Cuidaré De Ti #1 [YAOI] [NEKOS] [EDITANDO]

Capítulo 10

Mmm.

Esto me parece algo raro. Jackson no parece uno de esos chicos que compra cosas ilegales o algo peor, su rostro y sus acciones son muy amables. ¿Deberia ir donde él y preguntar? No, hay cosas que no me convienen, además no lo conozco muy bien, será mejor que lo deje pasar.

...

-¿¡Su novio!? - grito demasiado sorprendido al enterarme que Yumi sale con Jackson, segundo me dice Stephan. Ok, ya fueron dos sorpresas en un día de una sola persona - ¿En serio?

-Si.

-Vaya.

-Pero aún así no me cae bien, me da mala espina - dice Stephan mientras juega con mis orejas, y puedo sentir en la forma que habla que sospecha mucho de él. Eso me recuerda lo que vi hoy.

-¿Por qué? – escalo en él quedando cara a cara.

-No lo sé, sólo no me gusta – roza su nariz con la mía haciendome sonreír y ronronear, causándo casi que olvide lo que le iba a decir.

-Me uní al equipo de fútbol de la escuela – seguimos rozando nuestras naricese sin importar que.

-¿Ah sí? No sabía que te gustaba el deporte – ronronea y río un poco. Su tono de voz suena muy pícaro.

-Me gustan mucho y la otra semana tengo un partido. Quiero que estés ahí.

-Prometido – me da un beso callando me  y yo lo intencifico haciendo que él gima. Puedo jurar que tengo la cara roja por lo que acabo de escuchar; sus gemidos son profundos que causan una reacción inmediata en mi y eso que no había escuchado gemir a Stephan en un beso. Me gusta, y quiero más pero él se aparta – ¿ que sucede?

-Lo siento, pero tengo que leer y hacer un ensayo para la universidad.

-Ah, entiendo.

-No te pongas mal, en la noche seguimos – lame mi cuello haciendo que mi piel se erice pero solo me deja peor, y casi tiemblo por eso.

...

Odio admitirlo pero quiero hacerlo, y ya, Stephan realmente me dejó con ganas, quiero sentir lo de nuevo, y más aquellos besos que me regala en el cuello que me hacen temblar. Voy donde Stephan que está leyendo un libro con todo el coraje que he podido reunir, pero aún así tiemblo internamente.

-¿Sexo?

-No ahora Shin.

Ni se inmuta, nada, ni una mirada, solo esa frase negando lo que obviamente ambos queremos. Me voy algo molesto. Siempre es cuando él quiere.

...

-¿Sexo?

-No.

...

-¿¡Ahora!? – estoy a horcajadas espaldas a él pero no me hace caso. Ya me estoy molestando.

-¿Pero que tienes? – por fin me mira, de todo el esfuerzo que he estado haciendo para llamarle la atención, y entiendo que esta ocupado pero, tal vez...

-¡Quiero sexo! – lo grito sin vergüenza a estas alturas ya no me da pena.

-¿No prefieres en la noche? – trata de convencerme con su voz seductora pero no lo logra.

-¡No!

-¿Si lo hacemos dejarás de insistir?

-¡Quiero que lo quieras hacer! Cuando lo hacemos siempre es porque tú quieres. ¿Por qué cuando yo quiero tú dices que no?

-Shin... – me hala a él y me estrecha contra su pecho en un abrazo y a pesar de mi molestia, no me niego a recibirlo – siento que hayas terminado pensando así. No era mi intención hacer eso – me hace mirarlo y las lágrimas están que caen, no sé por qué ahora, pero la molestia se va junto con mis lágrimas –. Por favor no llores, lo siento – besa todo mi rostro haciendo que me sienta un poco mejor pero sigo enojado – cambiaré eso, ¿si?

Asiento sin mirarlo.

-Te dejaré con lo tuyo – y salgo de su habitación.

Stephan

¿Pero qué cagada he hecho?

¿Por qué lo tuve que hacer? Bueno, no me podía contenerme, Shin me hace sentir tanto deseo, pero aún así, no esperaba que terminara pensando así. Tengo que compensarselo y tiene que ser algo bueno y no solo será sexo. Dejo que a Shin haciendo sus deberes, y salgo a comprar ciertas cosas, para hoy.

-¿Cine?

-¿No quieres?

-¿Que? Claro que si, no me lo esperaba. Aunque, tu rostro me dice que hay algo mas, ¿qué es?

-Lo verás después.

Fuimos al cine, y dejé que Shin hiciera lo que le plazca toda la tarde que estuvimos afuera, realmente su humor cambió bastante.

Shin se tira encima de mi al llegar a casa y lo atrapo con mucho gusto. Otra vez esta de muy buen humor, y eso que aún no es toda la sorpresa. Me da un beso y lo acepto con demasiado gusto.

-¿Que es lo otro?

-Yo.

-¿Qué?

-Asi como escuchas. Tu lo quieres hacerlo pues aquí estoy. Hazme lo que tú quieras.

-Pero...

Lo callo con un beso en sus labios, luego pasó mi lengua por toda la curva de su cuello sintiendo como tiembla del placer, y yo me tomo mi tiempo en dejar pequeñas marcas Rojas poco notables en su linda piel, y escucharlo suspirar y casi jadear me prende.

-Hazlo.

Espero que les haya gustado.

Bye~