Capitulo 15: "Obsesión" Especial Yesung

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  Fijo su mirada en la ventana, observando al menor entrar a su habitación.Varios años atrás se había mudado, destinado a vivir en frente de su mejor amigo Kyuhyun, y poder verlo cuando entraba a su habitación.  Un suspiro salió de sus labios. Estaba mal. Lo sabía en su interior, pero su cabeza seguía diciéndole que no. Cerró las cortinas y se dejo caer sobre la cama desarreglada de su habitación. Fijo su mirada en el techo blanco, y se puso a pensar. Cada vez que se ponía a pensar, había una fuerte y dura lucha en su interior. Yesung sabía que tenía un problema, pero también le era difícil aceptarlo. Cerró las ojos dejándose llevar por todos sus recuerdos.

*(Narración por Yesung)*
En casa aprendes las cosas que llevarás a tu vida. Por medio de mamá se aprende a cuidar, a respetar, te enseña a valorar a quien te dio la vida. Por medio de papá, se aprenden los valores de ser responsable, de ser fuerte, los valores de alguien que es el pilar de una familia. Solo que no en todas las familias pasa. En mi caso, fue más o menos. Papá nunca golpeó a mamá, jamás falto el sustento económico, ni siquiera falto el cariño hacía mi... pero sí le falto a mamá. Cuando era niño, recordaba que peleaban casi todo el día, bueno, papá le gritaba a mamá, mientras ella pedía constantemente perdón. Mamá siempre consideró que papá era lo mejor, y ella siempre estaba mal, se la pasaba tratando de agradarle, tratando de ser los "suficiente para él". Jamás lo logró, papá cuando cumplí los 10 años, dejó a mamá. Por años, mamá sufrió de una fuerte depresión, por que "ella había tenido la culpa". Y lo creí. Ella la tenía, siempre que le decía que no, me gritaba que sí. Salir de casa, era un alivio, aunque me preocupaba mucho por su salud. Si no estaba en casa, ella no comía, ni salia de su habitación.
Al cumplir los doce años, empecé a descubrirme a mi mismo. Empecé a notar, que me sentía raro con los niños. Me gustaban las niñas, eran claro, pero al parecer también los niños. Papá me apoyó, y mamá, a su manera, también me dejó claro que me apoyaba, para ellos, lo importante era que yo fuera feliz, o al menos, eso me decían. Durante un año, me relacione con un niño, el que abiertamente había declarado ser homosexual, a pesar de las criticas de las madres conservadoras de nuestro colegio. No tomo mucho que lo aceptarán, al estar en una metrópolis, era normal que el pensamiento fuera un poco más abierto, o al menos, la hipocresía, digo, "modales", no les permitían criticar en voz alta. Él era lindo, y alguna vez nos besamos. Mi primera experiencia con chicos, no había sido mala, pero no me sentía tan atraído a él después de un tiempo, así que solo terminamos como buenos amigos.
Cuando somos jóvenes, y empezamos la adolescencia, la idea del amor, suele ser muy romántica y utópica. Al menos eso pensaba. Cuando tenía 13 años, conocí a la persona que me haría sufrir por mucho tiempo. Cho KyuHyun.
