Capítulo 7

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Todos extrañábamos al Nico, y como no si el weón al fin y al cabo era el alma de Jaidefinichon. Lo ocurrido en estos días ha sido que el Jaime está algo aislado, casi ni nos habla ya que a él fue al que más le afectaron estas vacaciones del Nico; el Edgar... no me ha hablado en estos 3 días y yo no lo he intentado mucho, un simple hola que nunca fue respondido. Me sentía sólo así que llamé al Bestia para ver si nos podíamos juntar y salir a algún lado y hacer algo, literalmente aceptaba cualquier wea para no aburrirme.

A las once de la noche nos reunimos en su casa y el me propuso ir a un bar o algo parecido que inauguraban hoy, yo accedí y nos encaminamos al lugar, música estruendosa, alcohol por montón y gente bailando por todos lados. Apenas entramos sentí como más de una persona me había dado un agarrón de camino a la barra; me sentía algo intimidado pero el Oscar estaba como si nada así que solo lo seguí para no perderme entre el tumulto de personas. Apenas llegamos a la barra me dieron un tubo que contenía un líquido brillante, vi como el Bestia recibía uno y lo tomaba al seco, yo lo imité y debo admitir que estaba muy bueno aquel trago -desconocido para mi- observé mi alrededor y sin darme cuenta cuando el Oscar se había ido dejándome completamente solo; bufé y pedí otro de esos tragos brillantes, apenas me lo dieron entré a la pista -que básicamente era todo lo que no fuera la barra-  con mi trago en mano me desplazaba por el lugar, el lugar estaba lleno y la verdad no estaba seguro de querer seguir en este lugar; busqué por última vez al bestia y al no encontrarlo decidí irme, seguro que al Oscar ya le había salido cachita, terminé mi trago y deje el vaso en la barra para luego hacerme paso hacia la salida, al tener la puerta al frente mío los guardias me dejaron pasar y pude sentir el aire frío chocar en mi rostro, me puse la capucha de mi chaqueta y me dispuse a irme a mi casa, pero vi a una persona buscando algo en el suelo, me acerqué para ayudarlo y vi unos lentes tirados en el suelo, se los iba a entregar a la persona cuando me doy cuenta que era el Edgar

-Que hace aquí este culiao- pensé, me quede quieto y el Edgar me miró y carraspeó su garganta-

-Eh, Naiko graciah pero me le podría pasarsh mis lentes- dijo ante mi reacción-

-Oh, claro que si-le entregué sus lentes y lo observé, se veía algo ebrio y eso no era muy común en el, ya que tenía una muy buena resistencia al alcohol- ¿Que hacías por aquí?

-Vine a la inaguración y eso pueh- dijo riendo-

-¿Y viniste sólo? ¿Estás bien? ¿No quieres que te acompañe a tu casa o algo?-solté preocupado, cualquier persona podría aprovechar su evidente estado de ebriedad para robarle o algo así-

-Shusha, más lento pueh eñor; si vine solitio, toy perfect y no, estoy super- dijo riéndose y mirandome- No se preocupe

-No Edgar, tu casa está lejos y en el camino puede pasar cualquier wea. Te voy a acompañar quieras o no- lo tomé del brazo y me lo llevé arrastrando al paradero que nos servía para la micro que llega a la casa del Edgar.

-Pusha weno -dijo, dejándose llevar por mi-


Cuando llegamos a su casa espere que sacara sus llaves o algo pero el estaba quedándose dormido apoyado en la reja, busqué por los bolsillos de su chaqueta y al no encontrar nada tuve que revisar los bolsillos de su pantalón, encontré ahí las benditas llaves y me apresuré a abrir algo nervioso la reja y luego la puerta, llevaba al Edgar como podía y no se como logré subir las escaleras con el, si parecía saco de papas; lo dejé en su cama y lo tapé, cuando iba a irme de ahí sentí como el Edgar me abrazaba y me tiraba a la cama para decirme en el oído -quedate conmigo Naiko, que ahora te puede pasar a ti algo- su agarre era muy fuerte y sabía que no valdría la pena intentar irme, por lo menos no serviría ahora; me saqué los zapatos y me acomodé en la cama, el Edgar me seguía abrazando y terminamos quedándonos dormidos. A mitad de la noche sentí unos labios posarse sobre los míos y como me abrazaban más fuerte, pero no me atreví a abrir los ojos así que solo me quedé quieto hasta que volví a caer en los brazos de Morfeo.


Can you love me? EdnaikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora