Cuidaré De Ti #1 [YAOI] [NEKOS] [EDITANDO]

Capitulo 3

Shin

Stephan me mira con mucha sorpresa y yo trato de retener mis lágrimas. Los recuerdos de aquel lugar me atormentan, y me alegra demasiado haber huido de aquel lugar. Los niños... nunca fueron buenos conmigo. Las damas de aquel orfanato me trataban con cariño, eran las únicas. Los padres que ivan en busca de algún niño mayormente me descartaban y nunca entenderé la razón. No podia quedarme más allí.

Le digo a Stephan un poco de aquello sin entrar en detalles. Él me escucha con atención, incluso limpia mis lágrimas con la punta de sus dedos. Me hace sentir seguro, pero si él  me regresa, no sé qué más podría hacer, y si vuelvo a escapar no tendría a donde ir.

-Shin, ¿qué demonios? Ya lo puedo entender - sus  brazos me rodean un un abrazo confortante y si por mi fuera, me quedaría aquí para siempre. Stephan parece alguien con quien puedo confiar pero no sé lo que planea hacer conmigo.

-Por favor no me regreses, puedo hacer algo aquí para que me dejes quedar, lo que sea - lloriqueo con más fuerza enterrando mi rostro en sus pecho. Sus manos solo acarician mi espalda y mis cabellos para tranquilizarme.

-No te llevaré a ese lugar pero - oh no - debo hablarlo con mi madre para poder solucionar todo esto. ¿Entiendes?

Asiento sin poder decir alguna palabra.

-Hasta el momento, dejaré que te quedes y hablaré con ella.

Antes de poder decir algo más, escuchamos un ruido. Volteo y lo primero que veo es una señora frente a nosotros con una cámara.

-Lo siento, ¿quién eres chiquitín? - su mirada dulce y su voz me hace perder un poco la timidez. ¿Es la madre de Stephan?

-¿Es en serio mamá? No me puedes ver ni siquiera sentado al lado de un chico cuando te pones a espiar.

-No hable contigo Stephan - su voz cambia a algo más dura y Stephan solo resopla. Ella vuelve a mirarme.

-Ho-hola - saludo sin moverme de mi asiento con mi voz temblando un poco por mi llanto.

-¿Ah? - la señora me ve y sonríe - hola, ¿tu quien eres?

-So-soy amigo de Stephan - ¨¿amigo?¨ dice mi conciencia - me llamo Shin.

-Es un gusto conocerte Shin, yo soy Rita y déjame decirte que eres muy lindo - dice de manera exagerada. Creo que ahora me está asustando - ¿seguro que son solo amigo? - lanza una mirada pervertida que medio me asusta - el uke

-¿El que? - no entiendo de que habla.

-No sigas con tus cosas raras mamá.

Stephan me mantiene cerca de él. ¿De qué habla su madre?

-De seguro eres el uke, se te nota en la cara, ahora estas todo sonrojado - no es cierto. Me toco el rostro y lo tengo caliente - ven, te mostrare unas cosas.

-¡No le vas a enseñar esas cosas!

-Ya, relájate que no haré nada.

...

-Y eso es lo que harás con mi hijo - concluye Rita. No puedo creer lo que he visto. ¿Como es que dos hombres puedan hacer eso? ¿Lo haré con Stephan? - no te preocupes de nada. Ahora vamos a comer.

La voy siguiendo, traumatizado por lo que he visto. Yo quiero a Stephan, y no solo porque me salvó la vida sino porque, de todas las personas que he conocido, él es la mejor de todas. Lo quiero.

-¿Ustedea lo hicieron? - Rita nos pregunta degustando la cena. Se ve bastante contenta pero por el lado de Steohan, parece bastante fastidiado. No pudo salvarme de su madre y ahora está callado.

-Si - contesto, aunque apenas y ayude en algo.

-Shin, cuando termines te darás una ducha - me habla Stephan por fin diciendo algo. Pero es lo peor que su boca a dicho.

-Pero-

-Debes hacerlo.

Stephano

-No me habías dicho que tenias novio y menos un uke - discute mi madre luego de que Shin subiera a ducharse, aunque dudo que lo haga por voluntad - estoy tan feliz por ti - se exalta igual que Yumi pero no creo que todo vaya bien, incluso le mostró a Shin esas cosas dejándome amarrado a la mesa. ¿Que clase de madre hace eso?

-Si que lo hice - como lo esperaba - ¿que esperabas? tenia que mostrarle todo lo que harán o... ¿a caso ya lo hicieron?

-¿Que? claro que no - aclaro algo exaltado. No lo hemos hecho, aunque Shin sea demasiado adorable no me voy a aprovechar.

-¿Stephan? - Shin baja vestido. Lo miro y debo controlar mis expresiones si no quiero delatarme. 

-Vamos a dormir  - lo miro y asiente. Tiene todo el rostro rojo. Se ve tan tierno que no puedo evitar morder sus lindas mejillas cuando no estamos a la vista de mi madre pero da igual, ambos vimos el flash de una cámara tras de nosotros.

-Ustedes continúen, como si yo no estuviera.

Cierro la puerta de mi habitación de un portazo. Lo que más esperaba era que este día nunca llegara pero miren que sorpresa.

-Ah, olvide decirte que Shin se quedare conmigo aqui en casa - solo abro la puerta para decirle eso y la vuelvo a cerrar.

-¡Perfecto! - grita mamá.

-Iremos a comprar te ropa mañana, por lo menos debes tener algo de tu raya para vestir.

-¿Ropa?

-Si. No podrás llevar siempre la mía.

-Pero a mi me gusta - se queja e infla sus mejillas.

-Lo sé, pero necesitas tener la tuya.

-Esta bien - resopla.

-No te pongas así - acaricio su cabeza y ronronea - te gustara.

-Esta bien.

-Bien, dame un beso.

Cierro la boca de inmediato. No puedo creer que haya dicho tal cosa en voz alta. Ni siquiera lo pensé. Voy en seguida a corregir pero Shin se adelanta y me da un pequeño beso en los labios. Oh maldición. Esto no debería ser así. Sin darme cuenta lo que está en el suelo me tropiezo cayendo encima de él con mi cara enterrada en su cuello.

-¿Stephan? - su voz me llama con lentitud pero yo solo puedo ver los subtonos de rosa que colorean su piel- Stephan...ngh - muerdo esa zona y paso mi lengua de inmediato. 

-Hijo, ¿Has visto mis... - de repente entra mi madre interrumpiendo - llaves? - quito mi cara del cuello de Shin y observo a mi madre con el ceño fruncido - lo siento, no sabia que ustedes...Oh Dios, debí traer una cámara.

-Mamá - replico.

-Si lo sé, me voy. Ustedes...continúen - sale cerrando la puerta tras de si - ¡Se amable! - grita. Suspiro y me levanto. Miro a Shin quien sigue rojo.

Ah... esto no debió pasar.