Ganando Corazones Y Mentes

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Historia escrita por:Lissa Bryan

Traducido por:Diana Méndez (FFAD)

Beta:Verito Pereyra (FFAD)

Cuando Bella volvía de los baños a la mañana siguiente, se encontró con Edward en el nido, leyendo un libro a los bebés. El pequeño Carlisle y Victoria yacían juntos en el hueco de su brazo, mientras que Nessie se sentó en su estómago, siguiendo su dedo con los ojos. Él trazó las palabras en las imágenes de colores brillantes

—Vamos a ir a cazar mañana, tú y yo, bebé. Y vamos a matar a muchos animales. ¡Vamos a matar a un kakunar! ¡Son muy sabrosos! ¡E iremos a matar a un árbol lleno de zorbes para hacer un guisado!

— ¡Dios mío, Edward, eso es horrible! —Bella soltó, medio horrorizada, medio riendo.

— ¿Qué? —preguntó. Nessie estaba enojada cuando él había dejado la lectura y trató de usar las manos en sus mejillas para darle vuelta a la cabeza hacia el libro.

—Es terrible... es sangriento, ¿no te parece?

—Fue mi libro favorito cuando era niño —dijo a la defensiva. Nessie le golpeó en la cabeza con su pequeño puño. Edward utilizó su cola para recogerla y dejarla caer sobre las almohadas del otro lado del nido. Nessie puso mala cara por un momento y luego se arrastró de vuelta —. Esme y Carlisle debieron habérmelo leído a mí una y mil veces. Carlisle incluso hacía sonidos de animal para mí, pero no soy muy bueno en ellos.

Bella se rindió. Los cuentos originales de los hermanos Grimm también eran terriblemente sangrientos. Ella suponía que los niños deberían sobrevivir a esta extrañeza Volturi: "Los animales que matarás".

—Ama, mamá, ma —dijo Nessie, volviéndose desesperada por una solución a la situación de no-lectura.

Bella dejó escapar un gritito.

— ¡Ella acaba de decir mamá! ¿Has oído eso?

Edward acarició a su hija.

—Buena chica. Mira lo feliz que has hecho a tu madre.

Bella saltó en el nido y recogió Nessie en un abrazo.

— ¿Puedes decirlo otra vez, Nessie?

—Om, ma, ma —ofreció Nessie.

Bella chilló y le apretó.

— ¡Eres una buena chica, Nessie! ¡Tan inteligente! ¿Puedes decir, 'papi'? ¿Pa...pi?

— Pa, pa, pa —exclamó Nessie, aplaudiendo y agitando su cola de alegría. A ella le gustaba este juego. Estos sonidos merecían sus abrazos.

Pequeño Carlisle le dio un codazo a su padre y le puso una mano sobre el estómago.

—Los bebés necesitan el desayuno —dijo Edward, metiendo a una Nessie protestona bajo el brazo y pie. Nessie se relajó y frunció el ceño —. ¿Vamos al comedor?

Bella no quería ir en realidad. Edward había notado su vacilación.

— ¿Qué pasa?

Bella tiró una almohada en su regazo y trazó un patrón de la tela con el dedo.

—Cuando entramos esta mañana en los baños, todas las mujeres Kebian se levantaron y se fueron —. Rose había tratado de consolarla: ¿A quién coño le importa lo que esas lengua de tubo piensen? Pero Bella había sido aplastada. Una pequeña parte de ella siempre estaría triste, solitaria por estar alejada de la escuela, y estaba desesperada para que la gente como ella, se refugiara en el mundo de fantasía de los libros. Lógicamente, ella sabía que era una imposibilidad que todos fueran como ella, pero todavía no se detenían sus sentimientos de sufrimiento.

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