CAPITULO 11 "Luz de alba"

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Jun caminaba sin decir nada, esperando que YoungHwa le dijera algo, pero él se mantenía mirando hacia al frente. Esperaba algún reclamo o incluso un insulto pero él seguía estoico. La casa se divisaba a unas cuantas calles y ninguno de los dos decía nada.

-Young... -Jun lo miró preocupado. No es que tuvieran algún tipo de relación amorosa, pero sentía que de alguna forma lo había traicionado. Él le había ayudado tanto cuando había estado deprimido por la ruptura con JungMin que creía deberle una disculpa.

-solo espero que no te equivocaras en tu decisión. –esas fueron sus únicas palabras antes de irse. Jun se quedó congelado cuando lo escuchó, a los segundos reaccionó y corrió tras él. Se detuvo frente a él intentando recuperar el aliento.

-eso... es todo lo que dirás. –esta vez lo miró fijamente.

-que más tendría que decir. –su voz era fría, carente de alguna emoción.

-lo siento. –fue lo único que pudo decir.

-no tienes porque. –YoungHwa suspiró alejando la vista de Jun. –me ausentaré por unos días.

-que... -jun se aferró a la manga de su camisa. –no... -Young se soltó alejándose un poco.

-necesito tiempo para asimilar que te perdí contra él. Yo te amo. –esta vez fue Jun quién se alejó. –y sí él es quién te hace feliz, yo lo aceptaré. –YoungHwa pasó su mano por el hombro de Jun apretándolo un poco. –solo deseo tu felicidad.

Jun seguía en el mismo lugar aun después de que YoungHwa se fuera. Le dolía ser el causante de la tristeza que vio en sus ojos, pero lo que más le lastimó fue la decepción que reflejaba su mirada.

Caminó a su casa con pasos lentos. Al entrar lo primero que notó fue el agradable olor a guisado, lo que era raro teniendo en cuenta que su madre no sabía ni cocer arroz.

-Jun. –ella apareció vistiendo un mandil de cocina. Tomó de la mano a Jun y lo llevó al comedor. –y ¿Qué te parece?

Jun miró asombrado lo que se presentaba ante él. La mesa estaba repleta de platos con diferente comida. En el centro se encontraba una olla de estofado de la que aun salía humo.

-tu... ¿Cocinaste?

-claro que no. –"Lo sabía" pensó Jun probando un poco de los aperitivos. –cocinó YoungHwa. –de inmediato dejó de comer. –y por cierto... no lo viste. Él salió a buscarte hace unos minutos.

-él no vendrá. –ahora se sentía peor. YoungHwa le había preparado la cena y él le pagó lastimándole.

-¿Qué ocurrió? –la madre de Jun se quitó el mandil y comenzó a servir el estofado. Jun tomó asiento sin ganas. Su apetito se había ido.

-Young quiere tiempo. –confesó tomando su cuchara y revolviendo el estofado sin llegar a probarlo.

-Oh cariño. Pensé que todo iba bien con ustedes.

-mamá... -Jun alejó su plato. –no es eso... yo... regresé con JungMin. –su madre detuvo la cuchara antes de tocar sus labios. Lo miró por unos segundos y se levantó.

-creo que perdí el apetito. Guardaré esto en la nevera.

-no dirás nada. –Jun la siguió a la cocina confundido. Ella comenzó a sacar reposteros para guardar la comida. Que le pasaba a todo el mundo con esa actitud.

-que debería decirte. –su madre regresó al comedor con los reposteros y comenzó a guardar la comida. Jun la seguía, intentando comprender todo. –eres un hombre Jun. Tienes la edad suficiente para tomar tus propias decisiones, aunque yo me opusiera y te dijera que eres un idiota eso no cambiaría tu elección. –tomó un par de reposteros y regresó a la cocina. Los guardó en la nevera y regresó para guardar lo que faltaba. Todo esto con Jun siguiéndola en silencio. –solo te diré que si me llegas a necesitar yo estaré ahí. Y si ese idiota se presenta frente a mí. –ella tomó un pequeño cuchillo de pan que estaba sobre la mesa y lo incrustó en un trozo de fruta. –no seré benevolente.

Listen to your HEART [MinJun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora