-Uzumaki.... ¿Naruto?- preguntó un hombre que se acerco al rubio quien parecía perdido una vez llegado al aeropuerto, vestía formalmente para la ocasión- y el calor- De terno negro, camisa blanca, corbata negra, zapatos negros que brillaban como el onix.-
-S-sí..- Respondió con cierta duda al no poder identificar el rostro del hombre, ya que llevaba un gorro y unos lentes de sol que cubrían gran parte de las facciones importantes de su cara.-
-Ven conmigo.- Respondió seco el hombre, quien hizo una seña con su dedo índice para que siguiera adelante con normalidad. Naruto no tuvo ni tiempo de responder y siguió caminando con su maleta hasta salir del aeropuerto y llegar al estacionamiento que para su sorpresa alguien los esperaba en el auto. Discreción, era la palabra clave en esta ocasión. Los hombres vestían de negro, se aseguraron de tapar sus ojos y cabello, mediante el uso de lentes y sombreros negros, y además, se notaba que el auto era arrendado -seguramente para no comprometer una identificación-
El estacionamiento estaba vacío, no habían personas merodeando por el lugar, el sonido de los motores de aviones a lo lejos los acompañaban.
Naruto se subió al auto saludando tímidamente al chofer, pero no recibió respuesta alguna. -
-uh.... Bueno..-Se dijo así mismo un tanto incómodo, pero quiso salvar la conversación y romper con la incomodidad del silencio.- ¿Y a dónde nos dirigimos, caballeros?- Preguntó el rubio que apoyo sus brazos en la cabecera de los asientos de adelante, donde estaban sentados el piloto y el copiloto.-
-Nos dirigimos a la oficina de Danzou. No podemos darte información de la dirección.- Dijo el copiloto, el primer hombre con el que se encontró Naruto.- Es más.- Agregó- Necesitamos que a partir del primer semáforo te cubras los ojos con una venda.- Naruto puso una cara de disgusto.- Hey... No nos mires así niño, es parte del protocolo.-
-No... Está bien... No se preocupen, me lo pondré...-
-Sí y también agradecería que no te apoyaras niño...- Dijo el hombre que conducía.--Naruto cubrió sus ojos con una venda por obligación- Ni de broma tendría problemas con ellos, ésto llegaba a parecerse a la mafia- Lo demás lo dejó a su suerte, si era un secuestro, que lo mataran, y si lo mataban, pediría que fuera rápido e indoloro. Así de práctico y miedoso era.-
-Hey, niño...-Llamo una voz.- Despierta, vamos arriba.- Lo sacudió esta vez.-
-A-ah? ¡estoy despierto!- Dijo el Uzumaki recomponiendose de inmediato.-
-Sal de una vez.- Dijo haciéndole gracia la actitud del rubio.- Ya puedes quitarte la venda.-
-S-si...- Respondió y de inmediato quitó la venda que cubría sus ojos azules. Apenas sus ojos visualizaron el hermoso paisaje en el que se encontraba se dijo.- Demonios.... Que bonito lugar...- Dijo sorprendido, el hombre que lo acompañaba soltó una pequeña risita, casi inaudible.-
-Eres la primera persona que no la veo preocupada por su vida.- dijo en un buen sentido, Naruto reaccionó de inmediato y recordó que efectivamente su vida podría correr riesgos.-
-¿A-ah si?- Dijo con la voz temblorosa.- P-pues sí, y-yo no le temo a nada... Después de todo s-soy ¡Naruto Uzumaki! e-el abogado más genial del mundo...- Dijo en un tono más alegre para cubrir su evidente miedo a Danzou.--¡Hey Dan!- Gritó una voz a lo lejos que se dirigía hacia ellos, Naruto volteó su cabeza hacia atrás.- ¿Que haces hablando con éste chico?- «¿Qué, crees que soy cualquier cosa? Sí no fuese porque estoy en medio de la nada y hay chorrocientos miles de hombres más, cuidando este lugar ¡De veras lo mato!» Pensó Naruto bastante molesto.-
-¡Oh Kuro! No sabía que estabas ahí... El sujeto sólo me estaba comentado que le parecía un lindo lugar.-
-Hmph.- Respondió Kuro.- Se hace tarde. Vámonos.-Dijo ésto a Naruto.-
-¿Y... Él no viene?- Dijo refiriéndose a Dan, el chico simpático.-
-No.- Respondió seco, sin decir ni siquiera el porqué.- Vámonos. No querrás llegar tarde.- Naruto no dijo ni una palabra más e hizo caso al hombre. Caminó varios metros hacia dentro para poder llegar a la hermosa ¿Mansión? Era gigante, un estilo japonés, bien cuidado con un jardín zen en perfectas condiciones que daban la sensación de armonía y tranquilidad, el olor fresco a plantas y petricor por el agua daban ese hermoso toque a naturaleza, el vivo canto de las aves, las hojas de los árboles sacudirse y los pies de ambos caminando por el pasto era lo único que se escuchaba. El resto era disfrutar... Hasta que llegara donde Danzou.--Llegaron a la -al parecer- residencia de Danzou, y no donde trabajaba como había pensado Naruto.-
