capitulo 7.

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¡Qué bonito, verdad! Parece un cuento de hadas, la mejor historia de amor y justamente, cuando estás en lo mejor del sueño despiertas.
Esta es la parte que todo el mundo tiene miedo pasar y que las historias de amor a veces no cuentan, porque dicen que la historia no es perfecta.
Y yo creo que es la mejor parte, donde te das cuenta en verdad quien eres.
Después que atraviesas el miedo y te atreves, a cambiar el rumbo de tu historia, eres feliz ese día.
Después de tanto vernos a los ojos y compartir, las mentiras de nuestra alma.
Después de un primer beso, y jurar que lo mejor del mundo es amar olvidamos que antes fuimos felices y nos la dejamos arrebatar por el miedo, de que las historias trágicas de los demás, también sea la nuestra.

Tengo la madurez de hacerme responsable de mis actos, y no quiero ser responsable de darme por vencido pretendo ser fuerte, cuando en realidad te pido a gritos que me sostengas en tus brazos, me siento mal porque, creo que soy una víctima ante tus ojos, pidiendo una limosna de amor.
Estoy seguro de que soy un inseguro y que tengo miedos, pero juro que los venceré.
Mil disculpas por dudar de tu amor no te culpo solo que tal vez ni siquiera he aprendido amar, pienso mucho en ti pero el miedo me hace dudar que te amo todo el mundo siente miedo y yo no soy la excepción, solo que estoy arto de aquellos que me lo impiden.
Me dirijo a ti, sin nombre ni apellido
Te juro que es a ti.
Mujer que con tu sonrisa me alegras el día, que con tu existir le das sentido a mi vida, lo único que tengo hoy son palabras y jamás te mentiría, aunque la verdad destrozara nuestras ilusiones.
Hoy sentí miedo y creí que todas mis fuerzas, se acababan sin ti, que mis labios se negaban a decir te amo.
En el fondo me duele, porque soy culpable de mi propia debilidad, no es que quiera serlo, si no que mi mente cree que soy un idiota, aunque tú me lo reproches, creo que estoy loco.
Porque te amo y no creo que exista lo imposible, pretendo amarte con toda pureza, e ilusión, pero tu estas en la libertad de amarme, y creo que no soy digo de que me ames.
-Después de la rutina y los estudios la hora para des estresarse era jugar pelota, lo admito que soy un rigioso y por nada del mundo, me perdía esa hora, pero ese día, mi alma se negaba a existir, son esos momentos cuando necesitas a un verdadero amigo
-Oye chino – Le dije casi con la voz quebrada. ¿Vas a jugar?
-Si por qué…
-No por nada, solo quería hablar
Su gesto de alegría y rigió cambio por completo al verme llorar.
-Que te pasa?
¡No se! ¡No se! Como decirlo, hice algo estúpido
-El chino cerró el cuarto con llave
-Cálmate me dijo, esperemos que los demás bajen y hablamos en la terraza.
-¿Qué hiciste man? Me volvió a preguntar
Mis lágrimas eran torrentes y me impedían hablar, mi voz se quebraba como papel mojado y solo el chino era testigo de aquella escena.
Después de esperar que dejara de lloriquear, me miro a los ojos y me dijo – pareces estúpida llorando, lo cual me hizo gracia y calmo mi corazón.
Así que le empecé a contar lo sucedido.
-Te acuerdas el día que no vine a dormir al cuarto, esa noche me quede en el cuarto de Marisol, vos sabes que nos llevamos muy bien y yo la aprecio, la quiero como amiga, yo fui porque quería que me pasara unas fotos, jamás mis intenciones fueron otras.
Ella encendió el televisor y se sentó conmigo en el mueble, y empezó a contarme detalles de su vida, quizás lo único que quería es que alguien la escuchara, y así lo hice aunque ya la noche, nos atrapo con su belleza.
Ambos reflejábamos miedo en los ojos pero, pudo más el deseo y nuestros labios exigían olvidarse de los consejos de nuestros padres, su piel blanca y suave, no me hacían arder en deseo si no mi imaginación “el deseo no es lo que ves, si no lo que imaginas” y me imagine que encontraría, todos mis deseos reprimidos, el instinto venció mi cuerpo pero mi mente, solo pensaba en una cosa, si tendría el valor de ver a los ojos a la mujer que decía tanto amar.
Después de escuchar, todas mis excusas baratas el chino dijo
¡Te voy a matar! Tan siquiera usaste preservativo.
-Vos crees que si yo lo hubiese planeado no llevaría, te estoy diciendo fue algo que paso tan rápido, no me justifico ¡chino! Ni tampoco le echare culpa a ella solo que no tengo cara para ver a Bella a la cara.
-¿Para qué le vas a contar?
-Y que quieres, que finja que nada paso, y decirle hipócritamente que la amo sabiendo que soy un canalla.
-Cálmate, piensa bien las cosas lo que le vas a decir, vos sabes a que te atienes.
-Si lo sé, la voy a perder chino, la voy a perder, sabes que la amo y jamás le mentiría no quiero que, haya mentiras entre los dos. Prefiero contarle a que se dé cuenta por otra boca.
-No era motivo de orgullo saber que la mujer que amaba y la que quizás yo le gustaba eran buenas amigas.
Siempre quise ser el hombre que toda mujer quiere y termine siendo el peor.
Si le contaba a bella lo sucedido fingiría no amarme y la perdería para siempre, pero el rostro de Marisol seria una máscara mas, creerá una vez más que el amor no es para ella.
Si guardaba el secreto, Bella me seguiría amando ciegamente, y Marisol seria victima de mi hipocresía, esclavizada con la esperanza de sentirse amada y deseada.
-Pasaron varios días y me sentí miserable e hipócrita no podía seguir con esto, no merecía que esa mujer me amara tanto.
-¿Por qué dice eso? Me dijo cuando le confesé que no merecía su amor.
-No sé por qué los hombres somos tan maricas, porque no podía contener mi llanto al tener frente a mí la mujer que te hace tan feliz. Y si no pude contarle de frente lo que paso, así que hui a mi cuarto y llore amargamente mi pena, después tome mi teléfono y tuve el descaro de llamarla y contarle todo.
-Y llore mas, sabiendo que sus lágrimas, rodaban por culpa mía, no quería que amaneciera yo sabía que era una mujer sensible y que su peor miedo se había convertido en una realidad.
Al día siguiente no tuve el valor de hablarle, era terrible que ambos teníamos que fingir que no paso nada, porque no estaba en nuestras manos el tiempo ni el lugar, para vernos a la cara y decirnos todo, éramos presos de nuestra vocación.

Creo que te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora