-Al otro lado del edificio, Temari esperó atenta a que Hinata se sentara como ella y le contara su plan, que le erizaba la piel de sólo pensar en lo que implicaría.-
-¿Y bien?- Preguntó la rubia, y Hinata sólo rió maliciosamente, cosa que puso más nerviosa a Temari.-
-... Ay Temari...- Dijo la pelinegra.- ....Este plan, es el plan más hijo de puta que vayas a hacer en tu vida.-
-¿Que dices?-
-He estudiado atentamente a Naruto Uzumaki, y he descubierto su debilidad.-
-¿¡A que diablos quieres llegar?!- Preguntó la rubia desesperada por que su jefa no le decía nada en concreto.-
-Voy a que la debilidad de Naruto es que él es meramente estúpido. Confía en todos y le hace favores a todos. ¿A caso te parece que hay uso de razón en su cabeza con eso?- Temari tragó saliva haciendo sonar a su garganta, sabía que Hinata era capaz de hablar así de alguien, pero ella odiaba a Naruto. ¿Que plan trama? ¿Un secuestro? ¿Asesinarlo? ¿Comprarle un boleto en avión para que se vaya? ¿Extorsionarlo hasta la muerte? ¿Que diablos quiere Hinata?- Como él es tonto de adentro, será fácil entrar en él. En su vida amorosa.- La rubia abrió los ojos como dos platos, al parecer ya sabía lo que venía.- Temari quiero que enamores a Naruto.--¡JAMÁS! ¿Hinata te estás escuchando? Sé que odias a Naruto, pero él es una buena persona a pesar de todos los problemas que te causa su sola presencia...-
-Lo quiero ver derretirse por tí, y que lo uses a nuestro antojo, que lo convenzas de dejar su trabajo, lo que sea.-
-Hinata eso es feo. ¡No estás pensando con la cabeza! ¿Qué te va a traer de bueno enamorar a alguien, jugar con sus sentimientos y luego desecharlo como una bolsa de papitas al tarro de basura?- Preguntó su secretaria.-
-Él le ha causado muchos problemas a mí y a mi papá. A mi papá lo quiere ver pudrirse en la cárcel ya que ese tonto abogado está haciendo unas investigaciones, es decir, que quiere pruebas para acusarlo de corrupción, y él no sabe que yo soy la hija de Hiashi Hyuga. Amo a mi papá y jamás dejaría que se lo llevarán preso ¡Todo el dinero que el ganó fue con su propio esfuerzo, con su propia sangre y sudor! Ese imbécil se está metiendo donde no debe, si alguien se mete con mi papá, se mete conmigo. Y eso va para todos.- Temari tragó nuevamente saliva, Hinata estaba cabreada hasta el tope, su voz era grave y ronca, su mirada cambió a una llena de odio y su cuerpo estaba rígido totalmente, como si en cualquier momento iba a golpear a alguien.-
-Entonces tu de verdad pretendes eliminarlo...-
-Oh no lo digas así... Sólo quiero sacarlo de mi camino, eso es todo cariño.- La rubia frunció el ceño no muy convencida, Temari siempre fue empatica y racional en su toma de decisiones, pues lo que ella tuvo que pasar en su pasado, no fue para nada menor.-
-Hinata... Tu plan tiene una falla.-
-¿Ah?- miró la pelinegra a su asistente.- ¿Que quieres decir?-
-Naruto jamás se enamoraría de mí, porque a él le gustas tú.-
-¡¿Que dices?!-
-Hey no me mires así, es la verdad. Es muy obvio que hasta se le nota por como te mira... Por eso yo, te propongo que lo enamores tú.-
-De ninguna manera.- Negó la pelinegra.-
-Vamos. Tu llevas la delantera en esto, sería muy raro que yo de la nada llegara y me metiera entre ustedes dos.-
-... Ya te dije que...- Temari la interrumpió antes de que Hinata pudiese terminar de hablar.-
