Chapter 11: Ajustes

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Historia escrita por:Lissa Bryan

Traducido por:Miranda Pattinson (FFAD)

Beta:Verito Pereyra (FFAD)

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¡Bella! —Edward dio un golpe seco, arrojando al suelo una pila de papeles que tenía delante. — ¿Qué carajo has hecho?

Bella se encogió en su sitio. Los papeles tirados y ella comenzó a tratar de recogerlos, —No lo sé. Lo siento, Edward.

— ¡No puedo creer esto! —gritó él. — ¡Tú has arruinado todo! ¡Has destruido la Federación, zorra estúpida!

— ¡Lo siento! ¡Lo siento! No era mi intención hacerlo —, balbuceó Bella.

—Lo siento, no era mi intención hacerlo —, él se burló con una voz aguda. —Tú, estúpida hija de puta, nunca te harás una Emperatriz. ¡Nunca!

—Por favor, Edward —ella exclamó. —Lo siento. Voy a esforzarme más.

—Demasiado tarde —, le espetó él, y salió cerrando de golpe la puerta detrás de él.

Bella se levantó, rígida en el nido con un grito ahogado, su corazón latía con fuerza. Eso despertó a Edward y él se puso de pie en un instante, se agachó en una posición de combate, sus ojos lanzando una rápida mirada mientras buscaba la fuente de la angustia de su compañera.

—Lo siento —, dijo Bella, encontrando su voz. —Tuve un mal sueño —. Sólo un sueño, gracias a Dios.

Edward se relajó y volvió a entrar en el nido. Puso sus brazos alrededor de Bella, olfateando en su cuello. —Hueles a miedo —, dijo en voz baja. — Dímelo a mí para que no te persiga.

Bella sacudió su cabeza. —Tal vez en la mañana.

Ella no estaba lista para revelar uno de los más profundos miedos que se encontraba en un rincón secreto de su corazón. Ese era el tipo de cosas que Mike solía decirle a ella, el tipo de cosas que ella solía pensar que se merecía. Ella se sentía casi culpable por imaginar eso saliendo de la boca de Edward. Él no lo entendería y podría sentirse herido de que ella pensara que él fuese capaz de tratarla de esa manera. Tener un hombre sensible era un trabajo duro, reflexionó ella.

Ella miró a los niños, acostados a su lado, durmiendo pesadamente. Nessie tenía el final de su cola metida en la boca y estaba royéndola felizmente. El pequeño Carlisle estaba tumbado, con los brazos y las piernas esparcidas como un águila, retorciéndose mientras soñaba. Mientras Bella miraba, la punta de su cola golpeó ligeramente en la almohada a su lado y sonrió. Ella levantó la vista y vio a Rose y Emmett aún dormidos, el enorme cuerpo de Emmett envuelto alrededor de Rose, su pierna echada sobre su muslo.

—No debemos dejarla que muerda su cola —, dijo Edward tirando suavemente la cola de Nessie de su boca. —De acuerdo a Esme, yo hacía lo mismo cuando era un bebé y realmente me mordí la punta, cortándome, una noche. Esme dice que eso le provocó un asalto cardiaco.

—Ataque Cardiaco —, corrigió Bella. —Pobre Esme.

— ¿Pobre Esme? ¿Y qué hay respecto a "pobre de Edward"? —bromeó.

—Te volvió a crecer —, dijo Bella, fingiendo indiferencia.

Edward le hizo cosquillas, usando la cola en cuestión. Él había descubierto que rozar ciertas áreas de su cuerpo, le causaba emitir compulsivamente ese pequeño sonido de "risilla" burbujeante que tanto le gustaba.

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