Cuando lo conocí, me parecía agradable, aunque lo notaba perdido en su propio mundo, mirando siempre hacía el fondo del salón, no lo entendía en ese entonces, pero la verdad no me importaba mucho, me gustaba su rostro, y me gustaba verla. Pasábamos mucho tiempo juntos, aunque él siguiera en su mundo, solía hacerme un poco más relajante, me olvidaba de mi casa por unas horas, y eso me ayudaba mucho. Podíamos pasar horas en el acuario, siempre me acompañaba, escuchaba todas mis teorías acerca de la vida marítima, y aunque no las comprendiera del todo, él siempre estaba para mi. Pero poco a poco, empecé a sentir más que amistad por él. Siempre que llegaba a su lado, me ponía nervioso, empecé a ver cada una de sus expresiones, y aprenderlas, empecé a adorar su voz, empecé poco a poco, a enamorarme de Kyuhyun. Pero era muy grande, el amor que sentía, era demasiado grande. Me asusté, pero no quise oír a mi cabeza. Empecé a fijarme en que no veía al fondo del salón, miraba a un pequeño, que era bastante extraño, siempre lo veía mirando a la nada, vestía de negro, y tan solo con su silencio, lograba alejar a todos. Sentía curiosidad por él, pero me preocupaba la mirada que le dirigía Kyuhyun, como si sufriera tan solo con verlo. Yo no quería ver sufrir a mi primer amor. Y de repente, me encontraba en un triangulo. Kyuhyun miraba a Sungmin, yo miraba a Kyuhyun, y Sungmin simplemente existía. Por más que trataba de evitar que Kyu dejará de ver a Sungmin cada día, simplemente me ignoraba. Quería ser el centro de su atención. Lo quería para mi, pero Kyu, simplemente, apenas me notaba. Incluso había salido corriendo hacía Sungmin, cuando en un descuido, rompió un matraz y corto su brazo, muy cerca de las venas. Kyuhyun había estado muy preocupado por él, todo el día, y eso me mataba, celos, malditos e infernales celos. Y sin importarme nada, cada día iba descubriendo cosas en Kyuhyun que me gustaban. Me gustaba sus raras costumbres, de salir a la calle o en la azotea de un edificio, ponerse audífonos y perderse en la música; me gustaba su sentido del humor, la pasión que ponía en sus estudios, y la dedicación que tenía a ser el mejor hijo, para hacer sentir orgulloso a su padre; me gustaba la manera en que miraba a Sungmin, y a veces la odiaba. Odiaba ver ese rastro de tristeza en sus ojos, y algo más que jamás pude descubrir. Pero todo explotó cuando terminamos la escuela. Por un amigo, me enteré que Sungmin se había cambiado a otra escuela, y que era por que lo habían internado en un hospital psiquiátrico. ¿Por que? No lo supe en su momento, por que tenía una preocupación más grande. Kyuhyun estaba muy deprimido. No salía en lo absoluto de su habitación, ni comía, solo estaba en su cama, mirando a la nada. Estuve durante 3 semanas junto a él, a cada momento, tratando de hacerlo salir. Hasta que sus padres, decidieron que lo mejor era llevarlo a un psicólogo. Lo acompañaba a cada una de las sesiones. Trataba de escuchar que era lo que pasaba, pero jamás lo logré. Kyuhyun estaba tan decaído que me dolía. Él era lo mejor, era la persona más maravillosa del mundo, y estaba sufriendo... Meses después, retomo toda su vida y regresó a ser la persona que más amaba en la vida. Pero yo no me daba cuenta que yo estaba cambiando.
Prácticamente hasta la universidad, pasábamos los días juntos, jugábamos todos los días, compartíamos todo; incluso me contó acerca de la relación con su padre, que no era tan buena por que no aceptaba su orientación sexual. Me sentía necesario en su vida, y eso me hacía feliz. La noche que nos enteramos que habíamos sido aceptados en la universidad que ambos queríamos y en la carrera que ambos deseábamos, habíamos saltado de la felicidad, volvíamos a ser unos niños. Pero en el fondo... estaba sufriendo. Jamás quiso contarme sobre Sugmin y sabía parte de su historia, pero jamás la oí de sus labios. Me dolía verlo y no poder decir que era mio. Me dolía saber que no era para él, más que un amigo. Me dolía amarlo con tal intensidad, y él no se diera cuenta. Y no iba a perderle. Así que con dolor, asumí el rol de su mejor amigo. No lo culpe, él tenía sus propias batallas internas, no podía ver mi interior, nadie puede ver el corazón ni la mente de otro, para saber como se siente en realidad; pero en el fondo sabía, que lo que sentía, era unilateral. Y dolía. E iba a doler aún más.
Al entrar a la universidad, moví cielo, mar y tierra, para quedarnos en el mismo grupo. Y no fue la mejor idea. Sungmin también estaba en la misma universidad, y el estar en el mismo grupo, me daba asiento de primera fila, para ver a Kyuhyun volver a su estado antes de su depresión. Un día perdí de mi vista a Kyuhyun, y decidí buscarlo. Vi salir a Sungmin del baño, con una herida en el brazo, y caminó rápidamente por el pasillo, desapreciando de mi vista, solo reaccione al oír una débil voz proveniente del baño
-Pero yo te amo...
Unas débiles palabras, acompañadas de un llanto, me rompieron por completo el corazón. Kyuhyun. En tan solo unos segundos, todos mis miedos se habían apoderado de mi. Lo sabía, sabía que mi amor iba a ser unilateral; Kyuhyun jamás me iba a ver, más que como su mejor amigo. Y sus lagrimas. Ese llanto lo había escuchado antes, cuando él había dejado de sonreír, cuando no quería salir de la cama, cuando más asustado estaba por él. ¿Su depresión podía volver? Dolía demasiado el amor que le tenía a Kyuhyun. "Esto no está bien" "Kyuhyun es más importante" "Primero debes aprender sobre ti mismo" "Escucha a Kyuhyun... esta sufriendo... y todo es por él" Mi miedo se volvió en ira. Sungmin...
Me había topado en varias ocasiones con Sungmin, y no podía evitar que la imagen de Kyuhyun volviera a mi mente. Odiaba a Sungmin, lo odiaba por hacerlo sufrir, lo odiaba por que Kyuhyun jamás había dejado de amarlo, y por él, no podía verme a mi. "Deberías solo dejarlo" "Kyuhyun te necesita" Mi corazón sufría, y mi cabeza estaba completamente aturdida. "Debes odiar a Sungmin" "No lo conoces". Tiempo después noté que siempre llevaba mangas largas, y más de una vez, de tanto observarlo, noté que tenía varios cortes. Años atrás se habían dado casos donde supuestos "fans" amenazaban a su ídolo, con quitarse la vida y subían fotos de cortes en sus muñecas en redes sociales. Muchos medios aseguraban que solo era una forma de llamar la atención, y lo creía. Sungmin era similar a ellos. Solo quería llamar la atención de Kyuhyun, solo quería que Kyuhyun sufriera. No sabía por que, pero la lógica era clara. Sungmin era cruel, le gustaba ver a Kyuhyun sufrir por él, era imposible que no se diera cuenta, todo el mundo podía notar el dolor en la mirada de Kyu. Y yo odiaba verlo llorar. Odiaba a Sungmin, y todo lo que se relacionará con él. Seguí tratando de ignorar las veces que Kyuhyun iba a buscar a Sungmin, y trataba de disfrutar al máximo el tiempo con él, por que cuando nosotros estábamos juntos, él no se veía mal. Y amaba a ese Kyuhyun.
Pero la voz en mi cabeza, que me decía que estaba mal, se incremento al conocer a cierto pequeño.
Estaba en el jardín trasero al campus, estaba escuchando música, cuando escuche que la puerta se abría. Voltee mi mirada y vi a Sungmin entrar y sentarse en medio del jardín. Cuando me disponía a salir, Kyuhyun entró, y me escondí detrás del árbol donde estaba recargado. Sungmin sostenía un cutter, y de nuevo estaba esa mirada en Kyu.
-No lo hagas
Sungmin parecía no escucharlo y de un movimiento rápido, pasó la navaja por su muñeca, dejando lentamente correr un poco de sangre. Kyuhyun trato de tomar la muñeca herida de Sungmin, pero solo logró mancharse de sangre
-Deja de meterte en mi vida
-Solo quiero ayudarte
Y en ese momento entró un chico bastante lindo. Su mirada estaba perdida hasta que vio a Kyuhyun y Sungmin. "Mal momento para salir" Se quedó mirándolos por un segundo, sin saber que hacer.
- ¿Ya terminaste de ver el espectáculo?- Oí hablar Sungmin con su típico tono frío "Vaya idiota"-¿Te mandaron a buscarme?
- Yo... No - su voz era apenas un susurro, me había costado escucharlo. Parecía asustado, indefenso, "pobre chico"- Yo solo... me perdí
Sungmin tomo su mochila y sacó una pulsera de cuero, para tapar su herida. Kyuhyun no dejaba de verlo, y el chico que acababa de entrar, bajó la cabeza. En verdad me daba pena, el parecía estar muy asustado. Parecía inocente, indefenso. Mi corazón se contrajo ante esa vista.
- Kyuhyun -la voz de Sungmin me volvió a la realidad- ya te dije mil veces, y ahora tengo un testigo...-Miré al pequeño encogerse- No quiero morir, así que déjame en paz -y sin más empezó a caminar
-Dame el cutter -Lo voz de Kyuhyun me sonó tan herida
Sungmin tomo la cosa que tenía en las manos y se lo aventó al rostro "Hijo de..."
- Tengo 8 más en casa, quédate con él como regalo de despedida -Y se fue, dejando a Kyuhyun y el otro chico a solas. Podía leer el semblante serio de Kyu, estaba preocupado, y sobre todo, estaba herido. Miró al chico que seguía no comprender nada
-¿Lo conoces?
