-Cuando amanece, el sol es el mismo, la ciudad es la misma, pero tu sabes que este día es diferente porque despiertas, y eres consciente de que estas vivo, que tienes amigos familia, vida lo tienes todo.
-Mi amigo el chino, valga la redundancia pero sus ojos chinos no podían ocultar su malicia y picardía yo no me quedo atrás ya que juntos éramos un desmadre.
Lo único que teníamos en común era que éramos "nosotros mismos" sin prejuicios, jamás pretendimos agradar a nadie y nos tachaban de "picaros" aunque ya lo sabíamos, ambos reconocíamos que nuestra amistad estaba más allá del tiempo y lo que piensa la gente.
AmigoMe dirijo a ti amigo, pero no sé si tenga el derecho de llamarte así, porque es más que un privilegio, saber que cuento contigo. No tengo más que mi vida y mis palabras para decirte que te amo y que te pido perdón si te fallo.
No busco palabras rebuscadas, ni las palabras más bellas del mundo, busco sinceridad, busco amigos que no busque, si no que los acojo en mi corazón, para sacar el exquisito sabor de la amistad.
No pido ser tu mejor amigo, solo déjame ser alguien que valió la pena conocer, porque yo seré tu amigo a donde quiera que vaya, vasto un minuto, para saber que te volveré encontrar en la vida.
Me dirijo a ti, amigo, porque hace mucho tiempo me pregunte ¿Quién soy? y ¿hacia dónde voy? y en el camino te he encontrado y tuve el privilegio, de charlar de discutir, de celebrar nuestros cumpleaños. Recuerdos que quedan gravados en el alma, a donde quiera que vayas, deseo que tus sueños te tengan donde quisiste.-Chino y yo teníamos la costumbre de hacer un momento en la faena del día, acostumbrábamos a contemplar el cielo y la ciudad al mismo tiempo en la terraza de un tercer piso mientras hablábamos, de nuestros miedos, dudas y solo el viento juzgaba nuestras palabras.
-Tú crees que bella (como yo le decía) es una mujer bonita - Le pregunte a mi amigo.
-¡Claro! Respondió sin titubear
-Sabes creo que hay alguien que está enamorado de ella, porque últimamente la cela mucho, lo digo porque últimamente he estado hablando con ella y ese idiota, siempre llega a interrumpir.
-Hasta ahora te das cuenta - me respondió con sarcasmo - ese imbécil con todo el mundo la cela, te acuerdas el día que vos le estuviste ayudando asear, los cuartos, cada rato me pregunta por vos, que donde estabas, y que estaba haciendo tanto con ella.
Y yo le dije que te preguntara a vos si tanto era el dolor.
-No dije nada, y el silencio penetraba nuestras almas, no era necesario hablar para explicarle que su compañía me era grata y ambos lo sabíamos.
-¿Hiciste la tarea de Biología?
-Si - le respondí - se la copie al cuetero
-Préstamela pues - me dijo riendo con malicia. Te espero en el cuarto me dijo con picardía.
Enseguida entendí su lenguaje de doble sentido y me quede solo, un momento contemplando mis ideas, y la huella de una sonrisa que cuando es sincera, todavía se dibuja en tu memoria.
-De repente la vida me echo en cara lo que una mujer, puede hacer con solo su presencia, con sus sonrisas, con su compañía, es el Dios real que pocos llegan a conocer.
-Como olvidar cuando la vi por primera vez, su sonrisa es su carta de presentación, sus ojos son 2 lunas cafés que irradian luz, sus palabras eran música para calmar el alma.
En mi memoria guardo, cada palabra de aliento, guardo con amor nuestros momentos de risa, con discreción sus momentos de tristeza y con nostalgia, cada lagrima que vio rodar de mis mejías.
No hay nada en este mundo con que se le pueda pagar, a una mujer, tan maravilloso ser, que nos da la vida.
No tengo más, que lo que soy, así que lo único que le podía dar es amor, y tenía que encontrar la forma de decírselo y demostrárselo.
-Así que le escribí, lo que siento.