-Quitate los zapatos.- Dijo el hombre antes de entrar que se encontraba de espaldas hacia Naruto.-
-¿Qué?- Preguntó el rubio atónito «¿Me van a asaltar? La mierda... Hace mucho tiempo que no me robaban hasta dejarme desnudo... ¿Por qué a mí Jesús? Un hombre justo y bondadoso con los pobres... Que terminaría con sus órganos repartidos por todo el mundo y nadie sabría donde estoy...» Pensó mientras miraba con terror al hombre y se disponía a salir huyendo. El hombre arrastró su mano por su rostro y dijo:
-Naruto... Es una costumbre japonesa que tiene nuestro jefe Danzou, el nació allá...- Dijo exasperado y comenzó a brotar un rosado en las mejillas de Naruto, quien rió incómodo.-
-¿De Japón? Aaah sí, ¡claro que lo sabía! Diablos las costumbres... Son tantas que ya ni me acuerdo...- Mintió para salvar la situación. Aquel hombre sólo suspiró pesadamente y dijo.-
-Pasa...- El rubio entró tímidamente y dejó sus zapatos en la entrada.- Por aquí.- Lo guío aquel hombre, recorrieron pasillos largos, en donde el silencio reinaba y solo se escuchaban ecos de sus pasos. El hombre paró en seco haciendo chocar a Naruto contra la gran espalda del hombre.- Entra.- Naruto miró dos veces al hombre y abrió despacito la puerta deslizante hacia el lado. Divisó aún hombre de espaldas sentado en el tatami que al parecer estaba sirviendo un té por el sonido del agua que este hacía.--Señor... Es Naruto Uzumaki.-
-Gracias.- Dijo el hombre que estaba sentado, con una voz ronca y grave, se trataba ya de un hombre viejo, cincuentón con unas cuantas canas asomándose en su cabellera.- Siéntate.- Dijo sin darse la vuelta, Naruto le hizo caso y se sentó a lo indio, el hombre se dió vuelta quedando frente a frente con él.- Yo soy Danzou.- Dijo el hombre.- Y tú Naruto Uzumaki.- Naruto sin poder decir una palabra alguna por el nerviosismo, sólo asintió con la cabeza.- Mírate nada más, eres sólo un chiquillo ¿Que quieres joven? ¿Que esperas de mí haciendo toda esta travesía para conseguir una reunión conmigo?-Danzou dijo esto casi sin poder creerselo, como si se tratase de una broma. Naruto tomó aire y decidió sacar la voz.-
-Vengo por asuntos serios señor Danzou.- El viejo cambió su rostro en seguida.- Estoy haciendo una investigación para poder tomar acciones legales contra Hiashi Hyuga.- El viejo abrió los ojos como dos platos.-
-¿Y a que se debe eso?- Preguntó de inmediato.-
-Vera... Tengo entendido que Hiashi y su mano derecha, tienen negocios turbios dentro de este país. Seguido de un montón de infracciones de carácter grave a la ley y la constitución de este país.- Danzou soltó una carcajada que retumbó por toda la pieza e incluso hizo sonar los pasillos.-
-¿Y qué, no les tienes miedo?- Preguntó burlonamente, haciendo enojar un poco a Naruto.-
-No...- Respondió el rubio.-
-Pues deberías.- Respondió seco y serio. A Naruto se le hizo imposible no sentirse incómodo y preguntó.-
-¿Por qué?-
-Porque yo soy la mano derecha de Hiashi Hyuga, fiel amigo y compañero de negocios. Íntimo de la familia Hyuga, y no cavaría nuestra tumba.- Respondió enojado, Naruto abrió la boca y los ojos de par en par, si mandíbula podría jurarse que llegaba hasta el suelo. Quería matarse, en ese mismo lugar. Él mismo había cavado su tumba. Estaba seguro que lo matarían. «¿¡Y AHORA QUÉ MIERDA HAGO?! ¡¡TE METISTE EN LA BOCA DEL LOBO GRANDÍSIMO IDIOTA!!»-
-Oye niñito... No me mires así...- Dijo Danzou en un tono sarcástico de como si le tuviese pena.- Podemos hacer un trato y quedaremos en paz ¿Que te parece?- Naruto apenas asintió con la cabeza y preguntó-
-¿Cual s-sería el trato?-
-Que tú dejes esa investigación y te unas a mis hombres, te pondría como embajador y ganarías muchos millones más de lo que ganas como abogado. Haciendo esa investigación no conseguirás nada niñito, tenlo por seguro. Serás uno contra todos nosotros.- Dijo el viejo mostrando un sonrisa maliciosa, Naruto tragó saliva ¿Que haría ahora?------------------------------------------------------------
¡Hola chicos! Espero que les haya gustado este capítulo más largo de los que suelo hacer, como siempre muchas gracias por leer y espero que lo hayan disfrutado, saludos.💓
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¡Ley Prohibida! (Naruhina)
De TodoNaruto Uzumaki es un reconocido abogado en la ciudad de Londres. Nunca falla en sus casos y se le reconoce por su arduo trabajo y dedicación. Uno de sus casos le cambiaria la vida completamente, tendrá que demostrar y encarcelar a un magnate muy p...