-Es mi compañero, en 5 materias -Kyu le entregó el cutter
-Tira esa porquería a la basura -Kyu salió por la puerta por la que Sungmin se había ido. Sus encuentros con Sungmin siempre terminaban igual. No sabía por que insistía en seguir así. El chico miró el objeto entre sus manos y caminó hacía el roble donde yo estaba, así que me escondí. No quería ser descubierto. Pero algo me paralizó. El chico bajo un poco sus pantalones... y empezó a cortarse. Estaba asustado. El no parecía estar cuerdo, su mirada estaba muy concentrada en su piel y la sangre corriendo por ella... Sungmin... "No es él" ...
-Buen lugar... así no te descubrirán ¿cierto? -Las palabras habían salido solas de mi boca. Su mirada estaba asustada, pero mi mente estaba nublada por odio.Miraba la cara de Sungmin en él. El chico se alejó, pero antes tenía que lanzar el último ataque...- ¿No es más fácil hacerlo en la muñeca? Sería más fácil matarte que hacer ese tipo de estupideces... - Y lo vi desaparecer.
Me tomo solo un par de días saber quien era. Kim RyeoWook. Era uno de los alumnos promedio. Iba en varias clases con Sungmin, y noté que se hacían cercanos. Me molestaba su presencia. Incluso lo había visto en el tren de regreso a casa. Ni la presencia de Kyuhyun me quitaba ese raro sentimiento en mi interior. No podía dejar de verlo, no podía dejar de ver a Sungmin en él. Tenía un problema.
Cuando lo vi, junto a Sungmin en mi nueva clase, entendí el por qué de Kyu en querer entrar a la clase más difícil, con el profesor más estricto. Pero de nuevo, mi estúpido amor, me había obligado a no dejarlo solo. Y para mi desgracia, me tocó como compañero de laboratorio, lo que me obligaba a verlo más seguido, además de tener que aguantar que Kyu estuviera con Sungmin. Cada vez que trataba con Ryeowook, no podía evitar el tratar de dañarlo con sus palabras, de querer verlo sufrir, como Kyuhyun alguna vez lo había hecho "EL NO ES SUNGMIN!" Y su mente siempre estaba peleando consigo misma. Kim Ryeowook estaba alterando su vida. No podía soportar el ver a su madre en depresión, a Kyuhyun sufrir por Sungmin, y tratar de aclarar su mente cuando Wook estaba cerca. Lo había confundido. Lo sabia, sabía que Ryeowook era como Sungmin, que Sungmin le había contado como se había divertido con Kyu, y Ryeowook se había reido de él. Sabía que era igual a Sungmin, por que ambos utilizaban una "falsa depresión" para llamar la atención. Pero notaba que era débil, que se asustaba con facilidad, que la mayoría del tiempo evitaba mirar a la gente a los ojos, y que me tenía miedo. Y sabía por que. Era cruel con él, la palabras salían de mi boca, como cuchillos, queriendo acabar con él. Estaba entre la espada y la pared. Amaba con toda el alma a Kyuhyun, odiaba a Sungmin con la misma intensidad.... pero no sabía que sentir con respecto a Ryeowook.
"Ayudalo, y ayúdate a ti mismo"
*(Narración Yesung, off)*

Abrió los ojos y miró el techo, para luego fijar su mirada en el reloj cerca a su cama. Se había quedado dormido, afortunadamente solo había sido una hora. Se levantó de la cama y fue hacia su escritorio. Abrió una página que había visto en la mañana "Tienes que verla" le decía de nuevo su mente
La obsesión puede estar relacionada a traumas, o bien, se ha visto que los hijos de madres con obsesión, llegan a padecerla. Aquellos que sufren de obsesión, muchas veces no se dan cuenta, o no lo quieren aceptar. Ponen a la pareja en primer lugar, y nada es más importante para ellos. Idealizan a la pareja, y temen perderle, de cualquier forma, así que se rebajan, o llegan a cometer acciones impropias con tal de retenerla. Cuando no se es correspondido, llega a transformarse en un problema muy grave, pues llegan a cometer locuras contra otras personas. Es necesario visitar a un especialista para solucionar este tipo de trastorno que...
Cerró la ventana y sonrió sin gracia. "No es obsesión... es amor"



El lobo siempre va a ser malvado, si solo escuchas la versión de la caperucita

Cat [YeWook/ KyuMin/ Super Junior fanfiction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora