro Morata. El de vez en cuando me miraba y me sonreía o me giñaba un ojo.
(...)
Eran ya las 20:15 y el partido empezaba a las 20:30, yo ya estaba en el banquillo sentada justo al lado de Zidane. Los jugadores estaban calentando en el campo.
20:30. Empieza el partido.
En la primera parte no tuvieron casi ocasiones de marcar, el París Saint Germain tuvo varias oportunidades, pero Keylor Navas no permitía que la pelota entrara a la porteria.
Minuto 85.
Gareth Bale le pasa la pelota a Morata, que sale a correr hacia la portería para intentar marcar, se encuentra con el defensa Thiago Silva y le pasa la pelota a Bale. Morata corrió hacia la portería mientras Gareth corría con el balón, Gareth se la pasa, Morata tira a portería, y ¡GOOOL DE ÁLVARO MORATA!
Me levanté del banquillo celebrándolo, cuando me doy cuenta de que Álvaro viene hacia mi. Me abraza dándome vueltas y me besó. Todos los jugadores nos estaban mirando muy sorprendidos, y no iban a ser menos los espectadores.
--Te amo Lucía.-- Me dijo dándome vueltas.
--Álvaro, nos han visto todos.-- Dije mientras me daba vueltas.
--Me dan igual los demás, solo me importas tu.-- Dijo dándome un último beso y se volvió a ir al campo para jugar los últimos minutos.
Yo me senté de nuevo en el banquillo, no me había visto pero sabía de sobra que estaba roja como un tomate.
Terminó el partido y se fueron a los vestuarios, estaban celebrando los tres puntos, así que yo podía entrar perfectamente.
Y eso hice, fui de camino a los vestuarios y cuando abrí la puerta, estaban todos rodeando a Álvaro y preguntándole muchísimas cosas, pero en cuando me vieron todos se callaron, entonces pasé adentro.
--¡Vivan los novios!-- Gritaron todos, incluido mi hermano, cosa que me sorprendió muchísimo y todos nos pusimos a saltar y a reír.
--¿Desde cuando estáis saliendo?--Dijo mi hermano abrazándome
--La verdad, desde ayer.-- Dije riendo.
--Por algo se empieza, enhorabuena hermanita.-- Dijo dándome un beso en la mejilla.
Fui hacía Álvaro y la abracé, poniendo mi cabeza en su pecho, y así se notaba muchísimo que me sacaba 25 centímetros, ya que el mide 1'90 y yo 1'65.
--Sois muy goals juntos chicos.-- Dijo Lucas a lo que yo reí, ya que no solía decir cosas en inglés.
Después de estar un buen rato celebrando los tres puntos y hablando sobre mi relación con Álvaro, nos fuimos todos al hotel a dormir, ya que los chicos estaban muy cansados por el partido.