Celos

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Cuando Mac Y Matthew por fin pudieron deshacerse de Sirius se fueron a un compartimiento para ellos solos para que Matt pudiera hablar tranquilo, ya que éste no paraba de decirle lo nervioso que estaba de invitar a salir a una chica.

—Mac, es que ella es tan... —suspira buscando la palabra—. No creo que quiera.

—Matt, jamás te había visto tan nervioso por una chica. Eres un gran chico, además, eres mi hermano, eres guapo, es obvio que nos hicieron con gusto y ganas.

—¡Mackenzie!

—Es la verdad, hermanito. Vamos, estoy segura que Marlene te va a decir que si, con todas las molestias que te estás tomando es más que obvio.

Mac abrió la boca para soltar un gran bostezo. Podría estar encantada de estar ayudando a su hermano, pero no dejaba de estar recién despertada por el mismo.

—Ya casi llegaremos, ve a ponerte tu túnica —dice Matt mirando la ventana.

La pelirroja hace caso a lo que dice, sale del compartimiento en el que estaba para regresar con sus amigos.

—¿Me dejarán cambiarme aquí, cierto? —preguntó al verlos a los cuatro ya con túnica.

—Mac, ve y búscate otro lugar —dice Sirius, el cual se veía bastante cómodo.

Ay, sabes que no me gusta hacer esto, Siriusin, pensó Mac

—¿No me dejaran? James, ¿tu aceptarás que me corra de esta manera? No lograré cambiarme si no me prestan el compartimiento.

—Sirius, Remus, Peter, fuera.

A Mac no le gustaba usar su encanto, principalmente porque hay veces en que las personas se resistían, y no lograba lo que quería, como siempre pasaba con Sirius y Remus, pero James jamás ponía resistencia, por lo que siempre que quería algo, era a él.

Una vez sola, se colocó la túnica lo más rápido que pudo y dejó entrar de nuevo a sus amigos.

—Te odio, Mackenzie —reclama Sirius desparramándose en el sillón de antes.

—Gracias, también te quiero.

James entró con el ceño fruncido, en dirección a la pelirroja.

—¿Por qué siempre me haces lo mismo?

—Porque siempre me permites hacerlo, Jamie.

Bajaron del tren y partieron dirección a los carruajes, pero alguien la detuvo.

—Hola, Mac.

—Hola, Wood, ¿qué tal?

William Wood era el guardián de Hufflepuff y el capitán del mismo equipo, un año mayor que Mac y sus amigos.

—Un tanto ofendido de que no me mandaras cartas este verano para discutir tácticas de quidditch.

Mac rió.

—Lo siento, Wood, quise pasar un verano tranquilo, apenas tomé mi escoba, estuve más ocupada planeando travesuras com Sirius. Además, es mi primer año como capitana, no debería discutir con mi rival lo que pienso decirle a mi equipo.

—¡Mackenzie!

Mac volteó a la dirección en la que gritaron su nombre, y vio a sus cuatro amigos esperándola para subir al carruaje.

—¿Te parece que hablemos en el castillo? Podemos hablar después de la cena o mañana antes de clase.

—Clario, Mac, nos vemos.

Otra Pelirroja en Howarts (James Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora