Capitulo 4

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                                                                                      La Push

Las semanas pasaban sin que apenas notara su transcurrir era todo igual para mi, cuál era el sentido del tiempo si él no estaba a mi lado, de que servía siquiera estar despierta.

Desperté agitada, era el mismo sueño de siempre, el mismo que había tenido desde que él se fue, el que tenia cada noche o mejor dicho ¨Los¨ que tenia cada noche, sabía que eran dos sueños, solo que de alguna forma se habían conjugado en una especie de sueño-pesadilla, en el primero veía un rostro tan familiar como desconocido, sus ojos azules capturaban completamente mi atención, unos ojos seductores, un cabello tan negro y brillante como el plumaje de un cuervo y unos labios carnosos, curveados perfectamente en una invitante y arrogante sonrisa torcida; quería tomar ese rostro entre mis manos, pero parecía nunca ser capaz de alcanzarle, entonces mi sueño cambiaba, esos ojos azules adoptaban un color dorado, los negros cabellos se transformaban en broncíneos y esa hermosa y sensual sonrisa desaparecía para transformarse en una mueca de asco y de repente me encontraba en el bosque completamente sola, caminando sin rumbo fijo, buscando algo, aun a sabiendas de que no encontraría nada ni a nadie, solamente estaba yo, sola, completamente sola, y era esa certidumbre de mi soledad lo que me hacia despertar de esta manera, agitada, asustada, bañada en sudor, incluso gritando.

Así habían pasado ya 3 meses, Charlie había dejado de acudir cuando me escuchaba gritar, se estaba acostumbrando a esta desagradable rutina, cada noche me iba a dormir ansiando una noche sin sueños y cada noche mi sueño-pesadilla aparecía y yo despertaba de esta manera, gritando y sudando como loca. Afortunadamente mi sueño-pesadilla me dejaba dormir lo suficiente para seguir teniendo fuerzas para moverme.

-¿Bella?, Bella, ¡Bella!- me llamo Mike desde su lugar en la mesa de la cafetería

-disculpa Mike, no, no te oí- me disculpe con sincera vergüenza- ¿Qué me estabas diciendo?- pregunte

- te decía que si estabas interesada en ir a La Push con nosotros- me dijo Mike notablemente sorprendido tal parecía que realmente no estuviera esperando que le respondiera en absoluto lo cual me hizo pensar en cual había sido la última vez que había mantenido una conversación que no fuera estrictamente necesaria con Mike o con cualquiera y descubrí con vergüenza que no lo recordaba, al parecer era mucho tiempo.

Trataba de comportarme de manera ¨normal¨ delante de Charlie y en la escuela. Hacia todos los deberes y nunca faltaba a clases pero la expresión de Mike me hizo ver que no lo estaba haciendo del todo bien y el hecho de que Charlie todo el tiempo me preguntara si estaba bien era prueba de ello. Tendré que mejorarlo o Charlie tratara de hacerme ir a Phoenix otra vez, Me propuse

-Mmm... sí, claro, eso estaría, bien- me estaba costando responder de manera fluida era como si no estuviera acostumbrada a conversar con alguien, cosa que probablemente fuera cierta

-¡Bien! genial, iremos este sábado, nos veremos frente a la tienda de mis padres, a las 7, queremos llegar temprano – el rostro de Mike se ilumino inmediatamente como si se hubiera ganado la lotería, había olvidado lo fácil que era hacer feliz a Mike.

- claro, ahí estaré Mike- solo tenía que decírselo a Charlie aunque estaba segura de que no iba a molestarle mi repentino cambio de ánimo.

Sonó el timbre y todo mundo se levanto para irse yo estaba por hacer lo mismo cuando Ángela se detuvo frente a mí con una tímida sonrisa.

-Qué bueno que ya estas mejor Bella me alegro que hayas vuelto- dijo indecisa de si debía abrazarme o no

- Gracias- fue todo lo que pude contestar, mientras me dirija a mi siguiente clase note que muchos estudiantes me miraban tal parecía que realmente me hubiera ido y acabara de volver, como lo había dicho Ángela.

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