Me rodeó con los brazos y me besó en los labios.
-Te quiero, bonita.
-Y yo.-me acurruqué a su lado y le removí el pelo.
-Cielo... Me das un beso?
-Claro. Ven aquí.-me acerqué más a él y le di un suave beso.
-Te he echado de menos. No soportaba la idea de que te pudiera haber pasado algo...-un escalofrío le recorrió la espalda.
-Tranquilo. Estoy aquí. No me ha pasado nada. ¿Lo ves? Estoy bien...
-Ya... Pero te podría haber pasado cualquier cosa y yo sin saberlo... Estaba muy preocupado cariño. Y realmente te he echado de menos.
-Ya lo sé.-le dije y lo abracé con más fuerza.
- Te ha llamado Ester. Quería saber si estabas bien...
-No. Por favor Valentino... Ahora no.
-De acuerdo princesa. ¿Después la llamas de acuerdo?-y me besó. Le correspondí al beso al instante y él me pidió más pero yo me negué. No estaba preparada aún. Me quedé dormida entre sus brazos.
-Hola.
-Hola Valentino, ¿he dormido mucho?-le pregunté bostezando. Reí.
-No lo sé preciosidad.-me miró divertido y yo le golpeé la sien con la mano juguetona.
-¡Ay!
-No me mires así, que me intimidas...-reí e intentó quitarme la camiseta pero se lo impedí.
-¿No quieres?
-No es eso...
-Te has tirado a otro mientras no estaba yo para hacerte el amor ¿verdad? ¿Es esto no?-me miró furioso y se levantó.
-No Valentino. No es esto. Es que no estoy preparada.
-¿De que tienes tanto miedo? ¿Te doy miedo?-negué con la cabeza-¿entonces que te pasa?
-Tienes que entenderlo, cariño. Llevamos dos meses y medio sin vernos y...
-¡No! ¡No puedes hacerme esto! ¡No me vengas con las típicas excusas de niña, por qué ya sé que es lo que te pasa! Tienes miedo.-clamó girándose.
-No. Por favor Valentino... Tienes que escucharme, por favor.-pero él ya no me prestaba atención. Las lágrimas empezaron a resbalar por mis mejillas.