Otra Pelirroja en Howarts (James Potter)

Quejicus

—¡Mackenzie Evans, despierta!

Mac solo se remueve en su cama y le da la espalda a la voz. Estaba por volverse a dormir cuando siente como agua helada recorre su espalda.

La pelirroja se levanta de la cama de un brinco y ve a Lily con un vaso vacío.

¿Porque sospecho que fue ella la que me tiró el agua?...

—Lily, ¿tu fuiste la que...?

—Mac, llevó quince minutos tratando de levantarte, era la única manera.

Lily vuelve a llenar el vaso, mas esta vez se dirige a la cama de Marlene. Mackenzie se fija en la cama de Alice y por la mancha de agua que hay en sus sábanas y el sonido de la regadera, también la habían despertado así.

—¡Por Merlín, Lilianne! ¿Que demonios pasa por tu cabeza? —Marlene se levanta y empieza a gritarle a Lily.

Mac se fija en el reloj al lado de su cama y también le empieza a gritar a Lily.

—¡Son las 5 de la mañana! ¡Las clases comienzan a las 9! ¿Que persona normal se levanta cuatro horas antes? ¡No me importa llegar tarde si puedo dormir mis ocho horas de sueño!

Y así siguieron Mackenzie y Marlene por un rato hasta que llegó una prefecta y las calló, diciendo que había quienes sí querían dormir.

Mac se quedó callada y en cuanto salió Alice entró corriendo a la regadera antes de que Marlene le ganara la regadera.

A las 7 las cuatro ya estaban limpias, secas y con el uniforme puesto. Alice, Lily y Marlene dijeron que se iban a ir al Gran Comedor, sin embargo, Mac se dirigió a la habitación de sus mejores amigos.

Abrió la puerta y el único que ya estaba despierto era Remus.

—¿Mac? ¿Qué haces aquí?

Mac le hizo una seña para que guardara silencio y se acercó a la cama de Sirius y James, que para suerte de la pelirroja, estaban juntas.

Aunque estuviera haciendo lo mismo que hizo Lily, tomó dos vasos llenos de agua que estaban en su buró y los vació lentamente en la cabeza de los chicos.

Sirius comenzó a gritar sin entender al cien por cien lo que estaba pasando, mientras que James cayó de la cama con un golpe sordo enrollado en sábanas. Remus trataba de contener la risa y Peter se levantaba asustado.

—¡Juro que yo no lo hice! —gritaba Sirius mirando asustado a Mac.

—¡Yo si! ¡Juro que mis intenciones no son buenas! —dijo James levantándose de un salto—. Bueno, depende de que estemos hablando...

—Tranquilo, tigre —respondió Mac riendo—, solo venía a despertarlos, los veo en el Gran Comedor.

La pelirroja salió dando pequeños brinquitos bajando las escaleras de las habitaciónes hasta llegar a la sala común que estaba completamente sola Mac siguió su camino moviendo su mano de un lado a otro al ver cualquier cuadro o fantasma.

Estaba por entrar al Gran Comedor cuando escuchó un grito:

—¡Mackenzie!

Mac volteó y se encontró a su hermana rubia hacercandose con su cabello llendo de un lado a otro.

—Candy —la menor de las dos sonrió— ¿Qué haces despierta? Las clases empiezan hasta las nueve.

—Es que mis compañeros de casa son demasiado amables.

—¿Y? Tú siempre te quejas de que soy demasiado mala y que debería tener más amabilidad a la vida.

—Si, pero necesitaba un poco de tu odio. Nos vemos, ¡bye!