Karamatsu apenas entró al mundo del espectaculo. Con apenas unos papeles menores en una par de series no muy famosas y apariciones en la gran pantalla con personajes no muy llamativos es solo un actor mas del montón.
Su pareja, Ichimatsu, por el con...
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GRACIAS POR LEER ESTA BASURA(?)
Karamatsu nunca recurría a la violencia, odiaba lastimar a otros, a menos que estos lastimaran a una persona inocente o cercana a el.
-¿Deberíamos llevarlo al hospital?- preguntó Todomatsu aferrandose al mayor tratando de ignorar que este cargara el cuerpo inconciente de Atsushi con tanta facilidad.
Parecía que cargaba solo unas bolsas de compras en lugar de un hombre joven en sus 70 y tantos kilos.
-¿Quieres ir a casa? Yo me encargo de él- ofrecio amablemente el mayor. Su naturaleza servicial lo obligaba, a pesar de todo, a llevar al castaño a un lugar seguro para que lo atendieran.
- ¿Esta bien que me vaya a mi casa y te deje solo?- cuestiono nervioso Todomatsu.
-No problem, Cotton candy- aseguró el mayor guiñandole un ojo. El de cabellera rosada sintió un escalofrío en su columna y un dolor en su costado derecho. Eso fue tan encantador como doloroso. ¿Se estaba volviendo masoquista? ¿Debería ir al medico también?- Tu familia debe de estar preocupada- Al escuchar al mayor no pudo evitar pensar en Jyushimatsu.
Su hermano debia estar preocupado. No le habia llamado en todo el dia. Hablando de eso. Jyushi tampoco lo habia llamado.
¿Pasó algo?
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-¿Cuanto falta para llegar donde aterrizará el avión? - preguntó Jyushimatsu sosteniendo su movil con las manos temblorosas. Queria llamar a su hermanito.
-Puedes encenderlo. No pasa nada. Solo apagalo cuando termines de usarlo- dijo el encargado de atender las heridas de Choromatsu- Espero que no dejaras a nadie atras. No quisiera saber lo que ocurriría a ese alguien ahora...- susurró maliciosamente el doctor.
-Cierra la boca y termina tu trabajo- siseo Choromatsu dandole una mirada de muerte. Una promesa que abriría las puertas del infierno ante ese idiota en cuanto abriera la boca de mas.
- Solo digo...- agregó con una sonrisa.
-Pues no digas nada mas, Tougo. Sabes bien que ya no eres como en los viejos tiempos. Luego de que Osomatsu y yo te derrotaramos y el te dejara casi parapléjico por tu traición no te recuperaste del todo. Se un buen doctor y conserva la poca importancia que te queda en este mundo- escupió con ira el de verde. La mano del doctor, y ex-mafioso, pronto presiono con demaciada fuerza una de las heridas.
-Haz bien tu trabajo- una voz femenina llamo la atención del mayor- la unica otra tripulante ademas de ellos y los pilotos. Choroko. Su prima.
-Eres afortunado. Vivirás mucho tiempo ranita. Tu familia se encargo de eso- informo el de traje a cuadros alejándose. No tenia que verlas para saber que una gran cantidad de armas se ocultaban en las ropas de la mujer.
