CAPITULO 6

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SECUESTRO

—¿Qué vamos a hacer?

Los zombies están tratando de alcanzarnos, y detrás de nosotros solo hay un muro de concreto.

―Hay que subir al tren―Diego nos ayudó a subir, si pasamos por arriba no nos alcanzaran.

Pero una vez estando arriba pudimos ver que todo el subterráneo está lleno de zombies, ya no podemos bajar del tren, y ellos ya nos vieron e intentan subir, lo bueno es que dudo mucho que nos alcancen.

― ¿Y ahora qué? Ya no podremos salir de aquí ―No veo una salida, solo una pared detrás, un túnel al frente y zombies alrededor.

― ¡El tren! Si todavía funciona podremos avanzar hacia el túnel, quizá hay salida del otro lado

―Bien pensado Diego, solo hay que encontrar una escotilla para entrar―Rebeca empezó a caminar para buscar una entrada, y nosotros hicimos lo mismo.

—Por aquí—encontré algo parecido a una pequeña puerta, y al jalar una palanca que tiene encima se abrió.

—Yo bajaré primero—les dije

—Déjame a mí

—No te preocupes Diego, estaré bien— me senté en la orilla y me lance, lo primero que veo son las ventanas saturadas de zombies tratando de entrar, espero que los cristales aguanten.

También hay un par de zombies aquí dentro, pero no son problema, un par de ondas eléctricas los acaba.

Miro al techo y Diego y Rebeca me observan.

—Ya pueden bajar

Se lanzan sin dudarlo, y avanzamos hasta el vagón donde está la sala de controles para mover el tren, recorrer los vagones observados por decenas de zombies, es incómodo, y aquí dentro el olor es peor, ya que también hay cuerpos aquí dentro.

Después de recorrer cuatro vagones llegamos al cuarto de controles, lo bueno es que no hay nada ahí dentro.

Empezamos a presionar botones y mover palancas, pero esto no da señales de vida, no se ve ni una luz ni se escucha ningún sonido, además de él que producen los zombies en los cristales.

—Está muerto—dijo Rebeca

—Quizá si le damos algunas descargas vuelva a funcionar

—Si Mila, inténtenlo—ya que Diego no tiene esa mutación Rebeca y yo empezamos a lanzar pequeñas descargas al tablero.

Y este empezó a encender, pero en llamas.

—¡Maldicion! Ahora si no sirve para nada—Rebeca está molesta

—Tenemos que...

Antes de terminar su frase, Diego fue interrumpido por el sonido de los cristales rompiéndose.

—¡Maldicion van a entrar!—Diego reviso el vagón detrás de nosotros e inmediatamente cerró la puerta, ahora estamos encerrados aquí.

Y al frente también hay zombies no tardaran en romper el vidrio que nos separa.

—Tenemos que mover este tren a como dé lugar

—¿Pero cómo? Diego, el tablero aún está sacando humo—la tensión empieza a apoderarse de nosotros.

—¡Mila! Tú y yo lo haremos avanzar, con telequinesis

—¿Crees que podamos?

—Es eso o morir aquí, tu elige

RADIACTIVA II (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora