Karamatsu apenas entró al mundo del espectaculo. Con apenas unos papeles menores en una par de series no muy famosas y apariciones en la gran pantalla con personajes no muy llamativos es solo un actor mas del montón.
Su pareja, Ichimatsu, por el con...
MIL GOMENASAIS(?) me doy cuenta de que me olvide un poco de esta historia. Alv
Se que me odiaran.
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Antes que nada....
KaraOso o KaraTodo
Les pregunto para ver que les gustaria mas. Pero en realidad probablemente mi imaginacion me mande por donde a ella se le cante. Y termine hacien cosas sin sentido con esto.
Espero que no me odien. A pesar de ello.
Ahora si. Al fic.
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Todomatsu sintio los besos de Osomatsu recorrer su cuello. Y entro en panico. Volteo a ver al mayor que se reia suavemente.
-Pense que podria aguantar sin tocarte pero tu piel es tan suave y hueles tan dulce que.... no lo se. Tal vez le pague a Kara con algun otro favor- Susurro el de mirada carmesi.
En realidad ese mocoso tenia un cierto parecido con Choromatsu, y con el mismo, ahora que lo pensaba lo mismo sucedia con Karamatsu y Jyushimatsu.
Que curioso. Tal vez en otra vida fueran hermanos. Pero la gente solia decir que en el mundo hay al menos seis o siete personas iguales a ti. En este caso era.... en la misma ciudad incluso.
Su amor por Choro siempre fue visto como narcisismo pero en realidad... contrario a lo que todos pensaban era amor puro. Su hermano era la unica persona a la que dejaba dominarlo. En todo sentido. Y no creia poder volver a sentir tanto amor por nadie mas. Jamas.
- ¿Ya lo hiciste con un hombre?- curioseo delineando las sensuales caderas del menor.
-N-no. Porfavor... no lo hagas...- dijo el de cabello rosado temblando. La oscuridad lo aterraba y lo hacia sentir mas debil. Sumando la situación en la que estaba a esto.... estaba aterrado.
-¿Eh?....¿Estas temblando? Que tierno. Realmente eres virgen- Susurro mordiendo la piel del hombro del menor. Luego de terminar de arrancar su camisa...
-Basta!... n-no soy un juguete y tu no puedes hacer esto- Osomatsu habia matado a muchos idiotas por menos que eso. Pero esa mirada. Le recordaba a si mismo. Cuando tenia catorce y le gritaba a su padre que podia cargar con la mafia solo. Que dejara a Choromatsu fuera de toda esa basura, mientras el menor se aferraba a su brazo.
Ese niño queria proteger algo. Algo que amaba. ¿Porque destruirlo el si ya la vida y el mismo lo harian?
Amar y proteger algo.... es lo peor. Siempre terminas perdiendo. Un humano no puede proteger nada. La vida siempre es mas astuta. Y la muerte.... esa es peor.
Ya veria al muchacho destruido, por su propia mano, sin tener que mover un dedo. Si el accedia a ser su discipulo.
-Esta bien. No te hare nada, aun. Solo porque eres amigo de Karamatsu- dijo el de rojo desvistiendose y acostandose sobrr las sabanas de seda solo con sus boxers.
En la oscuridad Todomatsu se aferro a si mismo. Era la segunda noche que pasaba con el de rojo. En todo el dia no supo nada de Karamatsu. Tampoco de su hermano. Estaba aterrado.
¿Acaso terminaria denigrado a solo una puta del jefe de la mafia?
No. Jamas. Si alguna vez se entregaba a alguien seria a ... quien el amara.
Aun con miedo y extremo cuidado se acerco a la cama que compartia con Osomatsu.
Tratando de no ser notado se oculto tras las sabanas vistiendo un pijama azul. Simple. De tela de lo mas comun. Nada a comparación de todos los lujos de esa habotación. Pero que se veia hermosa en ese cuerpo tan seductor.
- Niisan... ¿donde estas?- murmuro aguantando las lagrimas.
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Karamatsu estaba en el hospital. Ichimatsu habia despertado y lo primero que hizo el al enterarse fue visitarlo. ¿Por que? Porque era un idiota enamorado.
¿Que supo? Que el de morado ahora sabia por carne propia lo que se sentia ser abandonado por quien amas sin mas que un adios. No sabia que sentir. ¿Lastima? El no la sintio cuando lo abandono. ¿empatía? No podia. ¿Regocijo? No era tan cruel.
Aun no sabia si acercarse a preguntarle al de morado si estaba mejor.
Ahora no podia decir nada....
Solo seguir fuera de la habitación de hospital.
Esperando hasta saber que decirle a aquel al que alguna vez amo.
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Jyushimatsu sujeto la mano de Choro mientras este descanzaba en la cama.
-Ya somos libres. Ya podemos amarnos libremente- susurro con culpa el de amarillo.
-Si- susurro el de verde.
Ambos sabian que el precio de esa felicidad era un pequeño de rosados cabellos.
-Volvere por ti ...Totty- penso el baterista. No sabia que hacer. Pero algo haria para recuperar a su hermano.
