Parte 1

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Avril:
¿Qué decirles? Estoy en cuarto de secundaria, creo que otros lo conocen como décimo grado.
Hoy tenía planeado confesarle a Santiago que me gustaba, y es que desde primaria me llamaba la atención, y hoy, por fin, dejaré ese ridículo miedo y le diré lo que siento.
Sí, Santiago es guapo, pero eso no es lo que me atrae en él. Lo que verdaderamente me atrae es su personalidad, su forma de pensar y de ver las cosas, es que él es simplemente único.

—¡Ya voy, no me empujes! —le reclamé a mi amiga quien insistía en que vaya a hablarle a Santiago.

—Esta bien —rie—. Pero no te arrepientas.

—Eso espero...—me incorporo algo nerviosa.

Me acerque a las escaleras, ahí se encontraban Santiago y Lucas, ambos estaban conversando.
Tomé aire y me acerqué a ellos.

—S-santiago ¿Podemos h-hablar? —¿se podía estar más nerviosa?

—Claro —maldita sea, esa hermosa sonrisa de nuevo.

Lo llevé hacia un banco cerca de donde estábamos.

—Mira, yo... Te he querido decir esto desde hace mucho tiempo —traté de calmarme y seguir—. Tú me gustas — suelto con la cabeza agachada.

—Oh...—¿decepción? ¿pena?—. Lo siento, pero a mí ya me gusta alguien más y... —lo interrumpí.

—¡Claro, está bien!, no importa, como sea, nos vemos —dije rápidamente conteniendo las ganas de llorar, seguido de eso me fui.

El resto del día transcurrió rápido, clases aburridas, profesores que te dejan tarea como si reproducieran conejos, lo normal. Al terminar las clases me fui a mi casa, claramente, triste al saber que me había rechazado.

Santiago:
Avril me dijo lo que sentía hacia mí, y aun no sé exactamente porqué le dije que me gustaba alguien más, osea, no es cierto.
No sabía que decir, supongo que entré en una especie de pánico, soy de lo peor.
Y es que cuando de relaciones amorosas se trata soy un completo idiota, me da miedo poner en peligro amistades solo por sentir amor.

Avril:
Antes de entrar a mi casa traté de poner la mejor cara de felicidad que tenía, como si nada hubiera pasado, no queria que mis padres se preocuparan, sino me llenarían de preguntas con una especie de interrogatorio basado en que se preocupaban por mí, lo último era cierto, pero de todas formas no quería someterme a las abrumates preguntas.

—Hola, como estas?

AVRIL: Muy bien papá, voy a dejar mi mochila en mi cuarto...

SARA: Ok pero baja rápido hija.

AVRIL: Esta bien mamá -le dije mientras subía las escaleras que llevaban a mi habitación-

Deje mi mochica, y bajé para almorzar, al terminar, subí a mi cuarto para hacer la tarea, hice todo lo que haría en un día común, no dejaría que la tristeza bajará mi promedio de la escuela. Cuando acabé, leí un libro, hasta que se hizo de noche, fue entonces que me cambie con la pijama y me fui a dormir.

🤡


Al día siguiente me encontré con Lucy en la puerta del colegio, y me dijo:

LUCY: En la salida hablamos de algo importante.

AVRIL: Ok

La clases fueron cortas, pero para mi fueron eternas....al llegar la hora de salida Lucy me dijo:

Never Leave MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora