Anónimo - Capítulo 6

34 0 0
                                    

Capítulo 6

Es tan hermosa -pensé

No pude resistirme al ver la hermosa foto que Rhea me había enviado de su hermanita recién nacida. Hace unos días la señora Benners llego del hospital con la pequeña Camille, lo que significaba que hoy podía ir a visitar a ese angelito. No resistí en formar una sonrisa al recordar como hace apenas unas semanas atrás me contó como la nombraría...

Mi padre trabaja turno doble hoy, las deudas no se iban a pagar por sí solas y era lo único que podíamos hacer. Había pensado seriamente en conseguir un trabajo de verano, pero las oportunidades no eran tan fáciles de buscar, hasta que Rhea me contó que Alanna Bridge solicitó una vez para cuidar de unos niños, lo cual no me creí la primera vez porque bueno es Alanna.

Dahhh

La única vez que me vi sentada en cuidar a unos niños y tomar el puesto de "niñera" fue con los hijos de la amiga de mi madre y no duró mas de media hora. La última vez que vi a esa señora fue en el funeral y los niños, bueno... tal vez consiguieron una mejor niñera que yo.

Ring. ring. ring

La llamada de mi amiga me devolvió de los tristes pensamientos que aun cargaba.

Ya pasó mas de un mes

Pero aun así las heridas solo las llegaba a curar el tiempo, o eso creía.

-Tu estarás en mi casa mas tardar las 4, porque Camille tiene un horario, sabes? Y la única posibilidad que la veas despierta será a esa hora, ya que su siesta es un poco mas antes de lo planeado y me encantaría que la vieras despierta, PORQUE! Una bebé dormida solo es... una bebé dormida-apenas descolgué sentí una avalancha de palabras que caían sobre mi.

-Ok?

-Eso es todo? Enserio Holl, tu vienes porque si-se tomó un gran respiro, después de parecer ser perseguida por su propia lengua-O te busco y no te gustara.

-Sabes que no me perdería ver a Cam jamas. Jamás

-ESTA BIEN! Bueno te colgare y dejare que hagas todo lo que tengas que hacer para que no te atrases-antes de poder pronunciar una palabra Rhea ya me había dejado.

No tengo nada que hacer

En realidad la última vez que salí fue para pagar unos recibos que mi padre me había ordenado y por supuesto hace unas semanas con Rhea, pero eso ella no lo sabía. Solo suponía que me había aislado del mundo.

.

.

.

Me encontraba al frente de la casa de la familia Benners y en su pórtico podía escuchar los gritos de sus hermanos.

-Dios déjame salir de esta con vida-dije antes de tocar la puerta.

Al abrir esta la forma de una mujer se encontraba frente a mí, joven de unos cuantos cuarenta y tantos años, pero con tantos hijos al verla mas detalladamente se podían ver las arrugas y unas cuantas canas que se encontraban en ella.

-Luce fantástica tía-la halague, mientras esta me abrazaba.

-Muchas gracias Holland, que bueno que pases por aquí RiRi no paraba de hablar de ti y de lo cuan emocionada estaba de que al fin pudieras ver a Callie.

Un dato muy curioso es que la señora Benners nunca, pero NUNCA llamaba a sus hijos por sus nombres. Siempre tenía un diminutivo para ellos, cosa que nunca entendí. La única vez que escuche a su madre llamarla Rhea fue en una pijamada que tuvimos cuando teníamos diez años. Rhea tuvo la fabulosa idea de jugar a ser concursantes de un prestigioso concurso y eso incluía maquillaje, pero cuando su madre le vio todo el lápiz labial puesto su único deseo fue regresar la corona que había ganado en el juego.

-Subiendo las escaleras a la mano derecha-me indicó la habitación en donde la pequeña se encontraba-y procura lavarte las manos, gracias por cierto.

No había entendido lo ultimo, pero al encontrarme con la bebé en su cuna tan llena de vida y babeada por cierto, lo olvide.

-Eres un bebita muy pechiosa-hablaba con mi pésima voz que solo me hacia lucir mas ridícula-a poco y seré la tía mas pechiosa que alguna vez verás en tu vida, vedad?

-Okay...? Ya me asustastes, donde quedo la Holland que odiaba a los bebes?

-Jamas dije que odiaba a los bebes, solo mencione que no son de mi agrado y que no deseo tener uno cerca mio, a echepcion de esta pechioshura-indique con mi ridícula voz a la pequeña que estaba cargando en esos momentos.

-Entonces...

-Entonces... que?

-O vamos se que quieres ser niñera, solo dime.

-En realidad no quiero

Pero lo necesitaba

No podía con esa mirada que me ponía, era ese típico se que lo harás de Rhea Benners porque te conozco muy bien Holland Brouwer.

-YA QUITAME ESA MIRADA! Lo haré ok? Solo pasame toda la información-accedí rendida sobre sus pies.

Holland 0

Rhea

-A mi mama le encanto lo que le trajiste a Camille.

-Yo no traje nada-ella notó que hablaba enserio cuando vio mi cara confusa.

En ese momento Rhea abandonó la habitación y en pocos segundo regreso con lo que parecía ser una pequeña caja con una nota saliendo del costado.

-Míralo tu misma-me lo entregó y pude ver que era una caja musical de esa que tiene a una diminuta bailarina en el centro dando vueltas, la abrí y aparte de escuchar esa delicada melodía pude divisar la carta.

Para una luz en tiempos tan oscuros

-Holland B.

No lo lograba asimilar, pero pude entender la preocupación de que un extraño le entregará un obsequio un bebé que no conoce y menos con mi nombre grabado, así seguí la corriente.

-Por supuesto, como se me olvido-mentí

.

.

.

Al llegar a mi casa mi padre no se encontraba, era raro pero ya me estaba acostumbrando a la idea de que no estuviera por los pasillo. Me cambie a una camisa holgada y unos pantaloncillos, lo primero que agarre y me acosté.

Pero no pude dormir, porque el miedo me dominó

Era esa melodía

Estaba sonando por toda la casa.

Estaba sonando por toda la casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ni Mentiras. Ni VerdadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora