Tú Contra Mí. (SS#1) [EN EDICIÓN]

6."Juan el mono."

MIAH.
Mis primeros encuentros con el alcohol fueron muy curioso, recuerdo que tenía trece cuando Mindy Logan me invitó a su cumpleaños, debo aclarar que antes de conocer a las chicas yo era más como una mariposa social, no me gustaba mucho tener un grupo fijo, así que no dudé en decir que no cuando ella me invitó a su cumpleaños. En esa época te consideraban muy cool si lograbas beber alcohol, así que no fue una sorpresa para mi cuando vi cerveza en el lugar. Esa fue la primera vez que bebí, los detalles de ese día me gustaría guardarlos en el baúl de «NO abrir aunque muera.»

Soy fan del alcohol, no lo voy a negar, no del modo de ser una alcoholica pero si disfruto tomar. Y al parecer, en este preciso momento tomar es lo único que evita que vaya y le estrelle lo que tenga en la mano a Ryder «idiota» White.

Movía mis caderas de un lado a otro con el ritmo de la música, mis actos estaban siendo sucumbidos por el alcohol corriendo por mis venas, solo quiero bailar y disfrutar del momento.

Sí, como si no me hubiera desmayado hace sólo unas horas.

- Miah, creo que ya tomaste demasiado.- dice Luke mientras me quita la botella de mi mano. Detengo mis movimientos de cadera para mirarlo indignada.

- ¡Miserable sangre sucia!- digo mientras intento saltar para lograr tomar la pórtela de sus manos.

Debo también aclarar que mis referencias sobre libros salen más a floreciendo no estoy en todos mis sentidos.

- No, Miah, estas demasiado borracha, mañana te vas a arrepentir cuando tengas resaca.- dice mientras deja que todo el líquido de mi botella se vierta en una planta cerca de nosotros.

- Mañana es mañana, hoy no es mañana y yo solo quiero divertirme.- digo mientras arrastro mis palabras y me cruzo de brazos delante de mi rubio amigo. Luke me mira alzando una ceja mientras niega.

- ¿Sabes que puedes divertirte tranquilamente sin tomar, cierto?- pregunta de manera seria.

Hago caso omiso a sus palabras mientras doy brincos en forma de algo cercano a un "baile" pero cuando veo a un chico pasar por un lado de nosotros con dos vasos rojos no dudo ni por un segundo quitarle uno de estos para luego salir corriendo cuando escucho a. Luke y al chico exclamar en forma de reclamo.

Corro sorprendentemente rápido escaleras arriba en busca de un lugar en donde esconderme de Luke, veo como varias personas se encuentran sentadas en el suelo, le doy un trago a el vaso en mis manos mientras tomo la perilla de la primera puerta que veo y rezo mentalmente para que nadie esté haciendo el «chucuchu» allí adentro.

Suspiro con agitación mientras cierro la puerta con seguro. Suelto un par de risitas mientras miro mi vaso, no tengo ni idea de que es lo que estocontenga, pero su sabor es entre dulce y amargo, muy rico.

Cuando detengo mi examinación hacia el vaso en mí mano empiezo a detallar el lugar al que entré. Me resulta conocido el lugar, quizás...

Oh, demonios.

Es la habitación de Ryder.

Un pánico inexplicable invade mí cuerpo en cuanto noto que la luz del baño está encendida. Ryder está aquí, y yo no quiero que el me vea aquí. Me quedó estática en mí lugar -con la inocente y al mismos tiempo- con la idea de que si no me muevo él no me notará, pero en cuanto veo a Ryder arrojar una cosa sobre su cama para luego girarse a mirarme sé que me encuentro completamente perdida.

- ¿Miah?- Ryder me mira curioso mientras alza una ceja. Mi mirada viaja sobre él y nota que su cabello está húmedo, lo cual explica lo que hacía en su baño.

No es como si me importara, de todas formas.

Ryder espera a que le responda o que al menos diga algo, pero la falta de control sobre mis sentidos no ayuda para que haga algo mínimamente lógico, así que solo me quedo quieta, quizás no me vea sí...