Capítulo 38

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En alguna parte del continente Americano, Brandon estaba en un bar bebiendo alcohol por su sufrimiento. Pensaba todo el tiempo en su otra mitad. No soportaba el hecho de no saber a dónde se fue y que no lo quiere volver a ver por lo que fue. Muchas veces sueña con borrar eventos del pasado que no le agrada. Nunca pensó que se iba a enamorar profundamente.

Pidió otra ronda y a su lado apareció Xiomara. Vestía de una ropa atractiva para llamar la atención de Brandon. Todo el tiempo ha tenido una obsesión con él. Incluso, en momentos que esta a solas intenta "aconsejarle" si está triste. Al final lo que quiere es pasar una noche teniendo sexo con él.

-¿Ahora qué quieres Xio?-pregunta en un tono serio y cansado.

-Hola Xio ¿Cómo estás? Claro, hasta los modales se te han ido con la felicidad.-dice molesta.

-No te ganas de ver a nadie y mucho menos verte. Eres una molestia para todos.

-Como sea, aun así te seguiré amando.

-Yo nunca tendré nada contigo. Jamás.

-Algún día sí Brandon. Ya verás terroncito.-desaparece.

-Loca.-susurra.

Al terminar en el bar, salió a caminar en la calle. Estaba todo a oscuras y solitario. Llegó hasta la casa abandonada en donde se quedaba a dormir. Observó una flor que llevó consigo de Alaska. Su mirada continuaba en ella hasta ir cerrando los ojos. Se quedó por completo dormido.

Una luz brillaba muy fuerte a sus ojos. No pudo evitar despertar. Observó que estaba en una habitación distinta, tenía una vestimenta blanca y observó una ventana. Se levantó a mirar a través de ella, presenció nubes. Luego, vio personas con alas enormes y blancas.

-Bienvenido Brandon Black.-dice Daniel con sus manos atrás.

-¿Esto es...?

-El cielo, te he mandado a buscar por una razón que te hará tener una mejor vida.

-¿Cuál es esa razón?

-Borrar tu mala reputación, cambiarte y hacer posible tu relación con mi nieta.

-Brithany.-susurra.-¿Qué debo hacer?-pregunta animado.

-Primero, al ser creación de Onu no podíamos quitarte tu demonio solo tu lobo. Segundo, ya dejaste de ser buscado por la policía y tu expediente está limpio. Tercero, debemos entrenarte para el bien. Solo de esta manera tu demonio interior se controlará al igual que tus habilidades.

-Bien. Estoy dispuesto a hacer lo que sea.

-Me alegra saber que le pondrás empeño para cambiar tu vida.-Hoy tienes libertad de conocer el lugar. Aprenderás como si fueras uno de nosotros.-lo lleva a los pasillos.-Idalia te entrenará y guiará. Hoy, te mostraré el lugar.

Daniel le mostró todo el palacio de los ángeles. Pasaron por el área de entrenamiento, era al aire libre y enorme. Luego los vestidores, la sala de conferencias y el comedor. Llegaron hasta la oficina de él. Aquí hicieron un alto antes de entrar.

-Debo explicarte que aquí existen artefactos con los cuales puedo trabajar en diferentes áreas. Ya sean en la línea del tiempo hasta con personas. No todos pueden pasar aquí. Por eso, hasta que no ganes toda mi confianza no podrás entrar. Si intentas abrir la puerta, no podrás. Es especial.

-Bien, quedó entendido.

-Perfecto. Ya puedes retirarte Brandon.

Daniel fue hasta su habitación, donde Joana estaba preparándose. Él la saludó con un beso leve en sus labios. Ella se levantó de la silla y le tomó las manos.

-¿Y el muchacho?-pregunta Joana con una sonrisa.

-Está bien. Por ahora está dispuesto con lo propuesto.

-Todo es por la felicidad de nuestra nieta.-le recuerda.

-Lo sé. Solo que, a nuestra familia es la que le ocurre cosas como esta.

-Todas las familias pasan por cosas similares a estas. No nos hace únicos Daniel Everdeen.-le arregla un poco la camisa.

-¿Y qué nos hace diferentes Joana Evil?-pregunta con una sonrisa.

-Nuestra unión. Nuestras diferencias y variedad.-le coloca una mano en su pecho.

-¿Recuerdas aquella canción?

-¿Cuál canción?

-La nuestra. Esa canción que bailamos bajo la lluvia y nos besamos.

-Sí, esa canción.-baja la mirada y regresa a él.

-¿Me concedes este baile?-la música comenzó a sonar.

-¿Enserio?-preguntó riendo.

-Un sí o no basta.-ríe con ella.

-Por supuesto.-comenzaron a bailar juntos.

Estuvieron bailando por par de minutos. Después Joana fue a hacer su trabajo, al igual que Daniel. Joana se encargaba de los entrenamientos para las batallas. Brandon estaba sentado, observaba cómo entrenaban para las guerras. Le gustaba la manera en como mantenían un ritmo para entrenar.

Mientras su vista era distraída por los entrenamientos, su mente lo era por Brithany. No podía dejar de pensar que esto lo ayudaría a regresar con ella. Al culminar todo el entrenamiento, era hora de cenar. Varios hicieron amistad con el demonio. Otros, continuaban distantes.

Al siguiente día, Brandon despertó muy temprano. Se quedó afuera para ver el amanecer. Siempre le ha gustado ya que le daba una afirmación que es otro nuevo día. Mientras admiraba el hermoso amanecer, Idalia preparaba las cosas para su entrenamiento. Con su dedo índice tocó el hombro de Brandon para llamar su atención.

-Lamento arruinar tu espectáculo pero debes entrenar. Y tiene mucho por hacer.-cruza sus brazos.

-Nunca pensé que fuera ahora.

-Sí, sí lo es. Tal vez Daniel no te dijo que soy puntual y estricta así que muévete. Es hora de comenzar a luchar por lo que quieres.-se puso pensativa.-Corre alrededor del área por una hora.-Brandon se le queda mirando.-¡Muévete! ¡Muévete!

Brandon comenzó a correr por todo el área de entrenamiento. La chica comenzaba a sacar los objetos para continuar entrenando. La pelinegra tomaba el tiempo y no le faltaba tanto. Se acercó al medio del campo con todo los objetos. Los acomodó y después grito tiempo.

-Pensé que ibas a caer y no llegarías ni a media hora.-dice con los brazos cruzados.-Bien. Comencemos a ver en que eres bueno y en que no. Dependiendo de eso, abuso de ti.

-Está bien.

Primero comenzó a luchar a puño limpio y no le fue tan mal. Utilizo armas pero, le fue mejor con las armas de bala. Ella sonrió porque tenía ideas para su entrenamiento. Desde ahora en adelante, Brandon acabaría agotado gracias a su entrenadora.

Mi ProtectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora