Diferencias

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A la mañana siguiente, Lily ni siquiera tuvo que despertar a Mackenzie como llevaba haciendo durante cuatro años.

Cuando llegó a la habitación de su mejor amiga, ella ya estaba bañada, cambiada y lo que se podría decir que es peinada para Mackenzie, mientras parecía estarse poniendo rímel frente a su espejo.

—No sabía que te maquillabas —comentó Lily sentándose en la cama, que sorprendentemente también estaba tendida.

—Prácticamente no uso nada. Me pongo bloqueador solar con color, rímel, crema de labios y brillo. No es nada, solo es para verme mejor de lo que ya me veo.

Lily siguió viendo la habitación. La pelirroja mayor estaba acostumbrada a siempre que empezaban el curso ir reprochándole por al menos una semana a Mac que arreglara su parte de la habitación, que era siempre la más desordenada. Además, siempre era la última en estar lista de las cuatro, así que estaba más que asombrada por el aspecto de su amiga.

—Ya se, ya se. Mi cuarto está ordenado y yo estoy lista —dice Mac cerrando el rímel y volteando a ver a su amiga—. Resulta que estar sola me hace sentir que si tengo desordenado todo me ahogare, así que antes de dormir acomodé todo, e intentaré tenerlo así. Y estaba angustiada porque no sabía si vendrías a despertarme, así que me desperté hace como una hora, y aproveché el tiempo —explica.

—Me siento orgullosa de ti, Mackenzie —le dice Lily—. Y bueno, si ya estás lista, vamos por Marlene y Alice para ir a desayunar.

Ambas pelirrojas salen de la habitación de Mac camino a las habitaciones comunes, directas a la habitación de sus amigas, que ahora compartían con otras personas.

Tocan, sabiendo que ya no podían entrar como si les perteneciera, y al momento salieron de la habitación muy furiosas una castaña y una rubia, refunfuñando acerca de lo mucho que estaban detestando a Marlene y a Alice.

—¡No nos importa! ¡Nosotras las odiamos mas! —grita Marlene sacando la cabeza del marco de la puerta, para asegurarse de que la escucharan. Después, mira a las pelirrojas—. Miren quien apareció. Aquí están las traidoras, Alice.

Marlene vuelve a entrar a la habitación, la cual parece haber sido pasada por un huracán, aún peor que cuando Mac dormía con ellas.

—¿Que ha pasado aquí, Marlene? —pregunta Lily pasando por encima de unas bolsas en el suelo, caminando hacia la cama que suponía era de ella. Mac se encargó de cerrar la puerta y se recargó en la misma.

—Pasa que nuestras nuevas compañeras son horribles. No las quiero aquí, las quiero a ustedes. Ahhhh, pero las niñas querían ser o muy inteligentes y responsables o unas prodigias del quidditch y abandonarnos por una simple habitación en solitario —se quejaba Marlene mientras recogía sus cosas y las arrojaba a su baúl, o por el contrario, las cosas de Alice y lanzarlas a su cama o baúl, donde cayeran primero.

—Pero eso no responde la pregunta de Lily, Marlene —se mete Mac—. ¿Qué pasó aquí? ¿Y Alice?

Marlene suspira y después de arrojar muy molesta un suéter a su baúl, lo cierra y se sienta sobre él.

—Alice está en el baño, las odiosas de Dunbar y Malone por fin la dejaron bañarse —explica respirando lentamente, tratando de apaciguar su enojo—. Es que no les gustó la idea de que cada quien tenga su estupido desorden en su propia área. Al parecer, con sus antiguas compañeras compartían desorden, y entre una cosa y otra comenzamos a lanzar la ropa de las otras por todos lados, y así terminó la habitación —extiende los brazos para dar énfasis a lo que está diciendo.

Mac y Lily se miran, sin entender bien la situación, pero preferían no preguntar.

—¿Como son sus habitaciones? —pregunta Marlene ya más calmada.

Otra Pelirroja en Howarts (James Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora