Incomplete Eclipse.

Golpeame, odiame. Dame vida aunque sea asi.

Hace ...ufff mucho tiempo que estoy desaparecida. Porque. Pasaron cosas. Una fue la familia, la otra un viaje y luego la falta de inspiración además de que entre en un estado de estres que era insoportable y tire todo a la mierda. Me recupere y ahora decidí estar aquí feliz y contenta.

Sin mucho que decir. Ahora todo esta mejor.

Así que retomare mis cosas. Siiiiiii

*se tira sobre una cama*

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Osomatsu desconocía la razón exacta de porque decidió ir a buscarlo. Pero sabia que tenia miedo al rechazo y por eso pospondría ese momento hasta que reuniera valor.

Mientras tanto vio con cierta indiferencia como sus manos se manchaban con la sangre del hombre en sus manos. Recurriendo a un método algo antiguo, porque el era alguien que respetaba las tradiciones, amarro al hombre de los pies a una cuerda que estaba a su vez unida a un caballo que corrió al recibir un golpe.

El cuerpo en sus brazos era algo... Irreconocible. Pero bueno. Así son las cosas.

- La bolsa -Dijo escuetamente mientras veía a Atsushi preparar todo para "envolver" el cadáver y luego tirarlo junto al resto de la basura.

- Esto no se hace fácil con el tiempo- Dijo mirando con cierto asco al cuerpo.

- Lo se. Ah... Quiero un café- Dijo tirando el cuerpo detrás del auto- Atsushi... ¿Como se disculpas por algo imperdonable?

El joven de ojos color miel lo miró unos segundos. Parpadeó un par de veces Y entrecerro los ojos- ¿Algo como que?-

El de mirada carmín suspiro. Esta historia era complicada.

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Karamatsu sirvió un poco de café y unos dulces de chocolate para Todomatsu, el pequeño estaba vestido con su ropa para estar mas cómodo y envuelto en una manta.

- Entonces... Quieres quedarte conmigo? Puedo.. Puedo dejarte en la habitación de invitados. Es algo pequeña pero es acogedora- Dijo dándole la mano para acariciar con su pulgar la delicada piel del chico- Estoy seguro de que te podrás... -el pequeño cuerpo del adolescente se abalanzo sobre el para atacar de manera desesperada sus labios y aferrarse a el- Todo....Todomatsu espera...

El pequeño rufián ahora se sentía un niño pequeño e indefenso. Su idea estúpida de ser fuerte y no ser una carga para los demás quedo olvidada mientras sus manos se aferraban a la espalda de Karamatsu.

Por favor, permite que sea egoísta unos momentos. Luego tratare de ser fuerte.

-Karamatsu ... Tomame... Borra los recuerdos de ayer. Por favor. Ya estuviste con otro hombre. Esto no es problema. Por favor... Por favor- Beso nuevamente los labios del mayor y sintió como las manos del mayor se apoyaban en sus caderas. Le gustaba sentir el calor de Karamatsu. Le gustaba sentir su aroma. Su tacto dulce. Sus ojos. Su voz. Su risa- Quiero ser tuyo... Por favor- Pidió frotando su trasero, aún algo entumecido, contra la hombría del actor, que comenzaba a despertar.

No podía abandonar a Osomatsu, no hasta saber donde rayos estaba su hermano y si estaba bien. Y lamentablemente el único nexo que aun seguía en pie con su hermano era Osomatsu. Para todos los demás había sido tragado por la tierra.

Solo su verdugo sabia como contactarlo porque su anterior teléfono ahora estaba mas que fuera de linea en los mitos y leyendas de la comunicación.

En el mundo de lo informático se había desvanecido, las redes sociales olvidaron su existencia y sus cuentas no existían.

La noticia de un supuesto accidente donde apareció el cadáver de Jyushimatsu o también conocido como "Juicy" hace unos días era una mentira que había tocado el corazón de sus fans.

Su hermano renuncio a su fama, a su familia, a su hogar. Sin duda debía amar a "Choromatsu".

Y la idea de que tal vez nunca lo amo a el surgió en su mente. Si lo hiciera no lo dejaría solo. No lo abandonaría a manos de un demente.

¿Y entonces que había de malo? ¿Que había de malo en aferrarse al amor de quien se lo ofreciera?

No era fuerte. Ahora lo sabia. Y quería algo. Necesitaba algo. Desesperadamente. Y lo tendría.

- Cotton candy... Tu eres un niño. No me voy a aprovechar de ti. Pero te prometo que nadie te hará daño. Te protegeré- juro abrazando al menor.

Todomatsu se dejo mecer en los brazos del menos sin saber exactamente que pensar o sentir.

Estaba perdido en sus propias preguntas sin respuesta. Y quería dormir hasta olvidar su propio nombre y solo ahí despertar.

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-Hola Karamatsu... Debo decir que siempre nos encontramos de la peor forma y en los mas horribles momentos- Dijo Osomatsu parado en la puerta de entrada del departamento del actor y recibiendo con tranquilidad la mirada reprochante del menor- Te lo dijo?

Karamatsu no dijo nada, le dio un santo puñetazo en la mandíbula que lo tiro hacia atrás y lo mando al suelo sentándolo en el pasillo.

-Que demonios crees que haces? Hasta hace poco estabas destruido por dentro. Ni siquiera querías vivir. Y ahora? Vas arruinando y arrebatando vidas a niños? Que crees? Que así vas a ser feliz?- Cerro la puerta y se sentó sobre el abdomen del mayor para seguir golpeándolo. Observo como Osomatsu sonreía Al sentir los golpes. Sonreía y lloraba con una expresión que destrozaba el corazón.

-Crees que yo lo se? No se! Me siento una mierda por lo que le hice a Todomatsu... Y quiero disculparme... Pero yo mismo me doy asco y... No se... No se que hacer... Porque no quiero que se vaya. No quiero estar solo en la mansión... y no pienso liberarlo. Pero tampoco quiero lastimarlo- se aferro a los brazos de Karamatsu buscando alguna guía. Alguna respuesta. Algún consuelo. Algo. Lo que fuera.

-No dejare que lo lastimes. No puedes hacerlo...- Sujeto con fuerza las ropas de Osomatsu- El esta durmiendo ahora. Esta tranquilo, no dejare que lo
arruines.

Osomatsu suspiro y sonrió adolorido.

-Pero el me pertenece. Y aunque tu no lo quieras no puedes hacer nada para evitarlo. El es mi aprendíz y es oficialmente miembro de mi familia. Si trata de irse todos trataran de matarlo y no podrás protegerlo. Ni tu ni nadie- Sonrió suavemente.

-Te daré lo que quieras... Solo no le hagas daño- suspiro mirando los ojos del mayor.

Osomatsu quiso reírse pero le dolía todo. Otro mas. Otro mas que quería proteger algo ...

-Te quiero a ti- Dijo sin pensarlo dos veces- Los dos vendrán a la mansión. El no será tocado por nadie. El sera tratado como una joya y tu... Dormiras en mi cama....