Ya había pasado una semana desde que llegué, bueno más o menos, ya que estaba en día sábado. Eran cerca de las tres de la tarde y como no tenía nada más que hacer, me disponía a dormir, pero fui interrumpida por el sonido de mi celular.
*Llamada entrante de Lucy*
-- ¡Ayúdame! -- se escuchaba algo agitada, como si hubiera estado corriendo.
-- ¿Qué sucede?, ¿estás bien?
-- No. Acabo de hacer algo estúpido.
-- ¿Qué hiciste?
-- Sólo ven y ayúdame, por favor. Estoy en el bosque y creo que cerca de tu casa.
-- De acuerdo -- colgué y salí de mi casa casi corriendo en dirección al bosque.
[...]
Al adentrarme al bosque me concentré en percibir su olor y lo seguí. Mientras corría veía hacia todos lados buscándola con la mirada y finalmente la encontré, estaba sentada recuperando el aliento.
-- Al fin te encuentro -- le dije apareciendo por atrás haciendo que se sobresaltara un poco.
-- ¡Dios mío! Acabas de darme un buen susto -- colocó una mano en su pecho y estaba levemente sonrojada, seguramente de tanto correr -- ¿Cómo me encontraste?
-- No fue tan difícil, dijiste que estabas cerca de mi casa. Aún así, tuve que correr mucho.
-- Aunque no te ves muy cansada -- me dio una mirada examinadora.
-- Soy algo atlética. Bien, ¿vas a decirme qué hiciste?
-- Yo voy a decirte lo que hizo -- una voz masculina se hizo presente y pude notar cómo Lucy se tensaba. Al darme la vuelta pude ver que era Alex, Alex Kingston y su camiseta sucia.
Rayos, Lucy se había metido en serios problemas, ya que Alex era un vampiro. Aunque no entiendo por qué no había mordido a Lucy aún, ya que, obviamente él es más rápido que ella y pudo haberla alcanzado hace siglos.
-- ¿Ah, sí? ¿y qué hizo?
-- Pues, derramó su soda sobre mí -- miró por unos segundos a Lucy y después a mí.
-- Bueno, deberías ser más cuidadoso al caminar, ¿no? Además son cosas que pasan, y en lugar de estar persiguiendo a Lucy te hubieras cambiado de camisa hace un buen rato.
-- Que graciosa -- dijo sarcástico -- Tu amiga lo hizo a propósito -- me miró retador.
Yo volteé a ver a mi amiga, quien estaba muriéndose del miedo con la mirada asesina de Alex. Era obvio que no iba a poder salirse de esta tan fácil y yo no podía dejarla así, por lo que volví a hablar.
-- ¿Podemos hacer algo para remediarlo? -- pregunté.
Lo pensó --Sólo de una forma.
-- ¿Cuál?
Pareció dudarlo un poco pero continuó -- Que me den de beber de su sangre, aunque podría haberla tomado desde el inicio, pero para que tengan otra opción -- sonrió con malicia.
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Cazadora De Monstruos
VampirosSullivan Vanderhilt es una chica de 19 años que vive sola. Después de la muerte de su abuelo se mudó a una pequeña ciudad en donde no sólo habitan humanos sino también vampiros, hombres lobo y cazadores. Pero ella tiene un secreto triple que la imp...