-¿Quieres que tu padre esté libre o no?- Preguntó tajantemente su secretaria.-
-...- Hinata enmudeció un buen rato hasta que por fin pudo articular palabra alguna.- .... Tienes r-razón. Lo haré. Tu ganas.- Dijo la ojiperla con dificultad, como si cada palabra que decía fuera una estocada para su orgullo. Por el otro lado, Temari festejaba por dentro.-
-Sabia que ibas a tomar una decisión inteligente, Hinata.-
-Si si... lo que digas, ahora tendré que hablarle por WhatsApp y será todo un asco.-
-Animo... Te prepararé un café para alentarte.-
-Ugh... no lo nesecito.- Respondió la Hyuga levantándose de su escritorio con aires de furia.-
-No dejes que Naruto te arruine el día Hinata...- Le aconsejo tiernamente Temari.-
-Déjame sola Temari.- Dijo cortante. La rubia miró a su jefa, frunció el ceño y se marchó sin más que decir.--¿Quien la entiende?- Dijo para si misma.- No sé porque sigo en este estúpido trabajo.- Dijo la rubia recostándose sobre la blanca pared del pasillo, pero luego recordó que estaba aquí por el dineral que ganaría a fin de mes y dejó de quejarse.- ... Agh... Esto no tiene sentido.-
-Por el otro lado de la viva ciudad se encontraba Naruto, quien tenía una guerra fría dentro de su cabeza...-
-Vamos Naruto tu puedes...- Se decía para si mismo sosteniendo con fuerza su celular en la mano.- ¡No! ¡Ni se te ocurra!- De repente se decía y borraba el texto que salía en la pantalla.- Vamos... ¿Como que no..? ¡No! ¡no puedo! ¿Y si me rechaza?... Tal vez no lo haga... Ella no es así... ¡O tal vez sí! Maldición...- Dijo esto último dándose por vencido.-
-Veo que tienes problemas..- Se asomó Ino.-
-¡Oye tú que diablos haces aquí!- Dijo el rubio apuntándola avergonzado.-
-¡Me iba a ir, pero te escuché hablar!- Dijo enojada.- Si vas a hablarle, pues ¡háblale de una vez tonto! ¡Sé un hombre y toma valor Naruto!-
-Quien diría que tú me regañarias por ésto...- Dijo el joven abogado sorprendido.- Pero... ¿Y si no me contesta? ¿¡Que diablos haré yo si no me contesta?!!- Dijo agarrándose su rubio cabello con ambas manos a modo de desesperación.-
-Al menos lo habrás intentado...- Respondió la rubia.-
-¡Eso no es muy alentador, sabes!- Dijo Naruto, quien se encontraba en un limbo de dudas. Ino, por su parte, avanzó hacia la puerta, la abrió y antes de salir por ella, dijo.-
-Toma la iniciativa tú y me lo agradecerás.- La guapa secretaria se fue de la oficina, sin antes guiñar el ojo, y Naruto quedó ahí, sentado en su cómoda silla de cuero negro que le fascinaba, tenía el celular en la palma de la mano, lo sostenía con fuerza. Tal fuerza y presión hacía que le sudaran las manos. Estuvo 10 minutos sentado, hasta que tomó la decisión. Le hablaría a Hinata, quien parece de carácter fuerte, irascible y difícil.-Número desconocido:
Hola
Soy yo, Naruto Uzumaki
¿Te acuerdas de mí verdad?-La pelinegra sostuvo el teléfono después de que este le vibró, leyó el mensaje de un número desconocido en Whatsapp, y quedó petrificada. ¿A caso el plan se adelantó?
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¡Ley Prohibida! (Naruhina)
AléatoireNaruto Uzumaki es un reconocido abogado en la ciudad de Londres. Nunca falla en sus casos y se le reconoce por su arduo trabajo y dedicación. Uno de sus casos le cambiaria la vida completamente, tendrá que demostrar y encarcelar a un magnate muy p...